Pippa Middleton y su piscina infinita que está causando problemas a la Casa Real británica
La hermana de Kate Middleton y su marido han adquirido una finca en Berkshire valorada en 15 millones de dólares, cuyas reformas no están siendo aprobadas por los especialistas
Pippa Middleton y su marido, James Mathews, se hacían el pasado mes de diciembre con una nueva propiedad en Berkshire, valorada en 15 millones de dólares, que pretenden reformar. Entre las lujosas reformas que querrían introducir en la casa se encuentran una cancha de tenis cubierta con AstroTurf y una piscina al aire libre, pero no se trata de una piscina normal. La pareja quiere construir una piscina enorme, de 82 metros de largo por 19 de ancho.
También tienen pensado instalar una cafetería, un zoo con animales de granja y cabinas para alojarlos, un área de glamping y una tienda con productos de la propia granja, así como un restaurante y un granero con materiales ecológicos que se utilizaría como zona infantil. Todo esto con la idea de vivir en una granja y poder hacer de la vida orgánica un negocio, algo que interesaría mucho a Pippa.
A pesar de que la pareja ya ha reunido el dinero y han emitido varios avisos de desahucio a los inquilinos que ocupaban propiedades menores en la recientemente adquirida finca de Berkshire, no todo son buenas noticias. La hermana de Kate Middleton y su marido están teniendo problemas en cuanto a la construcción de la piscina, ya que especialistas empleados por el ayuntamiento local han cuestionado las decisiones de instalar tanto la piscina como la cancha de tenis.
La piscina iría en una zona que, actualmente, se usa como un magnífico huerto. “Tengo una serie de preocupaciones en torno a cesar el uso agrícola a favor de un uso recreativo o de ocio”, informaba el funcionario de conservación. Además, con la nueva obra, es posible que se perdiera tejido histórico en uno de los antiguos muros que pretenden perforar. El responsable de conservación ha solicitado planos más detallados de la pista de tenis y de la pérgola propuesta para poder analizar la situación.
Tampoco han obtenido buenas noticias del arqueólogo jefe del ayuntamiento, que ha destacado aparentes deficiencias en un informe sobre el patrimonio que encargaron Pippa y James. “No me consta que sus nuevos propietarios hayan consultado el Historic Environment Records”, afirmaba el arqueólogo, algo que es fundamental a la hora de adquirir una nueva propiedad en la zona, según lo exige el National Planning Policy Framework.
Por si esto fuera poco, la nueva mansión de los Matthews está cerca de muchos yacimientos de la Edad de Piedra Media, y la excavación de una nueva piscina podría afectar a los yacimientos arqueológicos ya existentes. Para evitarlo, el ayuntamiento recomienda "la excavación de zanjas o pozos de sondeo" donde se propongan obras.
De momento, las posibles reformas se encuentran en observación, y habrá que esperar al dictamen de los profesionales para ver si Pippa y James pueden construir su piscina soñada o, por el contrario, se ven obligados a desechar la idea.
Pippa Middleton y su marido, James Mathews, se hacían el pasado mes de diciembre con una nueva propiedad en Berkshire, valorada en 15 millones de dólares, que pretenden reformar. Entre las lujosas reformas que querrían introducir en la casa se encuentran una cancha de tenis cubierta con AstroTurf y una piscina al aire libre, pero no se trata de una piscina normal. La pareja quiere construir una piscina enorme, de 82 metros de largo por 19 de ancho.