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Un gran trofeo, un espía imaginario, el FBI y su nuevo novio: así se despide Corinna
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FAMILIA DEL REY

Un gran trofeo, un espía imaginario, el FBI y su nuevo novio: así se despide Corinna

Si alguien espera que Corinna Larsen pierda en su enfrentamiento contra Juan Carlos I, debe saber que la empresaria alemana ya ha ganado

Foto: Corinna Larsen. (Getty)
Corinna Larsen. (Getty)

Si alguien espera que Corinna Larsen pierda en su enfrentamiento contra Juan Carlos I, debe saber que la empresaria alemana ya ha ganado. Hace tiempo que lo hizo. Lo cuenta ella misma en el pódcast ‘Corinna y el Rey’. Porque se quedó los 65 millones de euros que el exmonarca le entregó, además de un anillo que vale entre medio millón y 800.00 euros, y un terreno en Marruecos que asegura que le regaló el monarca alauí Mohamed VI.

Ella misma desgrana el ‘botín’ final y no es nada desdeñable. El octavo y último capítulo del pódcast, titulado ‘Testarudo’, es un nuevo intento de la empresaria alemana de demostrar su inocencia, justificar sus actos -sobre todo los motivos por los que se quedó con el dinero- y mostrarse como una víctima global del aparato del Estado español.

placeholder Corinna Larsen, en una imagen de archivo. (CP)
Corinna Larsen, en una imagen de archivo. (CP)

La empresaria mezcla en su relato al FBI con espías ‘imaginarios’, al Gobierno de EEUU con un novio italiano, a su demanda en Londres con la relación paternofilial de Alexander, su hijo, con el Rey emérito. Una cóctel que lejos de resultar explosivo parece una repetición machacona de su discurso, en el que ya ni siquiera las novedades sorprenden.

Interrogatorio americano

Para demostrar su inocencia, para poder quedarse con los 65 millones de euros que le dio el rey Juan Carlos I sin tener que dar más explicaciones, Corinna cuenta que decidió incluso declarar ante miembros del Departamento de Justicia de Estados Unidos. Contrató a un exagente del FBI, que habla en la grabación, y preparó su interrogatorio durante dos semanas y media en un hotel de Miami.

Foto: El rey Juan Carlos I saluda a Corinna zu Sayn-Wittgenstein. (EFE)

Fue en primavera de 2021 y cuenta: “Es una experiencia bastante aterradora, la de enfrentarse a cinco oficiales del FBI y a numerosos representantes del Departamento de Justicia de Estados Unidos en Zoom y en persona. A algunos de ellos los ves y a algunos de ellos no. Tienes al poli bueno, al poli malo, tienes a todo este elenco de personajes tratando de hacerte tropezar… A medida que avanzamos me sentí muy cómoda hablando porque efectivamente llegamos a lo contrario de falsas impresiones. Los hechos son mis mejores amigos, los hechos siempre han sido mis amigos”.

La falsa conspiración

Así que, según dice, esos agente decidieron que no había cometido ningún delito y que hizo bien en quedarse con el dinero que le había regalado el Rey, porque de lo contrario podría haber sido acusada de blanqueo de capitales. Con la conciencia nueva y el cuerpo agotado, Larsen trata de retomar su nueva vida y es aquí cuando habla de un "espía" que, aunque ella asegura que está en misión para los servicios secretos españoles o para el exrey, nosotros, Vanitatis, podemos asegurar, de nuevo, que no es más que una casualidad.

Foto: Corinna Larsen, en una imagen de archivo. (Getty)

Habla, como avanzábamos la semana pasada, de un artículo publicado en nuestro medio. Unos amigos de uno de nuestros periodistas se encontraron a Corinna en un restaurante, un local de moda en Nueva York al que todos acuden a ver y ser vistos. Mientras Corinna habla de los enormes esfuerzos que hace para no ser vista, nuestros contactos nos aseguran que ese local no es el mejor lugar donde pasar desapercibido.

Era, como contamos, Semana Santa de 2021 y recibimos la llamada divertida de una persona que nos contaba que tenía a Corinna en la mesa de al lado. Le pedimos que hiciera fotos, que nos contara, y partir de ahí elaboramos un reportaje sobre su estancia en Nueva York y su nueva relación con un director de orquesta italiano, Alvise Casellati. Este italiano afincado en Nueva York aparece en su relato como su "novio", alguien con quien quería pasar unos días tranquila pese a que no lo logró. Porque, en el pódcast, definen a nuestros contactos como "espías", nada más lejos de la realidad.

Investigación imaginaria

Lo que Corinna llama “una columna de chismes” propiciada por un espía que asegura ha sido denunciado a su empresa. “Recibimos una respuesta muy evasiva, que decía que el señor [llamémosle X] estaba haciendo esto a título personal y así hasta la fecha, siendo una investigación en curso. Muestra cuán lejos pueden llegar los tentáculos”. Los tentáculos, en este caso -no sabemos cómo ha sido en el resto, pero no deja de sembrar dudas- son fruto de la casualidad.

Foto: Corinna Larsen, en una imagen de archivo. (Getty)

Volvamos a su victoria. Ella misma se muestra satisfecha, en el pódcast la definen como “una mujer feliz”, y habla incluso de su nuevo trabajo. “Mi nueva actividad gira en torno a la resolución de irregularidades financieras y delitos relacionados con sanciones. Ahora de forma inesperada estoy trabajando en un campo en el que me vi obligada a enfrentarme tras esta terrible experiencia de acoso. Estoy ocupada tantas horas del día como puedo”.

Un nuevo reto profesional con unas cuentas a rebosar. Habla de la casa en Chyknell Hall, una mansión de 80 hectáreas, en el condado de Shropshire, que compró en 2015 por 6,65 millones de euros con el dinero que le regaló el Rey emérito. A esta propiedad hay que sumar el anillo que don Juan Carlos le regaló supuestamente para pedirle matrimonio. Una alianza que tiene grabada una fecha que probablemente sea simbólica para la pareja, el 22-1-10.

Terreno en Marruecos

El anillo, del que la productora del pódcast, Project Brazen, nos facilitó una imagen, es un un diamante de forma octogonal con otros dos brillantes a los lados. En Vanitatis hablamos en su momento con Ignacio Torres, de It Ignacio Torres, quien nos informó de que es un “diamante talla esmeralda de 7-10 quilates con un color de D-F y pureza VV2-Vs2”. Este experto valoró la joya entre el medio millón y los 800.000 euros.

Hay que sumar además un terreno que cuenta Corinna que tiene en Marruecos y que le regaló el rey alauí Mohamed VI en una visita al país. “Se prendó de ella”, aseguran en el pódcast, en un viaje que hizo con don Juan Carlos. Otro regalo que ella acepta y que forma parte de su patrimonio.

Foto: Corinna Larsen, en una imagen de archivo. (Getty)

Finalmente, Corinna aborda también la decisión de demandar al exmonarca español en Londres y avisa de que esta guerra no ha terminado, pase lo que pase en la corte británica. “Nunca nadie debería volver a sufrir este acoso en España. Parece que de alguna manera desde la perspectiva legal británica podríamos estar creando un precedente de cara al futuro, sobre cómo tratar a las personas que se interponen en el camino de personajes importantes de la Casa Real. Creo que si creamos una jurisprudencia en la que las personas con inmunidad legal, cuando abusen a personas vulnerables, ya sean mujeres, niños extranjeros o en realidad cualquier persona, esta idea de que están cubiertos de inmunidad soberana, y por lo tanto exentos de responsabilidad, es algo que debería pertenecer al pasado”.

Si alguien espera que Corinna Larsen pierda en su enfrentamiento contra Juan Carlos I, debe saber que la empresaria alemana ya ha ganado. Hace tiempo que lo hizo. Lo cuenta ella misma en el pódcast ‘Corinna y el Rey’. Porque se quedó los 65 millones de euros que el exmonarca le entregó, además de un anillo que vale entre medio millón y 800.00 euros, y un terreno en Marruecos que asegura que le regaló el monarca alauí Mohamed VI.

Rey Don Juan Carlos
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