El rey Carlos III, en contra de los deseos de su madre: la decisión que lo aleja del legado de la reina Isabel II

Como informa en exclusiva el diario ‘The Mirror’, según la experta historiadora en la Casa Real británica, Tessa Dunlop, Carlos III podría haber cometido un “gran error” al echar de Frogmore Cottage a Harry y Meghan, yendo incluso en contra de los deseos de su madre, la reina Isabel II, fallecida en septiembre.

Recordemos que fue la monarca británica quien obsequió a los duques de Sussex a raíz de su boda en 2018 con el usufructo de esta casita en los terrenos de Windsor. Una casa que reformaron a su gusto, creando un gran escándalo por la astronómica cifra que finalmente tuvo que asumir el príncipe Harry y no cargada como partida de la Casa Real.

Aunque cuando Isabel II regala diferentes propiedades a su familia estos tienen que pagar un alquiler a la Firma, suele ser bastante simbólico, como ocurre con su hijo Andrés, que paga tan solo 250 libras a la semana por el Royal Lodge, una mansión de 30 habitaciones.

Ahora que el príncipe Harry y Meghan Markle han confirmado que la noticia es cierta y que se les ha “solicitado que desalojen” su única residencia en el Reino Unido, ‘The Mirror’ publica que, según esta historiadora, esta decisión del rey Carlos ha sido “terrible”.

En su opinión, el actual soberano ha cometido un error mayúsculo al pedir a Harry y Meghan que abandonen Frogmore Cottage y ofrecérselo al príncipe Andrés. Para Tessa Dunlop son muchos los británicos que, tras escuchar las acusaciones de Harry a raíz de la publicación de su libro de memorias, ‘Spare’, se sintieron felices de que los Sussex abandonaran el castillo de Windsor. Pero, según esta experta, la dura postura del rey ha ido en contra de los deseos de su difunta madre, la reina Isabel II.

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Una soberana que en sus largos años de reinado siempre trató de mantener a Harry a bordo de la monarquía, por lo que dejarle sin residencia en el Reino Unido puede suponer una “óptica terrible” para Dunlop. En declaraciones en exclusiva a este medio, cree que “la respuesta de Gran Bretaña a la noticia ha sido, en general, alegre”, algo que le parece “comprensible” dadas las circunstancias y los dardos lanzados por Harry tanto en su libro como en las entrevistas en las que lo estuvo promocionando.

Este movimiento, que se produjo poco después del lanzamiento de ‘Spare’, el pasado 10 de enero, lo conocíamos algo más de un mes después y dejaba “atónitos” a los duques de Sussex, que no se esperaban este movimiento por parte del padre del príncipe Harry. Una decisión que parece contar con el apoyo de la reina consorte y también de los príncipes de Gales, todos ellos muy saturados con las constantes acusaciones en público de Harry.

Ya le advirtió el rey Carlos a su hijo que la línea roja pasaba por criticar a su esposa, Camila, a la que Harry llegó a denominar como la “villana” en esa relación de tres que vivieron sus padres en una entrevista en televisión. Incluso, los medios británicos se hacían eco de que Harry habría pedido a su padre que no se casara con ella, aunque continuara con la relación, algo que su padre sí hizo.

Sin duda, parece que Carlos III ha querido tomar las riendas de la situación y se ha mostrado rotundo con su hijo pequeño. Un gesto que no era del estilo de la difunta reina Isabel, a la que le gustaba lavar los trapos sucios de la familia en casa otorgando una imagen de tranquilidad. Según esta experta le cuenta a ‘The Mirror’, “una monarquía confiada de hombros anchos habría capeado la tormenta. Con una coronación a la vuelta de la esquina, el rey tiene peces más grandes que freír”, asegura Dunlop.

Ella cree que “en cambio, con el desalojo de la pareja del generoso regalo de la reina de Frogmore Cottage, el rey Carlos va directamente en contra del estilo conciliador de Su difunta Majestad”. Es cierto que la reina Isabel siempre mostró mucha comprensión con los suyos y capeó muchas situaciones difíciles desde la discreción y el silencio de palacio.

Tanto en los divorcios de su hijo Carlos como en el de su hijo Andrés o el de su hija Ana. También con las polémicas que han rodeado siempre a su familia, desde los desmadres de Harry o los de Andrés, que incluso fue acusado de abuso por una joven y tuvo que llegar a un pacto con ella. Al fallecer la reina, se habló de que el semblante tranquilo y sereno de la reina Isabel lo heredó de su padre, el rey Jorge, quien tuvo que reinar bajo la guerra, incluso reconvirtiendo su apellido de origen alemán para desligarse del nazismo.