Cristina e Iñaki, un año de la separación tormentosa: ¿por qué no se divorcian?

La aparición de Ainhoa en la vida de Iñaki Urdangarin desencadenó la tormenta familiar en la vida de tres familias: Borbón, Urdangarin y Armentia. Las imágenes publicadas por la revista 'Lecturas', en las que se veía al marido de la infanta Cristina paseando de la mano de la que hoy es su novia por una playa del País Vasco francés, fueron el principio del fin. En aquel primer momento, hubo varias interpretaciones para esas instantáneas del todo inesperadas. Incluso se llegó a comentar que la chica rubia podía ser una sobrina o una amiga del matrimonio con problemas personales.

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En el caso de Iñaki, su situación emocional tras su paso por la cárcel era de aparente estabilidad matrimonial. Al menos, así se ofrecía a la prensa por parte de amistades de la pareja. Lo que se desconocía era si esta nueva infidelidad tenía poco recorrido, tal y como sucedió con una historia pasada, según se cuenta en el libro 'Los secretos de la infanta Cristina', firmado por quien esto escribe, o era algo más serio.

Resultaba incomprensible que Urdangarin hubiera sido tan poco cuidadoso para que le pillaran en un escenario tan complicado, que daba al traste con veinticinco años de matrimonio. Salvo que, efectivamente, quisiera comenzar una nueva vida donde ya no había sitio para la infanta Cristina.

La incógnita de esta ruptura se formalizó el 24 de enero del año pasado con el anuncio vía comunicado conjunto enviado a través de la agencia EFE. En dicho escrito, y como ya es habitual en este tipo de desencuentros de gente pública, anunciaban con un eufemismo “la interrupción matrimonial”, además de pedir “el máximo respeto” y subrayar “el compromiso con sus cuatro hijos”.

Por otro lado, también se supo que Ainhoa Armentia había iniciado los trámites de divorcio, que, al plantearlo de mutuo acuerdo, solucionó enseguida. No hubo declaraciones de ningún tipo por parte del marido, que continuó con su vida alejada de los medios. A pesar de haber recibido ofertas importantes para conocer su versión, su respuesta fue siempre la misma: "No".

Sin embargo, el caso de Urdangarin ha resultado menos comprensible. Un año después, sigue casado legalmente con la infanta Cristina y, que se sepa, no han iniciado los trámites de divorcio. La hermana de Felipe VI mantiene su compromiso matrimonial con el símbolo de la alianza en su mano derecha. Una sortija que recibió de manos de su marido el 3 de mayo de 1997 en la catedral de Barcelona. Ese día, en sus votos matrimoniales se prometieron amor, fidelidad y protección mutua. Tanto en la riqueza como en la pobreza y “hasta que la muerte nos separe”.

Tal y como narra el libro 'Urdangarin. Relato de un naufragio', de Nacho Gay, director de Vanitatis, para el exduque de Palma la cárcel supuso el punto de inflexión de su nueva vida, donde la familia Borbón Grecia ya no pintaba nada. Por ello, comenzó otro capítulo emocional con Ainhoa Armentia. Una relación que parece estable, aunque aún ni sus cuatro hijos tengan conexión con la que comenzó siendo compañera de oficina y paño de lágrimas y ahora es su pareja.

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Ante este panorama, llama la atención que todavía la Infanta y su marido mantengan el vínculo matrimonial. Hay razones para imaginar que esa ruptura ratificada con una sentencia que por ahora no existe tenga que ver con cuestiones crematísticas. Urdangarin dejó de percibir remuneración económica oficial al despedirse de la gestoría que le permitió vivir en libertad en Vitoria. Para acceder a ese tercer grado era importante tener arraigo (la casa de su madre) y un contrato laboral para que Instituciones Penitenciarias le facilitara finalizar su proceso penal.

En la actualidad, Urdangarin no tiene empleo conocido, como él mismo se encarga de transmitir, pero sí los suficientes ingresos para viajar a Barcelona e incluso un par de veces a Ginebra. ¿Puede ser que la infanta Cristina corra con todos los gastos de su todavía marido? Y si es así, ¿cuál es la razón desconocida para que lo haga? Y otra pregunta para los que fueron la representación del matrimonio modelo: ¿llegará el divorcio cuando Irene cumpla este verano su mayoría de edad?