La infanta Elena reaparece con Díaz Ayuso tras la marcha de Froilán a Abu Dabi

Era una de las apariciones más esperadas de esta semana, aunque dábamos por hecho que su protagonista no iba a hablar demasiado de todas las noticias que han salpicado a su hijo. Este jueves, la infanta Elena ha reaparecido tras la marcha de Froilán a Abu Dabi. Lo ha hecho junto a Isabel Díaz Ayuso y por una buena causa, y además de sus favoritas: la presentación de una corrida de toros solidaria a beneficio de los Bancos de Alimentos, uno de los pilares de trabajo de la Fundación Reina Sofía.

La decisión de marcharse a los Emiratos Árabes junto a su abuelo, el rey Juan Carlos, ha hecho de esta aparición un revuelo mediático. No solo para poder saber cómo la infanta Elena lleva la marcha de su hijo mayor, alejado del foco mediático en nuestro país, sino también porque junto a la hija mayor del Rey emérito se encontraba el otro protagonista de la semana, Manuel Díaz, el Cordobés, que este mismo Día de los Enamorados se reencontraba con su padre en público después de 54 años reclamando la paternidad.

Mucho más hablador con la prensa ha estado el diestro, que se ha mostrado de lo más feliz tras este esperado encuentro con su padre en el que han podido abrazarse dejando los peores momentos atrás, en los que, a pesar de que la justicia le reconocía la paternidad a Manuel Benítez, este no quería acercar posturas con su hijo, nacido fuera de su matrimonio con Martina Fraysse.

La infanta Elena, eso sí, daba la cara frente a la prensa en el hotel Santo Mauro de la capital para presentar el cartel de una corrida de toros solidaria en beneficio de la FESBAL, la Federación Española de Bancos de Alimentos. Un acto que comenzaba pasada la una de la tarde y que presentaba la periodista Elena Salamanca.

Visiblemente contenta, la infanta Elena no solo se encontraba con el otro protagonista de la semana, sino que también coincidía en este acto con el joven torero Gonzalo Caballero, quien mantiene una estrecha relación de amistad con su hija, Victoria Federica, con el que se la ha relacionado sentimentalmente en el pasado.

Curiosamente, Gonzalo Caballero comenzó siendo un gran amigo de Froilán, pero a través del hijo mayor de la infanta Elena conoció a Vic, como la conocen sus más allegados. Entre ellos surgió algo más que una amistad y llegaron a protagonizar una portada con un beso. No quisieron confirmar su relación en aquel momento, que duró algunos meses allá por 2019, pero no cabe duda de que entre ambos hubo algo especial, que a día de hoy se mantiene como una buena amistad. Pues se han vuelto a ver e incluso han presumido en sus redes sociales de su buen rollo.

Desconocemos si el diestro y Froilán siguen manteniendo una relación estrecha y si le habrá contado el nieto mayor de los Reyes eméritos su decisión de poner tierra de por medio tras los graves altercados ocurridos en un after ilegal en el que tuvo que intervenir la policía, mientras allí se encontraba el hijo mayor de la infanta Elena.

Lo que sabemos es que el sobrino del Rey ya se encuentra instalado en Abu Dabi, donde sus padres pensaban que era bueno que se trasladara. Allí no hay paparazis que puedan seguir sus pasos porque están prohibidos y la privacidad de las personas está muy protegida por ley. Con todo esto, Froilán podrá salir de fiesta por la noche sin tener que ver cómo se publican sus sonadas salidas en la prensa, algo que no gusta a la Casa Real.

La infanta Elena sabe que la presión mediática que vivirá en los Emiratos Árabes su hijo no tendrá color con la que vive en nuestro país y confía en su padre para que tenga a buen recaudo a su hijo mayor. Hemos podido ver cómo la hermana mayor del rey Felipe se subía al escenario para hablar en este acto en el que ha ejercido de madrina, al igual que la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso.

Desde el atril, la hija mayor de los eméritos sí intervenía en el acto con unas palabras. Aquí coincidía, además de con los diestros Manuel Díaz, el Cordobés, y Gonzalo Caballero, con el torero a caballo Leonardo Hernández. Elena iba vestida con una chaqueta de color negro en la que destacaba un llamativo broche prendido en la solapa. La combinaba con pantalón de vestir en color beis, al que añadía un abrigo acolchado en negro.