Qatar, Froilán y la Navidad: confesiones de la infanta Elena de cena con su prima Simoneta

La subasta de capones Cascajares se ha convertido a lo largo de estos años en un clásico previo a la Navidad para los empresarios, artistas y rostros del mundo social. En este 2022, concretamente durante el día de ayer, uno de los salones del hotel Palace servía de 'hogar' poco convencional para las diez aves que permanecían atentas al valor que adquirían en la puja solidaria dirigida por Beatriz Ordovás, de Christie's. Esta cita fija, que se organiza desde hace 23 años por la fundación Cascajares, presidida por Alfonso Jiménez Rodríguez-Vila, tiene como objetivo principal recaudar fondos para proyectos de integración.

Los casi 90.000 euros recaudados en la jornada servirán para financiar los hogares de Nuevo Futuro, la almoneda benéfica cuyo fin ha sido desde hace 52 años procurar un ambiente familiar a niños y jóvenes sin hogar. Cuando comenzó la pandemia, su fuente de ingresos era el rastrillo, que se instalaba en la Casa de Campo, pero desapareció y han buscado nuevas alternativas. Para celebrarlo, la puja terminó en un animado cóctel entre los asistentes.

Esta vez, los maestros de ceremonia, que acompañaron a Ordovás, fueron Agatha Ruiz de la Prada, el tenor Zapata y Boris Izaguirre; un trío al que se unió Flavia Hohenlohe. Todos los capones tienen su nombre y el que alcanzó una puja de siete mil euros, la más alta, fue el bautizado como Josemi Rodríguez-Sieiro. El colaborador del programa de Alsina tiene también parte en la fundación Cascajares, de ahí que implique a sus amistades, y no solo para que acudan al hotel Palace, sino para que se involucren en la acción solidaria.

Este año, la protagonista fue la infanta Elena, que acudió con su prima Simoneta Gómez-Acebo y con su íntima Rita Allendesalazar. Esta amiga ha sido siempre su escudo protector y su apoyo en los momentos más complicados de su vida, como fue su divorcio de Jaime Marichalar. Froilán y Victoria Federica la consideran de la familia e incluso aseguran que le hacen más caso a ella que a sus propios padres con algunas de las recomendaciones que les da como personajes públicos que son.

La duquesa de Lugo estuvo de lo más simpática. Habló con los invitados que se acercaron a ella y contó que aún no sabía cómo y dónde iba a pasar las Navidades. Además, agradeció las muestras de cariño hacia don Juan Carlos y comentó que “está bien y contento”. Tampoco quiso decir si el Rey emérito acudiría a algún partido del Mundial. Fue entonces cuando alguien le dijo: “Señora, ¿y usted?, ¿va a ir?”. No hubo respuesta y solo dejó claro que “ojalá España llegue a la final y sea campeón como en Sudáfrica”.

Además, la mesa también abordó el tema de la caída que sufrió hace una semana durante la celebración de Madrid Horse Week. La infanta Elena quitó importancia al golpe con las palabras: “Son gajes del deporte, esas cosas pasan y lo importante de hoy es esta convocatoria”.

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R. R.

Por otro lado, Simoneta Gómez-Acebo acudió a la subasta por su implicación en Nuevo Futuro. Su madre, la infanta Pilar, fue presidenta de honor de la ONG y dos meses antes de fallecer estaba apoyando la apertura del rastrillo. La noble lo mismo servía comidas que copas durante muchas de las ediciones de la almoneda. Ella se colocaba el mandil y hacía cafés, almuerzos, cenas y gin-tonics, que, según cuentan, eran los mejores del rastrillo.