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Amalia de Holanda cumple 19: amenazas, carpetas y tiaras, su primer y convulso año como adulta
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Amalia de Holanda cumple 19: amenazas, carpetas y tiaras, su primer y convulso año como adulta

La mayoría de edad aceleró la agenda de la heredera de los Orange con algunos compromisos relevantes pero también con sustos importantes

Foto: Amalia de Holanda. (EFE)
Amalia de Holanda. (EFE)

Ha sido un año ajetreado para Amalia de Holanda. La princesa, heredera al trono, que siempre llevó una infancia y una adolescencia (casi) normal, ha visto como al cumplir la mayoría de edad, su agenda se aceleraba, su presencia se acentuaba y su nombre aparecía en una conversación entre miembros del crimen organizado como posible objetivo. Para todo estaba preparada esta princesa que ha estado ensayando desde que era muy pequeña para ser la futura reina de los Países Bajos, aunque la última era, sin duda, la más inesperada y también la más incómoda.

Los reyes Guillermo y Máxima siempre pensaron que era muy importante que la juventud de Amalia fuera lo más normal posible, así que no ha habido obligaciones, como las que sí han tenido otras herederas de casa reales europeas (Estelle de Suecia o la princesa Leonor) que han tenido que cumplir desde una edad temprana. Sus padres no querían que Amalia se preocupara por su futuro, tenía que poder ser una niña y conocerse a sí misma. "Si no se conoce a sí misma, no puede ejercer esta función pública", dijo en una ocasión su padre.

placeholder Amalia de Holanda, Elisabeth de Bélgica, Estelle de Suecia, Ingrid de Noruega y Charles de Luxemburgo. (Reuters/Casa Real/Lise Aserud)
Amalia de Holanda, Elisabeth de Bélgica, Estelle de Suecia, Ingrid de Noruega y Charles de Luxemburgo. (Reuters/Casa Real/Lise Aserud)

Con la llegada de la mayoría de edad, Amalia activó su agenda: 2022 ha sido el año en el que la heredera ha hecho su debut en el Prinsjesdag, el Día del Príncipe, en que celebran la democracia en los Países Bajos y su solidaridad como pueblo holandés. También ha sido el año en el que ha reactivado sus estudios después de un año sabático y la primera vez que se ha colocado una tiara sobre la cabeza. Bueno, la primera de forma oficial porque ella ya ensayaba cuando era pequeña delante del espejo.

“Amo las tiaras. Muéstrame una y sabré de dónde viene. Puedo reconocer todas las tiaras de Europa. Solía ​​ponerme las de mi madre y también sus joyas. Cuando yo era muy pequeña, ella se estaba preparando para una cena importante y gritaba por la casa: 'Amalia, ¿dónde está mi anillo?'". Lo contaba ella misma en el libro ‘Amalia’, una biografía autorizada que cuenta con el beneplácito de la familia real y que se publicó a finales de 2021 para festejar su mayoría de edad.

placeholder Amalia, probando tiaras. (Casa Real)
Amalia, probando tiaras. (Casa Real)

Tuvo que esperar casi una década, pero finalmente, en junio de este 2022 que estamos a punto de terminar, la princesa posaba por primera vez con una de las 14 tiaras que tenía para elegir. Lo hizo en el Palacio Real de Oslo para celebrar el 18º cumpleaños de otra heredera: Ingrid Alexandra de Noruega. En la imagen aparecía, además de junto a la cumpleañera, al lado de Elizabeth de Bélgica y Estelle de Suecia y Charles de Luxemburgo, homólogos de la princesa noruega, ya que no son los actuales herederos. Por cierto, que para esa gran noche escogió la tiara más especial, la misma que lució su madre en la boda con el rey de Holanda.

La segunda cita importante en su apretada agenda de este año llegaba a finales de septiembre. El 20 de ese mes, Amalia hacía su debut en el Día del Príncipe. Para su primer Prinsjesdag no hubo tiara, pero sí mucho joyerío (esmeraldas y diamantes) y otra novedad: la familia real salía del palacio Noordeinde con dirección a Koninklijke Schouwburg en el carruaje de cristal y no en el de oro, que ha sido retirado y no volverá a ser usado.

placeholder Amalia, en el carruaje de cristal. (EFE)
Amalia, en el carruaje de cristal. (EFE)

Además de esas dos ‘primeras veces’, ha habido una tercera: su arranque en la Universidad de Amsterdam, donde ha comenzado a estudiar Política, Psicología, Derecho y Económicas. La joven ponía de esta manera fin a su año sabático, en el que entre otras cosas se ha sacado el carnet de conducir y la licencia de caza, por recomendación de su padre, el rey Guillermo Alejandro. La etapa de estudiante de Amalia se considera un asunto privado y por ello no se hace pública demasiado información, pero en esta ocasión sí se invitó a la prensa al ser el primer día de las clases. Con el comienzo del curso, la hija mayor de Guillermo y Máxima se mudaba a un piso de estudiantes en la ciudad de los canales hasta Ámsterdam, dejando la casa familiar en La Haya.

Un mal trago

Sin duda, el peor trance que ha tenido que pasar Amalia en su primer año en el mundo adulto ha sido saber que su vida estaba en peligro. Su nombre apareció, junto al del primer ministro de Países Bajos, en unas conversaciones entre miembros del crimen organizado interceptadas por la policía neerlandesa. Las autoridades se tomaron en serio las amenazas de posible secuestro o ataque porque conocen a estos grupos y a su líder, y sabían que no se andan con bromas. De hecho, durante un tiempo la princesa quedó recluida en la residencia oficial de sus progenitores y cambiar la vida y las rutinas que mantenía hasta entonces.

Mientras Amalia permanecía encerrada y a salvo, sus padres explicaban a la prensa durante una visita de estado a Suecia: “Es posible que ya lo hayáis escuchado, pero Amalia ahora no puede vivir en Ámsterdam. Eso tiene enormes consecuencias para su vida porque eso significa que no puede llevar una vida de estudiante como los demás y que en realidad no puede salir”, aseguró Máxima. “Estoy muy orgullosa de cómo lo está gestionando”, aplaudió. Pero "no es agradable ver a tu hija infeliz", añadía. Poco después, la princesa reaparecía junto a su familia, dando muestras de vuelta a la normalidad, incluyendo seguir con sus planes de mudarse a Amsterdam para estudiar.

placeholder Máxima y Guillermo posan junto a sus hijas en la Nieuwe Kerk de Ámsterdam. (EFE/Koen van Weel)
Máxima y Guillermo posan junto a sus hijas en la Nieuwe Kerk de Ámsterdam. (EFE/Koen van Weel)

Hoy Amalia cumple 19 años con nuevos desafíos, uno de los más importantes, su primer viaje oficial acompañando a sus padres: será a finales de enero y principios de febrero de 2023 y la heredera conocerá los países de Aruba, Curazao y San Martín, además de las islas que componen los Países Bajos del Caribe, que son Bonaire, San Eustaquio y Saba.

Ha sido un año ajetreado para Amalia de Holanda. La princesa, heredera al trono, que siempre llevó una infancia y una adolescencia (casi) normal, ha visto como al cumplir la mayoría de edad, su agenda se aceleraba, su presencia se acentuaba y su nombre aparecía en una conversación entre miembros del crimen organizado como posible objetivo. Para todo estaba preparada esta princesa que ha estado ensayando desde que era muy pequeña para ser la futura reina de los Países Bajos, aunque la última era, sin duda, la más inesperada y también la más incómoda.

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