El motivo por el que Meghan no presentó a Archie a la prensa en el hospital donde nació

Fue una de las decisiones de los Sussex que más titulares generaron en su momento. Faltaban pocas semanas para que naciera el primer hijo de la pareja y los medios de comunicación británicos daban por hecho que, cuando la duquesa diera a luz, se repetiría la imagen de familia feliz en las escaleras de entrada al ala Lindo del hospital de St. Mary, donde había nacido el propio Harry y, más recientemente, los tres hijos de los actuales príncipes de Gales. Pero en el documental de Netflix, del que este jueves se han estrenado los tres últimos capítulos, Meghan desvela el motivo por el que no presentó a Archie en el hospital donde nació. Y no fue decisión suya, como se creía. O no del todo.

Es, al menos, lo que cuenta la propia duquesa de Sussex en el cuarto episodio de 'Harry & Meghan', que tantos titulares está generando desde su estreno el pasado 8 de diciembre. La exactriz explica por qué se tomó esa decisión, haciendo referencia directamente al palacio de Buckingham, que tuvieron que ver, y mucho, en que ese posado de los felices papás y el recién nacido ante la prensa al recibir el alta médica no fuera a las puertas del hospital, sino en el interior del castillo de Windsor. Una presentación con muy pocos medios y minutos después de que conociera al bebé la propia reina Isabel II.

Unas semanas antes y ante las preguntas de la prensa sobre cuál iba a ser el método de trabajo cuando el bebé naciera, los Sussex emitieron un comunicado: "Sus Altezas Reales han tomado una decisión personal para mantener en privado los planes para la llegada de su bebé. El Duque y la Duquesa esperan compartir las emocionantes noticias con todos una vez que hayan tenido la oportunidad de celebrarlo en privado como una nueva familia". No tardó en responsabilizarse a Meghan Markle de esa decisión, que rompía con todos los moldes establecidos hasta entonces.

Lo que no se supo entonces es que no fue una decisión unilateral: "Me preocupaba mucho el parto porque soy mayor y no sabía si necesitaría cesárea. Conocía a mi doctora desde hacía mucho tiempo y ella era quien había llevado mi embarazo", comienza el relato de Meghan. El problema era que esta doctora se encontraba en el hospital Portland, no en el St. Mary, donde había nacido la mayor parte de los miembros de la familia Windsor. Y, según ella, ofreció hacer las fotos frente a ese hospital, una vez ella y su recién nacido hubieran recibido el alta. Pero se encontró con la negativa de Buckingham: "No podríamos bloquear esas calles y sería una amenaza para la entrada a urgencias", le explicaron.

Así que la duquesa de Sussex preguntó cuál podría ser la solución y propuso posar unos días más tarde en el propio castillo: "Sí, genial, claro", cuenta que le respondieron. "En ningún momento nadie dijo que no". Una explicación a la que siguen las quejas de los dos, puesto que, según ellos, los titulares de aquellos días reflejaban que eran unos egoístas: "Se ensañaron con nosotros por no querer servir a nuestro hijo en bandeja de plata", asegura Harry. Una vez más, hacen referencia a ese 'pacto silencioso' que hay entre la monarquía, los medios y la ciudadanía, en el que los últimos pagan y los primeros deben mostrar cómo es su vida.