Todos con Kate Middleton: los Windsor apoyan a la princesa frente a Harry y Meghan Markle

Todos a una. Los Windsor mostraban este jueves, pocas horas más tarde de la emisión de los tres últimos episodios del documental de Harry y Meghan Markle, que son un clan sin fisuras ahora que los Sussex están lejos. El escenario del encuentro público fue la abadía de Westminster, en la que se celebró un concierto de Navidad organizado por Kate Middleton, al que no quiso faltar ningún miembro de la familia, incluida Eugenia de York, quien aparece unos instantes en el espacio de Netflix, junto a su primo Harry, con el que tiene una gran afinidad.

Caras sonrientes y mucha cordialidad entre todos en una tarde que no tuvo que ser fácil para los Windsor, sobre todo para Guillermo, el más perjudicado con las acusaciones de su hermano. Sin embargo, allí estaba, junto a sus dos hijos mayores, George y Charlotte, para apoyar el proyecto de su esposa, que este año ha querido dedicar el concierto a su majestad la reina Isabel II y los valores que la soberana demostró a lo largo de su vida, "incluidos el deber, la empatía, la fe, el servicio, la bondad, la compasión y el apoyo a los demás”.

Esa es, en realidad, la imagen que le gustaría ver a la fallecida reina, la de toda la familia unida por el bien de la institución. Tanto Buckingham como Kensington Palace han acordado no hacer declaraciones respecto a los dardos de Harry y Meghan, y eso que algunos de ellos son graves. El benjamín del príncipe Carlos y Lady Di asegura que durante la cumbre de Sandringham, en la que se decidieron los términos de su abandono de la Casa Real, "fue aterrador que mi hermano me gritara y gritara y que mi padre dijera cosas que simplemente no eran ciertas, mientras que mi abuela estaba sentada sin decir nada como asimilando todo”.

No solo eso, asegura que Guillermo lo traicionó, ya que en el pasado, y conscientes ambos de cómo funciona el “juego sucio” entre la institución y la prensa, donde -según la versión de Harry- las oficinas de los distintos miembros de Buckingham filtran información para perjudicar a unos con tal de que otros salgan beneficiados, los hermanos se prometieron que nunca llegarían a ese punto oscuro. Algo que el príncipe de Gales no cumplió cuando apareció Meghan Markle en escena y empezó a sentir celos por lo bien que conectaba con el público, siempre según palabras de Harry.

Al concierto no quisieron faltar los reyes, Carlos y Camila, los últimos en llegar, ella con un vestido 'animal print' y un abrigo blanco. La primera en aparecer en escena era Kate Middleton, quien visitaba la abadía unos minutos antes para comprobar que todo estuviera según lo dispuesto. Lo hacía con un nuevo abrigo color burdeos de la firma Eponine que combinó con salones de ante a juego de Gianvito Rossi, una cartera de mano 'efecto croc' de Aspinal of London y unos pendientes de Accesorize. Una vez revisado todo, la princesa de Gales volvía al exterior para recibir a su marido y a sus hijos. Fue entonces cuando el público los vitoreó con palabras de apoyo: "We love you William and Kate".

George y Charlotte debutaron en un acto en la abadía de Westminster en marzo, cuando asistieron al servicio de acción de gracias en honor al duque de Edimburgo. Meses más tarde, en septiembre, regresaban para estar presentes en el funeral de Isabel II. Ahora la ocasión era más festiva, como el estilismo de la princesita, quien iba a juego con su madre con un abrigo color burdeos de la firma Trotters. Los dos hermanos se portaron, como es habitual, de maravilla. El que de momento no ha debutado en este tipo de actos en Louis, que a sus cuatro años todavía es demasiado pequeño.

No solo Kate y Charlotte apostaron por el burdeos. La coordinación de colores entre las damas de la familia fue algo muy comentado. Zara Phillips, que acudió al concierto junto a su marido, Mike Tindall, recién salido del reality show australiano 'I'm a Celeb', se decantó por un abrigo cruzado que llevaba sobre un vestido estampado. Al club del burdeos también se unió Pippa Middleton, la hermana de Kate, con un diseño de Karen Millen que combinó con botas de Penelope Chilvers y una cartera de mano de Emmy London.

La princesa de Gales contó, además de con los Windsor, con el apoyo de su propia familia. Al concierto asistieron sus padres, Michael y Carole Middleton, y su hermana acompañada por su marido, James Matthews, con el que tiene tres hijos: Arthur, Grace y Rose. El gran ausente fue el pequeño de la familia, James, que el año pasado acudió junto a su esposa, la francesa Alizée Thevenet, pero que en esta ocasión causó baja.

La familia York estuvo representada por las dos princesas, Beatriz y Eugenia, ambas acompañadas por sus maridos, Edo Mapelli y Jack Brooksbank, respectivamente. La primera llevaba un abrigo de cuadros en blanco y gris y botas negras, y la segunda, un original diseño en tartán con flecos en el bajo, firmado por Max Mara.

La condesa de Wessex acudió sin el príncipe Eduardo al concierto organizado por la princesa de Gales.

También estuvieron allí los príncipes Michael de Kent acompañados por sus hijos, Lord Frederick y Lady Gabriella, y sus parejas.

Una estampa de unidad familiar que no sabemos cómo habra sentado en Montecito, donde se encuentra la residencia de Harry y Meghan.