El reciente viaje de las Infantas a Abu Dabi, la confirmación de que Juan Carlos I no vuelve

Una desde Madrid y la otra desde Barcelona. El último viaje de las infantas Elena y Cristina a Abu Dabi no es más que la certificación de los malos augurios de Juan Carlos I. Desde el pasado verano, desde que volviera de España en mayo, les repite a los suyos que, aunque quiere, no puede.

No, no puede volver a España por el momento y que sus hijas estuvieran con él hace unos días demuestra que su próximo retorno queda lejos. Lo sabemos todos desde hace tiempo: sus deseos ya no son órdenes, ni mucho menos.

El puente de la Purísima fue el momento escogido por las hermanas de Felipe VI para ir a visitar a su padre, tal y como ha sabido Vanitatis a través de fuentes solventes. Un viaje que confirma lo que ya avisamos en esta página en septiembre: por ahora, el Rey no vuelve. Así se lo ha repetido a sus hijas, quienes quieren estar con él en enero, cuando don Juan Carlos cumpla 85 años. El viaje de hace unos días se antojaba perfecto y, además, discreto. Porque desde que don Juan Carlos viajara a España, las visitas de sus hijas a Emiratos se han convertido en una cuestión hermética muy difícil de saber.

Desde verano

En verano, por ejemplo, estuvieron ambas, pero llegar hasta la información parecía cosa improbable. Había que insistir y preguntar más intensamente y a más personas de lo habitual, y las respuestas no siempre eran directas.

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Ha sucedido lo mismo con este viaje, el último que han hecho doña Elena y doña Cristina para estar con su padre. “Hay mucho secretismo, un hermetismo sin precedentes, más que nunca”, nos dicen fuentes del círculo íntimo del exrey y sus hijas. “Cuando volvió de España lo hizo muy tocado, se notaba que no estaba satisfecho, y pidió que nadie hablara, que su figura pasara desapercibida para todos, que así su vuelta sería más factible”.

Así fue durante un tiempo, ya que ni siquiera sus amigos más mediáticos nos contaban públicamente, como solían hacer, que lo habían visto, que estaba bien, que si sus ganas de volver… Incluso paró las intenciones de unos amigos, que querían escribir un comunicado para pedir que el exmonarca pueda volver. Nada de eso, don Juan Carlos pidió silencio.

Corinna, otra vez

Y si en verano ya había comunicado a los suyos su decisión de aplazar su vuelta ‘sine die’, la batalla legal y mediática de Corinna Larsen en los juzgados británicos y en su pódcast ‘Corinna y el Rey’ no ha hecho más que confirmar que la decisión era la adecuada. Don Juan Carlos no estará en España por Navidad, ni mucho menos, y tampoco sabe cuándo podrá fijar una nueva fecha para volver. Es algo de lo que ya ni siquiera habla.

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En agosto, en Vanitatis supimos que sus hijas habían estado con él, pero esta vez por turnos. Primero estuvo doña Elena y después doña Cristina. La hija menor de los reyes Juan Carlos y Sofía pospuso su viaje porque antes se iba a la boda de los sobrinos de su ex, Iñaki Urdangarin, en EEUU. Un viaje que, por cierto, no fue visto con buenos ojos por el exmonarca. “Fue ella la que insistió en ir -nos cuentan-, que tenía muchas ganas y quería estar con la familia Urdangarin, y ante eso, ningún padre puede hacer nada”.

De Madrid y Barcelona

Desde la visita doble en agosto, no teníamos información sobre más viajes, y eso que antes, desde que don Juan Carlos se fue, supimos de los continuos movimientos de las Infantas, en especial de doña Elena, que ha estado viajando a Abu Dabi durante años casi cada dos meses.

No ha sido hasta el citado puente de la Purísima o de la Constitución, fecha importante en el calendario vital del exrey, que hemos sabido que sus hijas han pisado Emiratos. El medio 'Informalia' informaba hace unos días de la visita de doña Elena, aunque han sido las dos quienes han viajado. Despegaron, como decíamos, cada una de una ciudad diferente.

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La infanta Elena, como siempre, lo hizo desde Barajas, donde la seguridad del aeropuerto siempre tiene conocimiento con antelación de su llegada. La infanta Cristina, por su parte, lo hizo desde El Prat, aeropuerto que tenía más cerca porque estaba en Barcelona para pasar unos días con su hijo Pablo. La vimos en el Palau Blaugrana un miércoles, visita de la que también Vanitatis tuvo información en exclusiva, y el jueves siguiente pasó un rato con Pablo en las instalaciones deportivas del Barça. Unas horas juntos para desaparecer después en los pasillos del citado aeropuerto.

Las navidades

Cristina de Borbón ha aprovechado su viaje, además, para descansar junto a su padre. No está siendo un año muy sencillo para la hermana de Felipe VI. Directora del Área Internacional de la Obra Social La Caixa, ha pasado todo el otoño de aquí para allá. Sus obligaciones laborales, que son muchas, la han llevado a Mozambique, Perú y la India, donde ha dado discursos y se ha reunido con decenas de entidades y pequeños empresarios.

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Ha tratado de combinar esos viajes con visitas esporádicas a Barcelona para encontrarse con su hijo Pablo y, además, seguir de cerca los estudios de la pequeña de la casa, Irene, quien está este año en el último curso de bachillerato. Y todo, pendiente también de sus otros hijos, Juan y Miguel. Sin olvidar, claro, el proceso de separación del que ha sido su marido durante casi 25 años. Con Urdangarin está de acuerdo en todo, nos dicen, pero esa traición la carga la Infanta de por vida.

Poder estar en Abu Dabi con su padre y su hermana mayor, su gran apoyo, ha sido un bálsamo que le servirá para encarar las vacaciones navideñas con más fuerza. Y veremos, entonces, si esa fuerte relación que la une a los Urdangarin se mantiene y visita Vitoria, como ha hecho durante largos años, en Navidad. Lo hemos visto: en esta familia, todo puede pasar.