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El rey Mohamed VI vuelve a Gabón a un retiro de lujo en sus terceras vacaciones del año
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El rey Mohamed VI vuelve a Gabón a un retiro de lujo en sus terceras vacaciones del año

La estancia del soberano alauí en su mansión de la península paradisiaca de Pointe-Denis arroja dudas sobre la celebración en enero de la cumbre bilateral con España

Foto: Mohamed VI. (Getty/Carlos Álvarez)
Mohamed VI. (Getty/Carlos Álvarez)

El rey Mohamed VI de Marruecos inició el día de Navidad unas vacaciones en su mansión de la península de Pointe-Denis, en el estuario del río Komo, que se caracteriza por una sucesión de largas playas de arena fina. Está a una decena de kilómetros de Libreville, la capital de Gabón.

El diario oficialista marroquí 'Barlamane' presentó el viaje del monarca a Gabón como una “visita bilateral” de trabajo, pero otros periódicos digitales también afines al poder, como 'Rue 20', no se andan con rodeos. Dejaron claro que se trataba de “unas vacaciones especiales que coinciden con el Año Nuevo”.

Foto: Mohamed VI. (Getty/Carlos Álvarez)

Es la segunda vez, en lo que va de año, que el soberano alauí disfruta de unos días de descanso en ese país de África Occidental con cuyo presidente, Ali Bongo, está muy unido. Su primer viaje, después de la pandemia, Mohamed VI lo hizo a Gabón a finales de febrero. Allí permaneció cinco semanas. Regresó a Marruecos a principios de abril justo antes de iniciarse el Ramadán (mes de ayuno para los musulmanes).

El rey habrá pasado en total este año algo más de cinco meses fuera de Marruecos. A sus dos estancias en Gabón hay que añadir los cuatro meses largos que pasó en Francia, interrumpidos por tres viajes relámpago a Rabat, entre el 1 de junio y principios de octubre. Los repartió entre el palacete cerca de la Torre Eiffel, que adquirió en julio de 2020 por 80 millones de euros, y el castillo de Betz, a 75 kilómetros al noreste de París. Su padre, Hassan II, compró esa propiedad en los años setenta. De su paso por París hay varios testimonios gráficos, entre otros el del famoso vídeo que salió a la luz a finales de agosto, en el que aparenta tener algunas dificultades para mantener el equilibrio.

En Pointe-Denis, el monarca suele llevar una vida relajada con paseos y compras en algunas tiendas. No se sabe qué amigos acompañan al soberano en estos días. Los tres hermanos Azaitar, expertos en artes marciales, suelen formar parte de su séquito. A ellos se ha añadido desde hace unos meses otro deportista con el mismo perfil, el melillense Yusef Kaddur, que llegó a ser viceconsejero de Deportes en su ciudad. Estaba al lado del rey en el vídeo viral de París y en otro, grabado el 6 de diciembre, celebrando en Rabat la victoria en el Mundial de la selección marroquí frente a la española.

Una fragata de la Marina Real marroquí, con un puñado de soldados de las fuerzas especiales, suele estar anclada no muy lejos de su residencia por si surgiera alguna amenaza para su seguridad, pero hasta la fecha nunca tuvo que intervenir ni siquiera en enero de 2019 cuando se produjo un amago de golpe de Estado en Gabón.

Si la estancia que empezó el domingo en Pointe-Denis tuviese la duración habitual de las vacaciones de Mohamed VI en ese país, la reunión de alto nivel (RAN), es decir, la cita entre los gobiernos de España y de Marruecos, no podría celebrarse en enero. Esta siempre incluye una audiencia del presidente español con el monarca. La RAN debería convocarse cada año, según el tratado de amistad hispano-marroquí de 1991, pero la última fue en 2015.

Foto: Mohamed VI. (Getty/Carlos Álvarez)

No sería la primera vez que el apego del soberano por la península de Pointe-Denis altera la agenda de la política exterior marroquí. A principios de diciembre de 2019, Mohamed VI prolongó sus vacaciones en su mansión gabonesa más allá de lo previsto y dio plantón nada menos que a Mike Pompeo, secretario de Estado de EEUU. Una audiencia real y una cena prevista entre ambos tuvieron que ser canceladas.

Los ministros de Asuntos Exteriores de ambos países, José Manuel Albares y Nasser Burita, anunciaron, el 21 de septiembre en Nueva York, que esa cumbre se celebraría antes de fin de año. En sus encuentros de noviembre la aplazaron hasta fijarla para la última semana de enero o la primera de febrero. Albares explicó ese retraso porque las agendas del presidente Pedro Sánchez y de Mohamed VI estaban muy cargadas.

Fue en Pointe-Denis donde el soberano alauí leyó, el 14 de marzo pasado, la carta que le envió el presidente Sánchez alineándose con la solución propugnada por Rabat para resolver el conflicto del Sáhara Occidental. Cuatro días después reprodujo amplios extractos de esa misiva en un comunicado real con el que puso fin a la crisis desencadenada por Marruecos con España hace ahora dos años. La publicación del comunicado pilló por sorpresa al Gobierno español, cuyo ministro de Exteriores improvisó ese día una rueda de prensa en Barcelona.

Con la visita de Sánchez a Rabat, el 7 de abril, y la publicación de una declaración conjunta, quedó sellada la reconciliación con el vecino marroquí, pero casi nueve meses después no solo no se ha celebrado la cumbre entre los dos gobiernos, sino que tampoco se ha avanzado en otros ámbitos. No se ha reabierto, por ejemplo, la aduana comercial de Melilla, cerrada en 2018 por las autoridades marroquíes, ni se ha inaugurado una en Ceuta. En la fachada atlántica no se vislumbra un acuerdo sobre el reparto de aguas entre Marruecos y Canarias.

El rey Mohamed VI de Marruecos inició el día de Navidad unas vacaciones en su mansión de la península de Pointe-Denis, en el estuario del río Komo, que se caracteriza por una sucesión de largas playas de arena fina. Está a una decena de kilómetros de Libreville, la capital de Gabón.

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