Los estudios de los sobrinos de Felipe VI: solo un empollón en los Marichalar y Urdangarin
Las hijas de los Reyes son unas jóvenes aplicadas que sobresalen en sus estudios. Victoria vive por la moda, a Irene le cuesta y es Miguel Urdangarin quien despunta
Las hijas de los Reyes, Leonor y Sofía, son unas jóvenes aplicadas que sorprenden incluso a los premiados como los de los Princesa de Girona por su alta preparación y su gran interés. Una faceta que no comparten con sus primos. Porque ni los Marichalar ni los Urdangarin han destacado nunca por sus buenas notas.
Cierto es que han hecho sus esfuerzos, sobre todo los hijos de la infanta Cristina, quien ha apretado todo lo que ha podido a los suyos para que se esforzaran en los estudios. Pero solo Miguel, el tercero de los cuatro hermanos Urdangarin, ha respondido a las peticiones de sus padres. Además, Miguel es ahijado del rey Felipe y una de las personas que le da alegrías: es su único sobrino empollón.
Irene, la hija del matrimonio Urdangarin de Borbón, dejó de ser una buena estudiante cuando entró en la adolescencia, algo parecido a su prima. Se ha informado estos días de que Victoria de Marichalar ha dejado sus estudios universitarios, algo que su padre, Jaime de Marichalar, niega, aunque desde el entorno de su madre lo confirman y hasta dicen que esta decisión ha llevado a doña Elena a molestarse mucho con su hija.
La infanta Elena, dolida
Sea como sea, lo que sí es seguro es que la joven ha decidido centrarse en su carrera en la moda y ya no aparece por las aulas. La hija de la infanta Elena ha decidido claramente decantarse por su nueva faceta de influencer, donde no caben más sectores. Hace tres años que se matriculó en Marketing y Comunicación en el centro The College for International Studies (CIS), una escuela privada.
Cabe recordar que su hermano, Felipe de Marichalar, tampoco estudia, ya que terminó sus dos primeros cursos y ya no volvió al centro en el que estaba matriculado. Los Marichalar de Borbón siempre quisieron que sus hijos fueran a los mejores colegios y su hija empezó sus estudios en St. George’s, en La Moraleja. Al pasar a cursos superiores, con 12 años, los padres la enviaron a Mayfield, en Inglaterra, donde pasó dos años en un internado en el que había también una hípica, algo que sirvió de motivación a la joven. Terminó sus estudios en Santa María del Valle, una escuela privada de El Viso, del que pasó a la citada escuela de negocios.
Falta ver ahora si la otra sobrina del Rey, Irene Urdangarin, seguirá los pasos de su prima mayor o los de sus primas menores y seguirá con sus estudios. Fuentes cercanas a la infanta Cristina nos cuentan que la hermana del Rey está preocupada por los resultados académicos de su hija. Teme que no termine los estudios este curso. Es uno de los motivos por los que la Infanta nunca pensó en mudarse de Ginebra y también uno de los que la retienen en Suiza. Hasta que Irene no termine el bachillerato, su madre no se puede plantear una mudanza a España.
Pablo y sports management
Mientras, los chicos tampoco dan muestras de interesarse mucho por los estudios. Felipe, lo hemos dicho, dejó la escuela de negocios, y Juan, el mayor de los Urdangarin, estudió relaciones internacionales y ha pasado dos años ejerciendo de voluntario. El primogénito de los Urdangarin empezó sus estudios superiores en la Universidad de Essex, después de un año sabático en el que vivió en Camboya trabajando como voluntario para la ONG Sauce, a la que su familia está muy vinculada, y también con los jesuitas. Ahora, vive entre Madrid y Ginebra sin dedicarse a nada en concreto. Al menos no saben concretarlo desde su entorno inmediato.
Su hermano Pablo, por su parte, está matriculado en la European University, una escuela de negocios situada en Barcelona, ciudad en la que vive más centrado en su carrera deportiva. Para Pablo es complejo combinar los dos ámbitos de su vida, aunque sigue yendo a clase y trata de sacarse los exámenes. Estudia Sports Management, una especie de Administración y Dirección de Empresas (ADE) de gestión deportiva. Esta carrera, que en España hace poco tiempo que existe, le permitiría poder seguir vinculado a su pasión una vez finalice su paso por el deporte profesional. Aunque, visto lo visto, le queda un largo recorrido por delante como jugador de balonmano de primera línea.
Miguel, el aplicado
Es Miguel quien más aplicado ha demostrado ser en los estudios. Además de buenas notas, aprendió a tocar el piano en el colegio de Ginebra, el Ecolint, y ahora estudia Ciencias del Mar en Gran Bretaña. Miguel es divertido como el resto de los Urdangarin y ha sido su pasión por el medioambiente lo que le ha llevado a irse a Gran Bretaña.
Quienes lo conocen desde pequeño dicen que destacó siempre por su mirada eléctrica, de chico muy espabilado. Es quizás más callado que Pablo, con quien tiene una relación muy intensa, pero igual de punzante en sus bromas. Además, tiene una sensibilidad especial que le ha llevado a tomar clase de piano durante años y dar incluso recitales en el colegio. También es deportista, como el resto de los Urdangarin, aunque a él le gusta más la vela y el surf.
Así pues, Victoria, una joven alegre, simpática y espontánea que ha decidido dedicarse a la moda, centrándose en las redes sociales. Ha posado para revistas, ha dado entrevistas, su cuenta de Instagram es la única pública de todos los sobrinos del Rey y está en la alfombra roja continuamente. Felipe, el mayor, de quien poco se sabe últimamente, tampoco estudia por el momento. Y el resto de los Urdangarin hacen lo que pueden: tras superar la crisis matrimonial de sus padres, siguen con sus vidas, vidas en las que los estudios siguen teniendo peso. Aunque les pese...
Las hijas de los Reyes, Leonor y Sofía, son unas jóvenes aplicadas que sorprenden incluso a los premiados como los de los Princesa de Girona por su alta preparación y su gran interés. Una faceta que no comparten con sus primos. Porque ni los Marichalar ni los Urdangarin han destacado nunca por sus buenas notas.