"Me gustaría ser como ella": Elisabeth de Bélgica da una de sus primeras entrevistas en Egipto

Matilde de Bélgica y la princesa Elisabeth apuran el último día de viaje en Egipto tras haber visitado la tarde anterior la espectacular tumba de Tutankamon, como hiciera la tatarabuela de la heredera hace exactamente cien años, en 1923, cuando protagonizó un momento histórico en el momento de su descubrimiento.

La reina belga y su hija mayor llegaban este jueves a Deir el-Bersha, a una excavación realizada por la Universidad de Lovaina, precisamente perteneciente a Bélgica. Para la visita, la princesa Elisabeth optó nuevamente por moda belga en su viaje a Egipto, un llamativo polo de dos colores en amarillo fluorescente y rosa de la marca Essentiel Antwerp, que combinó con un pantalón beis amplio de pinzas y las mismas deportivas del día anterior, el modelo V-10 de Veja.

También eligió llevar los mismos pendientes dorados que le conocíamos un día antes, de la firma Sézane. Un look muy cómodo ideal para bajar hasta siete metros de profundidad, que es lo que ha hecho la princesa junto a su madre ataviada con un casco de seguridad. Las temperaturas son cálidas en el país y no se han olvidado de meter en la maleta prendas primaverales, además de sus indispensables gafas de sol.

Por su parte, la reina Matilde ha optado por ir cómoda con un traje de safari en color beis muy adecuado para la ocasión. Si el día anterior la veíamos con unos mocasines planos muy cómodos, hoy ha decidido seguir los pasos de su hija y calzarse unas deportivas de la misma marca que las de Elisabeth, en este caso el modelo V-12 de Veja. Pendientes en forma de abanico dorado de la firma Sézane, pero diferentes al modelo del día previo. Un par más antiguo que ya ha lucido en varias ocasiones y que ha combinado con sus gafas de sol de Chloé.

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Tras la visita a este yacimiento arqueológico en el que la universidad belga está investigando, ambas han concedido una entrevista a la prensa belga presente en el lugar que las ha acompañado. Pero antes hemos podido ver a madre e hija, con casco de seguridad en la cabeza, descendiendo hasta el interior de la cripta de Nehri II, a unos siete metros de profundidad.

La reina belga ha protagonizado un momento divertido junto antes de bajar en el que le ha dicho al guía: “Me miras preocupada”. Tras emerger por una escalera, Matilde bromeaba con los periodistas que han acompañado a la madre y a la hija en esta expedición y les decía en francés: “Ahora es vuestro turno”.

Poco después, ambas daban unas declaraciones a la prensa y la princesa ha querido recordar a su tatarabuela, la reina Elisabeth, de la que ha dicho que “tanto mi tatarabuela como mi madre me inspiran. Mi tatarabuela, por su sentido de la aventura y su pasión por Egipto. Mi madre, por su propia pasión, por escuchar a los demás y hacerles brillar en su propia profesión”.

Además, ha confesado que “por supuesto que admiro a la reina Elisabeth, por su sentido de la aventura y el papel que desempeñó en la guerra. Era una gran apasionada de la música, lo que también es inspirador. Quizá me gustaría ser como ella”. Elisabeth afirmaba a los periodistas: "Estoy estudiando Historia, entre otras cosas, en Oxford. Para mí es muy importante aprender Historia. Para mí es esencial para entender el presente y el futuro".

La reina Matilde también contaba que “otra parte de la vida es disfrutar del momento, y eso es lo que me ha aportado también este viaje con mi hija. Elisabeth también lo disfrutó y aprendió mucho, la historia, el trabajo que se hace y el contacto con los estudiantes belgas”. Y añadía que “hace un año, el rey y yo decidimos hacer esta visita. Cuando se lo propusimos a Elisabeth dijo inmediatamente que sí. La preparamos a conciencia con reuniones en BXL y visitando varias exposiciones. Fue estupendo hacerlo juntos, pasó demasiado rápido".