Elisabeth de Bélgica recrea, cien años después, las fotos de su tatarabuela en Egipto

La reina Matilde y su hija Elisabeth se han levantado pronto esta mañana en Luxor para continuar con su viaje oficial en Egipto, al que llegaban este pasado martes. Madre e hija han pasado la noche en el mismo hotel en el que se hospedaba su antepasada la reina Elisabeth, apasionada egiptóloga, a quien han querido homenajear en su recuerdo.

Como ha publicado la Casa Real belga en sus redes sociales, la princesa Elisabeth y la reina Matilde han posado en la terraza del mismo hotel con vistas al Nilo en el que la reina Elisabeth tenía una foto de hace 100 años. Hace un siglo, nada más y nada menos, la reina apasionada por la egiptología posaba en el mismo rincón de la terraza del Sofitel Winter Palace de Luxor.

La entonces reina Elisabeth se alojó en muchas ocasiones en este histórico hotel de lujo de 5 estrellas de la era colonial británica que está ubicado a orillas del río Nilo. Aquí mismo pasarán dos noches hospedadas la reina Matilde de Bélgica y su hija mayor, la heredera del trono.

Por lo que nada más desayunar y vestirse, la princesa Elisabeth ha querido recrear la foto de su antepasada, posando en el mismo lugar exacto, pero 100 años después. Tras los posados, para los que han elegido un look de lo más cómodo pero sin renunciar a la elegancia, ambas han comenzado la mañana visitando varios lugares con restos arqueológicos siguiendo los pasos de la difunta reina Elisabeth, quien ha inspirado este viaje homenaje.

Para la ocasión, Matilde ha optado por estrenar un vestido camisero largo de la firma belga Scapa. Un diseño de tela bordada en color beis muy favorecedor que incorpora un maxicinturón en marrón a contraste y cuyo precio es de 529 euros. Lo ha combinado la reina consorte con unos pendientes que también son de estreno, el modelo Raphaël de Sézane, en dorado y beis, a tono con el vestido.

En los pies, mocasines muy cómodos de Tod’s a juego en el mismo beis con hebilla metálica en acabado dorado de su colección. No se ha dejado la reina Matilde las gafas de sol en casa, puesto que Egipto es un país muy cálido donde las temperaturas y el sol pegan fuerte desde primera hora de la mañana. Un diseño de Longchamp que la ha protegido de los rayos de sol al aire libre.

Por su parte, la princesa ha ido muy a tono con el outfit de su madre, con una camisa a juego con pantalón largo en color kaki con un cinturón enmarcando su cintura, como su progenitora, también en marrón oscuro. Un look monocolor con blusa con solapas del que llevaba las mangas largas dobladas de la firma Bash París que era de estreno. El precio de los pantalones es de 335 euros y el de la blusa 305 euros. El cinturón, también de la misma firma francesa, es de piel y su precio es de 150 euros.

Un conjunto muy cómodo y estiloso que Elisabeth ha optado por combinar con unas deportivas nuevas, puesto que se trata de una generación diferente a la de su madre. Las zapatillas son de color blanco y beis de la marca Veja V-10. La princesa heredera belga también se ponía unos pendientes dorados para completar su look, en el que tampoco faltaban las gafas de sol. Los pendientes eran también de estreno, el modelo Ama de la firma Sézane, la misma de los que estrenaba su madre.

Al igual que hiciera la reina Elisabeth en 1930, este miércoles por la mañana Matilde y su hija han visitado las excavaciones de El Kab, uno de los yacimientos arqueológicos más antiguos de Egipto y en los que también han recreado la reina consorte actual y su hija las mismas fotografías en los mismos sitios que su antepasada, que lo visitó con el rey Alberto.

Las excavaciones allí tienen más de 85 años de antigüedad y tanto Matilde como la princesa Elisabeth han podido descubrir los petroglifos de la Roca de los Buitres y han visitado además el templo de Amenhotep III, como ya hiciera la reina Isabel en uno de sus viajes, este concretamente en 1930.

Esta tarde, madre e hija tienen previsto visitar el yacimiento arqueológico de Sheikh Abd el-Qurna, la tumba de Tutankamon y la Ciudad Dorada. Precisamente, la reina Elisabeth fue una de las afortunadas que en 1923, hace exactamente cien años, pudo estar en este momento histórico.

La reina Elisabeth, nacida princesa de Baviera, estuvo presente, junto a su hijo Leopoldo, futuro rey de Bélgica, cuando el arqueólogo inglés Howard Carter abrió la tumba del joven faraón Tutankamon, conocida como KV62. Cien años después, Matilde y la princesa heredera recrearán sus pasos en Egipto, conociendo el legado que dejó su antepasada.