Un almuerzo ligero con café: el plan secreto de la familia real griega tras la misa funeral de Constantino

La misa de la resurrección o de los 40 días en honor de Constantino de Grecia se celebró en el día de ayer en la catedral de la Asunción de Santa María en Atenas, en una ceremonia íntima y familiar a puerta cerrada y sin la presencia de jefes de estado. La reina Sofía acudió arropada por la presencia de sus dos hijas, las infantas Cristina y Elena, que se desplazaron a la capital griega para acompañar a su madre en el servicio conmemorativo y dar el último adiós al que fue el gran apoyo y confidente de la emérita.

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Para comprender el significado del evento, según la tradición ortodoxa griega, el cuadragésimo día después de la muerte es una fecha importante, ya que se relaciona con la resurrección de Cristo 40 días después de su muerte. Por ello, es imprescindible que se realice una conmemoración recitada en griego bizantino tal y como estipulan las costumbres. En esta ocasión, fue oficiada por el arzobispo de Atenas Ierónimos y el Santo Sínodo de la iglesia ortodoxa griega en presencia de la familia y 250 invitados.

Trescientos agentes de policía patrullaron la zona desde primera hora de la mañana del sábado y regularon el tráfico en las calles aledañas al templo para facilitar una rápida llegada de los asistentes a la ceremonia. A las 11 de la mañana, hora griega (una hora menos en España), la madre de Felipe VI y sus hijas llegaron a la Catedral de Atenas.

La Reina emérita, que había llegado a su país natal junto a su hermana, la princesa Irene, el pasado miércoles, tal y como avanzó en primicia Vanitatis, iba vestida de riguroso luto tal y como ha venido siendo habitual en todas sus apariciones públicas desde que el pasado 10 de enero muriese su hermano Constantino a la edad de 83 años.

Después de ella, la visiblemente emocionada reina Ana María de Grecia, que llegó junto a su hijo Pablo y Marie-Chantal, actuales jefes de la Casa Real helena, y tres de sus hijos, Olimpia, Achilleas y Aristides. A la ceremonia también asistieron la princesa Alexia, sin su marido, Carlos Morales, la princesa Theodora con su prometido, Matt Kumar, y los príncipes Nicolás y Phillippos con sus respectivos cónyuges, Tatiana Blatnik y Nina Flohr.

La ceremonia siguió casi el mismo protocolo que el primer funeral celebrado en honor del exmonarca pero, a diferencia del pasado 16 de enero, cuando se reunieron en la capital griega representantes de catorces casas reales, al templo sólo accedieron miembros de la familia real griega, familiares cercanos y algunas personas vinculadas con el antiguo rey que no habían podido asistir hace un mes por falta de espacio.

Tras la misa de los 40 días, todos ellos se trasladaron hasta la Fundación Stavros Niarchos, un moderno y popular centro cultural de Atenas con amplios jardines, espacios de ocio al aire libre y modernos edificios que albergan la Biblioteca y la Ópera nacionales de Grecia, donde disfrutaron de café y un almuerzo ligero.

Por la tarde, los asistentes se desplazaron al Hotel Grand Bretagne, lugar elegido siempre por Pablo y Marie Chantal en sus visitas a la capital griega para una cena. Pablo y Marie Chantal, que llegaron a Atenas el pasado miércoles procedentes de Nueva York, han sido los grandes protagonistas en los medios de comunicación griegos durante los últimos días. La prensa se ha hecho eco de que la pareja estaba buscando residencia en uno de los barrios más lujosos de Atenas y en Spetses, la isla donde acostumbra a veranear la familia real griega.

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Esta misma mañana los miembros de la Casa Real se reunirán ante la tumba, donde rezarán la oración denominada como Trisagio. El lugar de descanso final de Constantino II, rey de Grecia desde el 6 de marzo de 1964 al 1 de junio de 1973, no difiere mucho en diseño de las tumbas de mármol blanco de sus padres Pablo y Federica, que se encuentran a pocos metros de él en el cementerio real de Tatoi, la finca que fue el primer hogar de Constantino, en cuyos jardines el último rey de los helenos corrió entre risas y juegos junto a sus hermanas Irene y Sofía