El acto de Vargas Llosa nos devuelve a la infanta Cristina más royal: de Cabo Verde a París con Juan Carlos I

Cada vez más presente, como una gota que cae y poco a poco forma un charco, un lago, un océano. La infanta Cristina ha empezado a dejarse ver, a dar incluso discursos, a pasar las navidades en Zarzuela, a ser ella de nuevo. Lo hace después de haberlo abandonado todo por su todavía marido, Iñaki Urdangarin, quien vive ya su vida con otra mujer, después de renunciar a sus privilegios por su matrimonio.

La hemos visto este jueves en París: atrás queda aquella Infanta compungida, cabizbaja y de triste sonrisa perenne. Ha dado paso a una mujer empoderada, que lidera su vida, su profesión y acude a actos importantes sin tener que dar explicaciones.

El pasado otoño lo vivió subida en un avión, de viaje en viaje por trabajo. Y ha empezado el año 2023 del mismo modo. Antes de estar esta semana en París con su padre, el rey Juan Carlos I, en el homenaje al nobel Mario Vargas Llosa, la hermana de Felipe VI ha estado en Cabo Verde por motivos laborales. Y de nuevo, se ha dejado hacer fotografías, ha charlado con quienes se reunía e incluso con quienes se encontraba. Como ya hizo en la India a finales de noviembre, en Cabo Verde ha mostrado su faceta más royal.

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Lo hemos visto este jueves en la capital francesa: sonrisa auténtica, charlas con su padre y sonrisas con la familia Vargas Llosa al completo. La Infanta apareció con una chaqueta marrón de lentejuelas y las uñas pintadas a juego, un detalle que da una idea de su estado de ánimo.

De Zarzuela a Grecia

Nos lo decían quienes la conocen, y lo siguen diciendo: “Ha pasado página”, opinan. Desde Vanitatis contactamos con quienes estuvieron con ella en la India y corroboraron la versión. Sin entrar en los detalles personales que puedan afectar a su estado de ánimo, nos contaron lo amable y divertida que estuvo doña Cristina el pasado noviembre en la región de Uttar Pradesh: “Ha estado muy cálida y simpática con nosotros. Es una persona bien fundada y muy sencilla”.

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La vimos este mes de enero en Grecia, en el funeral de su tío, el rey Constantino II. Llegó rodeada de sus hijos, tranquila y serena, y acompañó a sus padres como una más de la familia. Lejos queda ya aquel ‘cordón sanitario’ que se creó a su alrededor y al de toda su familia tras el estallido del caso Nóos. La desaparición de Urdangarin de su vida la ha devuelto a su familia. No todo tiene que ser una mala experiencia.

Con los Reyes

Así, en navidades pernoctó en Zarzuela, algo que ha podido hacer en muy contadas ocasiones en los últimos años. Y además comió con todos los suyos, su madre, su tía Irene, su hermana Elena y sus hijos también. Al grupo se sumaron los reyes Felipe y Letizia y sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía. Como si nada hubiera sucedido en todo este tiempo.

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Y así es como ha estado en París esta semana. La escudera de su padre, ofreciéndole su brazo y compartiendo sonrisas en unos momentos complicados para él. Don Juan Carlos vive en Abu Dabi expatriado, con ganas de volver a pisar territorio español. De hecho, cuando ayer le preguntaron si volvería pronto a España, el viejo Rey anunció: "Seguramente". Y sus hijas y las continuas visitas que hacen a Emiratos son un balón de oxígeno sin el que su estancia en el extranjero sería mucho más dura. Nos lo dicen desde el entorno inmediato del exmonarca, quienes aplauden la actitud de las Infantas hacia su padre.

Apoyo de sus padres

Y ahora, cuando Cristina de Borbón necesitaba apoyo emocional, lo ha encontrado en su familia. Su madre, la reina Sofía, ha sido fundamental para su vuelta a casa, y su padre, para su vuelta a la vida pública.

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El viernes pasado, sin ir más lejos, doña Cristina estaba en Cabo Verde como directora del Área Internacional de la Fundación La Caixa. Junto con el presidente de la Fundação Calouste Gulbenkian, António M. Feijó, participó en la inauguración de un laboratorio que forma parte del proyecto Incubator. Este programa, que tiene como objetivo conocer la incidencia y la biología del cáncer de próstata entre la población masculina, se desarrolla en Cabo Verde y Mozambique. Y es precisamente en el país africano donde doña Cristina emprendió su gira internacional el pasado mes de septiembre. Una vuelta por medio mundo que pasó por África, Latinoamérica y Asia.

“Llevamos cinco años implementando Work4Progress en India y estamos muy contentos con los resultados. Se han puesto en marcha más de 7.000 microempresas y se han creado más de 14.000 puestos de trabajo”. Lo dijo la propia hermana del Rey en el discurso de clausura de su viaje a la India, en noviembre del año pasado. “Dejamos atrás la financiación de proyectos aislados y aspiramos a contribuir a la construcción de verdaderos ecosistemas de innovación en las regiones donde estamos presentes”.

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Todos sus trabajos de cooperación se engloban en Work4Progress, un proyecto impulsado por el área que dirige, que está operativa en Perú, India y Mozambique, y ha recibido el reconocimiento del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo por sus buenas prácticas. Además, ha sido incluida por el Banco Mundial en su programa de soluciones para impulsar el empleo joven.