La breve boda de Iman de Jordania con cuatro mujeres como protagonistas
La princesa se casó con Jameel Alexander Thermiotis en una ceremonia celebrada ante 150 invitados en el palacio de Beit Al Urdun, la residencia de Abdalá y Rania
Fue una boda de cuento de hadas. Un novio nervioso pero pletórico, una novia bellísima y enamorada y una familia feliz. Pero también fue una boda breve, muy breve para lo que estamos acostumbrados en Occidente. En una ceremonia de apenas 15 minutos, la princesa Iman y su hasta entonces prometido, Jameel Alexander Thermiotis, se convirtieron este domingo en marido y mujer. El escenario elegido fue la residencia del rey Abdalá y Rania, el palacio de Beit Al Urdun, decorado especialmente con flores y todo tipo de detalles por la empresa jordana ADegrees, a la que la reina dio las gracias a través de Instagram.
Los invitados, cerca de unos 150, empezaron a llegar a palacio a las seis de la tarde (hora jordana) y en los jardines eran recibidos por los reyes. En la lista se encontraban miembros de la familia real jordana como la princesa Muna, abuela paterna de la novia, la princesa Basma o la princesa Aisha. Sin embargo, hubo grandes ausencias como la de la reina Noor, la última esposa del rey Hussein, aunque comprensibles teniendo en cuenta los dos bandos en los que se dividió la familia después del intento de golpe de Estado del príncipe Hamzah contra su hermano el rey.
سمو الأمير الحسين بن عبدالله الثاني، يرافق سمو الأميرة إيمان بنت عبدالله الثاني لحظة دخولهما إلى مكان الاحتفال بزفاف سمو الأميرة إيمان على السيد جميل ألكساندر ترميوتس في بيت الأردن pic.twitter.com/AXolXhnMmS
— Jordan TV-التلفزيون الأردني (@JrtvMedia) March 12, 2023
Tras la llegada del novio, al que Abdalá y Rania saludaron con cariño, entraron ya los tres al salón. El monarca se sentó en la parte principal, justo delante del imán que ofició la ceremonia, y en el sofá contiguo al que ocupaba su futuro yerno. Por su parte, la reina hacía lo propio en la primera fila junto a su futura nuera y protagonista de la próxima boda real, Rawja, y sus hijos pequeños, la princesa Salma y el príncipe Hashem. Tocaba el turno entonces de la entrada de la novia, que lo hacía del brazo de su hermano mayor y heredero al trono, el príncipe Hussein.
Era entonces cuando se revelaban los dos secretos mejor guardados de la boda: el vestido elegido por Iman y la tiara. La princesa optó por un diseño de Dior de inspiración medieval con escote cuadrado recubierto de un delicado encaje con motivos florales que subía hasta el cuello. Ese mismo encaje se encontraba en el puño de las mangas, con blonda al final. El resto del vestido era totalmente liso y de líneas depuradas, terminado en una pequeña cola.
لحظة ارتداء الأميرة إيمان و السيد جميل ترميوتس خواتم الزواج pic.twitter.com/t7nSArqm3b
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Cabe recordar que el abuelo del novio, Jim Thermiotis, quien falleció en Miami en 2018, fue uno de los griegos más ricos de Venezuela, siendo el responsable de la franquicia en el país de la casa Dior. De ahí la elección de la novia y también de su madre, Rania, que también vestía de la maison francesa.
Iman coronó su cabeza con una nueva tiara. Lo cierto es que la reina Rania guarda algunas en su joyero que bien podría haber utilizado su hija, pero la novia optó por una pieza de diamantes de estilo fringe que sujetaba el velo, lleno de encaje y de motivos florales. Un pequeño ramo de rosas blancas completaba el look nupcial de la joven.
La entrada al salón fue sencilla, sin música y sin que los invitados se levantaran. Iman ocupó su asiento en el mismo sofá que su inminente marido y empezó el rito por el que se convirtieron en matrimonio. Hubo intercambio de anillos, momento en el que se vio a una Rania muy emocionada, y así terminó el enlace, con una felicitación del rey a su hija y a su ya yerno. Luego ya se sucedieron las demás felicitaciones: el abrazo de Iman a su madre, que la recibía con los brazos abiertos, y las felicitaciones al novio de su familia política.
Ya como marido y mujer, Iman y Jameel accedieron a otro de los salones, también decorado para la ocasión, para cumplir con otra tradición: la de cortar la tarta, de seis pisos, con una espada. Lo hicieron ante los invitados, estando Rania en todo momento muy pendiente de que su hija llevara el vestido y el velo bien colocado. Y hasta aquí la parte pública de este enlace.
Consultando a una mujer musulmana, nos cuenta que, efectivamente, así son las bodas de la religión. La ceremonia que celebraron Iman y Jameel se considera más un "acuerdo entre ambas partes". Recibe el nombre de Nikah y forma parte de un ritual que empieza con el Mehendi, que es la fiesta de la henna que la princesa celebró junto al resto de mujeres de su familia el pasado martes; y termina con el Walima, una gran fiesta con comida, música y baile. Se desconoce si la Walima de la princesa se celebró la misma noche del domingo, o todavía tiene que suceder.
Aparte de la novia, hubo otras tres mujeres que se convirtieron en protagonistas con sus estilismos. Ellas son Rania, su futura nuera, Rawja, y su hija Salma. La reina hachemita eligió para la ocasión un diseño de Dior de la colección Fall Couture 2022. En color crema y realizado con seda plisada, el vestido presentaba cuello vuelto y mangas farola; Rawja optó por un vibrante amarillo con una creación de la firma Roksanda, un vestido capa, realizado en crepe y de largo midi, valorado en 2.150 euros; mientras que Salma estrenó un diseño color magenta de Andrew GN, una de las firmas favoritas de su madre.
Lo cierto es que todo lo que ha tenido que ver con la relación entre Iman y Jameel ha sido muy precipitado. Fue el 6 de julio del pasado año cuando la casa real comunicó el compromiso de Iman, la mayor de las dos hijas de Abdalá y Rania de Jordania. Un anuncio que, desde luego, pillaba por sorpresa, ya que no se conocía hasta ese momento ninguna relación sentimental de la protagonista. La corte real hachemita, que ya había dado hace semanas la fecha del enlace de Hussein con Rawja, no dio información de la boda de Iman hasta la pasada semana, cuando Rania confirmó en su Instagram que su hija mayor se casaba este domingo.
La boda fue como todo el periodo de compromiso, rápida y breve, aunque con unos novios muy enamorados. Con Iman ya casada, esperamos con ansias la boda del heredero, el príncipe Hussein, el próximo 1 de junio. Según los expertos, por su condición de futuro rey, será muy distinta, más regia y elaborada, y contará con la presencia de miembros de otras familias reales.
Fue una boda de cuento de hadas. Un novio nervioso pero pletórico, una novia bellísima y enamorada y una familia feliz. Pero también fue una boda breve, muy breve para lo que estamos acostumbrados en Occidente. En una ceremonia de apenas 15 minutos, la princesa Iman y su hasta entonces prometido, Jameel Alexander Thermiotis, se convirtieron este domingo en marido y mujer. El escenario elegido fue la residencia del rey Abdalá y Rania, el palacio de Beit Al Urdun, decorado especialmente con flores y todo tipo de detalles por la empresa jordana ADegrees, a la que la reina dio las gracias a través de Instagram.