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Ruiz-Mateos y Juan Carlos I: la historia de los billetes de 5.000 pesetas en maletas de Loewe
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FAMILIA DEL REY

Ruiz-Mateos y Juan Carlos I: la historia de los billetes de 5.000 pesetas en maletas de Loewe

En el documental 'El chófer de Ruiz-Mateos', los colaboradores del empresario aseguran que el exmonarca recibió "enormes" cantidades de dinero

Foto: José María Ruiz-Mateos, en una imagen de archivo. (EFE)
José María Ruiz-Mateos, en una imagen de archivo. (EFE)

Es sabido, porque nos lo han contado muchas veces periodistas, empresarios y familiares, que José María Ruiz-Mateos se arrimaba al árbol que bien cobijaba. Un empresario inteligente y listo que se movía para lograr beneficios. Se relacionó con el Opus Dei y los Legionarios de Cristo, por ejemplo, usando la religión en favor de sus intereses económicos.

Era muy religioso, nadie lo ha puesto jamás en duda, pero también la religión le sirvió para escalar empresarial y socialmente. De lo que no se ha hablado tanto es de su relación con el rey Juan Carlos I.

placeholder El rey Juan Carlos, a su llegada a Zarzuela en su única visita a España desde que está en el exilio. (EFE/Rodrigo Jiménez)
El rey Juan Carlos, a su llegada a Zarzuela en su única visita a España desde que está en el exilio. (EFE/Rodrigo Jiménez)

Parece que tenemos una nueva caja de Pandora que se acaba de abrir sin saber a dónde nos va a llevar. Para empezar, el documental ‘El chófer de Ruiz-Mateos’, que se estrenó el lunes en Cuatro, ya nos está dejando algunas frases memorables de aquellos días de vino y rosas en los que el dinero fluía a espuertas en nuestro país. Tiempos de vacas gordas en los que muchos se enriquecieron.

Habla 'la guerrilla'

En el citado documental, el chófer, Víctor de la Cruz, da detalles pormenorizados de las finanzas del jerezano, con lo que sabemos que no era solo su chófer, sino que, como suele suceder tantas veces, terminó siendo uno de sus hombres de confianza. Y no solo habla el conductor, claro, también otras personas de confianza de Ruiz-Mateos, como sus abogados Joaquín Yvancos y Javier Sáinz Moreno, miembros de la llamada 'guerrilla’, el grupo de confianza de Ruiz-Mateos.

Foto: El matrimonio Ruiz-Mateos, con algunos de sus hijos. (Cordon Press)

En el episodio, hay un apartado titulado ‘El olvido de Su Majestad’ que da detalles curiosos sobre la relación del empresario con el entonces Rey: “El jefe tenía relaciones con personalidades de distintas instituciones españolas, especialmente la Casa Real, en la figura del monarca Juan Carlos I. Cuando le llamaba una figura como Su Majestad el Rey, yo le pasaba el teléfono y tenían sus conversaciones particulares y deduje que había una estrecha relación entre ellos”.

Los días de San Juan

Sáinz Moreno va mucho más allá: “Ruiz-Mateos iba a ver al Rey todos los días de San Juan e iba con un coche con una maleta grande de Loewe llena de billetes de banco. Podía pasar por todos los controles de Palacio sin que nadie le detuviera, nadie abriera el capó del coche, directo… Un señor con una enorme maleta que pudiera llegar hasta el propio despacho del Rey era muy sorprendente, tenían que estar todos en el secreto de que llegaba. Ruiz-Mateos le entregaba una maleta y el Rey la cogía con sus dos manos, la tiraba y caía justo entre las cuatro patas, clavada. Ruiz-Mateos decía: ‘Cuánto baloncesto ha practicado para tirar una maleta y que caiga justo”.

Foto: El rey Juan Carlos. (Limited Pictures)

Yvancos, otro miembro del círculo del empresario, recuerda que “él confiaba que uno de sus grandes amigos, en el que confiaba puesto que había contribuido económicamente muchas veces con grandes cantidades de dinero, que era el Rey, le tenía que haber ayudado antes de la expropiación. Le pidió 1.000 millones de pesetas por quitar a Mariano Rubio [exgobernador del banco de España] y haber evitado lo que luego ocurrió”.

Según narran los miembros de ‘la guerrilla’, Ruiz-Mateos estuvo ‘sobornando’ a don Juan Carlos durante años para protegerse de futuros conflictos, pero cuando llegó el momento, no obtuvo nada a cambio. Lo cuenta Sáinz Moreno, quien asegura que “le entregó cantidades enormes porque él pensaba que ser amigo del Rey era una protección, un cierto paraguas, le podía hacer gestiones, le podía evitar cosas. Y la verdad es que tiempo después dijo: 'Bueno, ha recibido una cantidad enorme de dinero mío y luego no me ha facilitado nada”.

"Usted no se preocupe"

El lema del empresario ante el monarca era sencillo. Según decía, las cuestiones económicas podían ser un lastre para la gestión del Rey al frente del país, así que ayudarle con cantidades de dinero servía para quitarle problemas. Y así recuerda Sáinz Moreno cómo se expresaba Ruiz-Mateos ante el monarca: “Su Majestad tiene muchos problemas de los que ocuparse para estar preocupado de los temas económicos, de esos temas me ocupo yo. Usted no se preocupe, preocúpese de España, de la política, que es muy complicada’. Él se ofrecía y el otro no le decía que no, en absoluto, incluso le lanzaba alguna cosa: ‘Es que tengo muchos gastos, es que hay que ver lo que me cuesta la reina griega...”.

Foto: Teresa Rivero. (EFE)

La relación entre Ruiz-Mateos y don Juan Carlos venía de lejos. Como empresario, siempre apoyó al Rey y este le compensaba con una amistad cercana. Así lo recuerda el chófer: “El jefe, cuando recibía el teléfono sabiendo que era Su Majestad el Rey, pues no hacía mas que echar piropos: 'El mejor Rey de España, la figura más importante del universo, viva el Rey. Dime, Majestad, qué quiere, en qué te puedo ayudar”. Lo cuenta De la Cruz imitando la característica voz del jerezano, entre engolada e impostada.

Y después admite: “Lo que hablaban no lo sé exactamente, pero la conclusión que sacaba era que había ciertos favores que Su Majestad le pedía personalmente a mi jefe. Mi jefe era extremadamente generoso y siempre me dijo que le llamaba la atención el motivo de la expropiación ya que él pagaba los impuestos directamente en Casa Real”.

Los titulares de la época

Cuando el presidente Felipe González expropió Rumasa, la gran empresa de Ruiz-Mateos, el rey Juan Carlos firmó el decreto, y eso provocó la ira del empresario, quien emprendió una campaña contra la Casa Real. Lo publicaban todos los medios. Como ‘El País’, que el 26 de enero de 1984 titulaba: ‘Campaña de Ruiz-Mateos contra el rey Juan Carlos’. En el artículo se afirmaba que los documentos que el empresario había entregado “no constituyen, sin embargo, prueba alguna de sus acusaciones, que son valoradas como una burda maniobra de difamación”.

Foto: El rey Juan Carlos I saluda a Corinna zu Sayn-Wittgenstein. (EFE)

El abogado del empresario asegura que “había llegado a un acuerdo con el Rey que por 1.000 millones de pesetas (unos seis millones de euros) se le iba a arreglar, el Rey le dijo que sí y le dio la mitad, 500 millones de pesetas”. La otra mitad debía ser entregada cuando la expropiación de Rumasa se parara. Así lo cuenta Yvancos, quien dice que con “la otra mitad, el Rey no cumplió y es que encima cuando Felipe González hace el decreto de expropiación, el Rey lo firma. No solo no había cumplido su parte del pacto es que encima le había engañado, le había soplado 500 millones de pesetas”.

Ni contesta

La versión es la misma en boca de Víctor de la Cruz, quien habla de la reacción de Ruiz-Mateos ante el silencio del Rey. “El jefe siempre se sintió traicionado ya que esos donativos que él hacía en maletines de Loewe y en billetes de 5.000 pesetas pensaba que eran suficiente para obtener el apoyo y la confianza de Su Majestad el Rey. Cosa que luego descubrió que era totalmente falso. En el momento de la expropiación, el Rey ni le coge el teléfono”.

Foto: Teresa Rivero, en una imagen de archivo. (EFE)

Una vez llegó la expropiación, Ruiz-Mateos se fugó a Estados Unidos, donde incluso dio una rueda de prensa acusando a don Juan Carlos. Según Yvancos, todo terminó cuando el CNI le secuestró para amenazar a sus hijos, que eran 13, demasiados, dice el abogado, para poder controlaros a todos. El documental, que consta de cuatro capítulos que se emitirán cada lunes, no deja indiferente y retrata -con verdades o mentiras, cada uno sabrá a qué aferrarse- una época en la que parecía que el todo vale era la ley.

Es sabido, porque nos lo han contado muchas veces periodistas, empresarios y familiares, que José María Ruiz-Mateos se arrimaba al árbol que bien cobijaba. Un empresario inteligente y listo que se movía para lograr beneficios. Se relacionó con el Opus Dei y los Legionarios de Cristo, por ejemplo, usando la religión en favor de sus intereses económicos.

Rey Don Juan Carlos
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