Es noticia
Menú
El informe de Hacienda que confirma la unión de Juan Carlos I con Barcelona: joyas, zapatos y peluquero
  1. Casas Reales
FAMILIA DEL REY

El informe de Hacienda que confirma la unión de Juan Carlos I con Barcelona: joyas, zapatos y peluquero

El Rey emérito compraba ropa y zapatos en Santa Eulalia, joyas en Puig Doria, se peinaba en Iranzo y convirtió las clínicas Planas y DeSánchez en sus centros de referencia

Foto: Juan Carlos I, en el Colegio de Abogados de Barcelona en 2012. (EFE/Toni Albir)
Juan Carlos I, en el Colegio de Abogados de Barcelona en 2012. (EFE/Toni Albir)

Fue una relación intensa que se cortó abruptamente en cuanto el ‘procés’ asomó su conflictiva cabeza. Juan Carlos I dejó de visitar una de sus ciudades favoritas en esa época, una ciudad en la que había decidido tener una base de operaciones. En Barcelona compraba joyas a sus amigos, se peinaba, visitaba al médico… y hasta se compraba los zapatos y se hacía trajes a medida.

Lo ha confirmado el último informe de Hacienda: la Agencia Tributaria y Juan Carlos I han acordado cerrar la inspección abierta por los regalos de las cacerías recibidos tras su abdicación en 2014. Con este pacto, el exmonarca asume la sanción administrativa propuesta, en la que se indica que debió declarar los viajes en avión que le regalaron varios empresarios para acudir a las citadas jornadas de caza, según ha publicado este martes ‘El Mundo’.

placeholder José Cusí y Juan Carlos I sonríen ante la mirada del empresario Luis Conde, en Barcelona. (EFE/Andreu Dalmau)
José Cusí y Juan Carlos I sonríen ante la mirada del empresario Luis Conde, en Barcelona. (EFE/Andreu Dalmau)

Lo curioso en la investigación de Hacienda es que, según las mismas informaciones, los agentes han ‘peinado’ todas las cuentas y patrimonio del padre del Rey, y hasta han investigado pagos menores, entre los que hay gastos en jamón ibérico y en zapatos. Y así es como queda patente, de nuevo, la querencia de don Juan Carlos por Barcelona. Sin olvidar que su mejor amigo, José Cusí, una especie de hermano para él, vive en la capital catalana. Y que la infanta Cristina escogió la ciudad como su lugar en el mundo: estudió y empezó su carrera profesional en Barcelona, donde se casó y creó una familia.

Sastrería a medida

Con una relación familiar tan estrecha con la ciudad, no es de extrañar que el emérito supiera dónde estaba lo mejor. Se hacía los trajes y compraba los zapatos en Santa Eulalia, una de las mejores tiendas -por no decir la mejor, con el perdón de Tot-Hom- de la capital catalana. Con 180 años de historia, este establecimiento de paseo de Gracia, dirigido por Luis Sans y Sandra Domínguez, ha vestido a las generaciones de la alta sociedad barcelonesa durante décadas.

Foto: La exposición de Santa Eulalia. (DR)

Las revistas ‘Pitti Uomo’ de Florencia y ‘The Business of Fashion’ la consideraron una de las 30 mejores tiendas de masculinas del mundo. Y, claro, cuenta con sastrería y camisería a medida, dirigida por Ángel Córcoles. Los trajes a medida pueden llegar a necesitar hasta 50 horas de confección.

Peluquero y joyero

No es este el único establecimiento habitual en el mapa barcelonés de Juan Carlos I. En el mismo paseo de Gracia solía acudir a la peluquería del recientemente fallecido Pascual Iranzo. Este barcelonés, que nos dejó el pasado septiembre a los 92 años, fue un innovador de la cosmética masculina. Junto con Lluís Llongueras, crearon escuela y por sus tijeras pasaron cabezas como las del Rey emérito, el escritor Gabriel García Márquez y el cantautor Joan Manuel Serrat.

Foto: El rey Juan Carlos y Corinna, en una imagen de archivo. (EFE)

La joyería Puig Doria, otro clásico de la ciudad, era también un clásico en su agenda. Allí compraba joyas para amigos y amigas. Fundada en 1948, esta empresa cuenta con dos establecimientos en Barcelona, uno en el Eixample y otro en la avenida Diagonal. Este último era el favorito de don Juan Carlos. Así se definen en la propia joyería: “La sofisticación y la elegancia son la marca de Puig Doria a través de originales diseños que armonizan elementos tan dispares como el titanio, brillantes de color o piedras diversas. Solo así esta firma sigue consiguiendo piezas muy exclusivas y únicas”.

La salud, también en Barcelona

Ya situados en la zona alta, cabe recordar que el rey Juan Carlos siempre tuvo en la clínica Planas su centro sanitario de referencia. Hasta que Manuel Sánchez, uno de los pioneros en medicina antienvejecimiento, fundó su propia clínica y se llevó con él a su cliente más famoso. En 2017, el doctor Sánchez fundó su propio centro, el exclusivo y prestigioso DeSánchez, de donde don Juan Carlos era un asiduo. En diciembre de 2019, su nombre saltó a la luz pública tras una visita de don Juan Carlos a su clínica, lo que llamó la atención porque de pronto ya no iba a la Planas, como era su costumbre.

Foto: El Rey Juan Carlos tras recibir el alta después de su última operación. (EFE)

La relación médica del rey Juan Carlos con Barcelona es histórica. En la ciudad, una garantía de que un médico era bueno era la frase: “Es el médico del Rey”. No hay que olvidar que, en 2010, el emérito se sometió a una intervención en el hospital Clínic de Barcelona a manos del doctor Laureano Molins para la extirpación y estudio de un nódulo en el pulmón derecho, cuyo estudio permitió descartar la existencia de células malignas. El 30 de septiembre, la Casa del Rey anunció que se había recuperado totalmente.

Relación histórica

Si buscamos atrás en el tiempo, veremos que el Rey emérito solía confiar en la sanidad catalana para curar sus lesiones. Ya en 2001 pasó por quirófano para eliminar unas varices de su pierna derecha en la clínica Sant Josep de Barcelona. Es más, cada año, durante 17, el entonces Rey acudía a esta clínica para hacerse sus revisiones anuales, tuvieran o no que ver con el aparato urinario. Porque había conocido al catedrático de Urología Josep María Gil-Vernet, quien tenía su consulta en dicha clínica, hasta que quebró en 2003. Don Juan Carlos seguía apreciando la privacidad que le brindaba Barcelona y escogió a partir de entonces el Centro Internacional de Medicina Avanzada (CIMA) para estos chequeos, además de la clínica Planas, donde se sometía anualmente a tratamientos antiedad.

Foto: El rey Juan Carlos, en una imagen de archivo. (Reuters)

Con todo, la última vez que don Juan Carlos pisó Cataluña, al menos que podamos atestiguar en Vanitatis, fue en verano de 2017. Meses antes de celebrarse el referéndum del 1 de octubre, Juan Carlos I llegaba en helicóptero a la Cerdanya, donde su mejor amigo, Josep Cusí, tiene su casa de veraneo. Ambos pasaron el día de excursión por el valle, junto a otros amigos. Comieron en un restaurante en Baltarga, un pueblecito recóndito donde un pequeño local fue escenario de la íntima comida. Desde entonces, Barcelona pasó a ser un recuerdo más de su vida en España.

Fue una relación intensa que se cortó abruptamente en cuanto el ‘procés’ asomó su conflictiva cabeza. Juan Carlos I dejó de visitar una de sus ciudades favoritas en esa época, una ciudad en la que había decidido tener una base de operaciones. En Barcelona compraba joyas a sus amigos, se peinaba, visitaba al médico… y hasta se compraba los zapatos y se hacía trajes a medida.

Rey Don Juan Carlos
El redactor recomienda