Los looks invernales de Victoria y Silvia de Suecia para acudir a la ópera
Las mujeres más reconocibles de la monarquía nórdica han acudido a disfrutar de una jornada de ópera enfundadas en estilismos a la altura de la ocasión
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Tras el fallecimiento de Constantino, el último rey de Grecia, hace apenas una semana, las casas reales europeas no han dejado de ocupar titulares los últimos días. Sin embargo, como bien avanza el refrán, ‘después de la tormenta viene la calma’. Mientras la familia helénica de sangre azul, encabezada por doña Sofía, ha mostrado hace escasos minutos su rostro más serio en una comida privada, los reyes suecos se han encargado de devolver al universo ‘royal’ su faceta más fantasiosa.
Carlos Gustavo y Sílvia de Suecia, reyes del país nórdico, han acudido, junto a sus hijos la princesa Victoria y el príncipe Carlos Felipe, a disfrutar de una velada de música clásica, concretamente en la Ópera de Estocolmo, con motivo del 250 aniversario de este emblemático edificio. Este gesto de apoyo hacia la cultura nacional ha sido acompañado de unos looks invernales de gala a la altura de la ocasión, regida bajo el ‘dress code’ de etiqueta. Así, una vez más, ambas mujeres han hecho gala de sus reconocibles estilos.
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La heredera del trono ha decidido deslumbrar a los allí presentes con un total look blanco, elaborado en crepé de seda, conformado por un vestido largo de tirantes anchos con estructura de línea recta central y silueta recta con falda de cierta fluidez, como pieza principal, acompañada por una original capa de escote en V rematada por plumas en sus extremos.
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Este accesorio no solo ha otorgado una mayor personalidad al look, sino que además se ha convertido en una magnífica y sutil idea para complementar y elevar los vestidos durante la temporada de bajas temperaturas. Consciente del poder de los accesorios, Victoria de Suecia ha finalizado su estilismo con un clutch rectangular de terciopelo negro a modo contraste y una discreta joyería plateada.
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Por otro lado, su madre ha preferido la opción fetiche entre las mujeres de su edad al lucir un maxiabrigo de pelo, suponemos que sintética, en color marrón chocolate, que apenas nos ha permitido ver el diseño seleccionado por la reina de Suecia para la ocasión. Sin embargo, bajo los escasos huecos de la prenda podemos contemplar un modelo largo, realizado en estampados de distintas tonalidades de verdes con aires de arte contemporáneo, de falda rígida en forma de campana, acompañado por un pañuelo verde pistacho a conjunto.
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Ajenos a la polémica
De esta manera, la familia real sueca, que nos tiene acostumbrados a compartir numerosos compromisos en su agenda, ha vuelto a demostrar su férrea unión tras la polémica generada a raíz de las declaraciones de Carlos Gustavo acerca de la ley sálica, que consiguieron dar la vuelta al mundo.
Hace tan solo tres semanas, los medios suecos ofrecieron un adelanto de la entrevista que ha concedido el monarca a la estatal SVT con motivo de su 50º aniversario en el trono, que celebra este año. Y es que, más allá de analizar y hacer un repaso por ests 50 años, quiso opinar sobre la derogación de la norma que dejó a su hijo Carlos Felipe fuera del puesto de heredero en favor de Victoria, la primogénita del monarca.
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A pesar de encontrarse en público y tener a toda la audiencia pendiente, no tuvo problema en confesar que el cambio en la línea de sucesión por esta derogación de la normativa hasta entonces vigente fue "un error y una injusticia" con su hijo: "Tener leyes que funcionan de forma retroactiva no es muy inteligente, lo sigo pensando. Mi hijo, el príncipe Carlos Felipe, ya había nacido y de repente hay un cambio que le dejó sin nada. Es bastante extraño", afirmó.
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Sin embargo, este discurso, que fue duramente criticado a nivel internacional, parece no haber afectado en absoluto a la confianza siempre reinante entre el cabeza de la familia real sueca y sus hijos.
Tras el fallecimiento de Constantino, el último rey de Grecia, hace apenas una semana, las casas reales europeas no han dejado de ocupar titulares los últimos días. Sin embargo, como bien avanza el refrán, ‘después de la tormenta viene la calma’. Mientras la familia helénica de sangre azul, encabezada por doña Sofía, ha mostrado hace escasos minutos su rostro más serio en una comida privada, los reyes suecos se han encargado de devolver al universo ‘royal’ su faceta más fantasiosa.