Carlos III se queda sin cena de gala en Versalles: por qué se cancela su visita a Francia

Las protestas que se están llevando a cabo en París a raíz de la aprobación del proyecto de ley que eleva la edad de jubilación de los franceses de los 62 a los 64 años por parte de Emmanuel Macron han llevado a tener primero que trasladar el banquete en honor al rey Carlos y la reina Camila, que iba a tener lugar el próximo lunes en el palacio de Versalles, y después a cancelar la visita de Estado, que se acaba de anunciar.

La semana próxima, el nuevo soberano y su consorte tenían previsto un viaje oficial tanto a Francia como Alemania, pero en su primera parada han tenido que alterar la agenda a media mañana de este viernes debido a las protestas que están ocurriendo en la capital. Violentas manifestaciones en algunos casos que son una respuesta directa a la decisión del presidente de Francia de forzar la aprobación del proyecto de ley sin someterlo a votación en el Parlamento.

La violencia generada en las calles parisinas hace imposible celebrar un banquete de Estado en el palacio de Versalles garantizando la seguridad para el nuevo soberano británico, su esposa y el presidente Macron. Aunque en un principio dicho recibimiento no se había cancelado, sino que se proponía ser trasladado debido a las continuas amenazas violentas, finalmente el Elíseo anunciaba que la visita del rey Carlos a Francia tendrá que ser aplazada tras el anuncio de más huelgas y protestas. Una decisión que han tomado en conjunto los gobiernos británico y francés, reza el comunicado de este viernes.

Las protestas se han extendido estos días en París y esta agitación ciudadana sigue desgarrando a la ciudad, que se encuentra con multitud de basura en llamas y acciones de protestas violentas, que se están saldando con un gran número de detenidos.

El ayudante del presidente Macron aseguraba a la cadena de noticias BFM que la lujosa cena no podía celebrarse en el lugar previsto, que era el palacio de Versalles. Se estaban tomando medidas preventivas ante la visita de Estado del rey Carlos III a Francia, la primera como monarca desde que falleciera Isabel II el pasado mes de septiembre. Pero, finalmente, han preferido no poner en riesgo esta visita y aplazarla.

* Si no ves correctamente este formulario, haz clic aquí

"La cena entre Carlos III y Emmanuel Macron, prevista para el lunes, no podrá celebrarse en Versalles, como estaba previsto inicialmente", declaró el asesor del presidente a esta cadena. Según se ha podido saber, los organizadores planeaban "celebrarlo en otro lugar". Se barajaba en un principio el palacio del Elíseo, en el centro de París, para sustituirlo, pero al final esta cena banquete y la visita de Estado han sido cancelados hasta que se calmen los ánimos en Francia.

Este banquete suponía un “momento culminante” de esta visita oficial para el nuevo monarca británico, que será coronado oficialmente el próximo 6 de mayo en el Reino Unido. Este iba a ser su primer viaje a su vecina Francia, y Carlos tenía previsto viajar a París junto a su esposa Camila, reina consorte. La pareja tenía apuntado en la agenda oficial cenar en Versalles el lunes por la noche junto a Macron y otros doscientos invitados por el presidente francés, entre los que también hubiera estado Brigitte Macron.

Estaba previsto que se celebrara un concierto en la capilla real y después se sirviera la cena en platos de porcelana Duplessis fabricados durante el reinado de Luis XV. Versalles, que se encuentra al oeste de la capital, es donde residieron Luis XVI y María Antonieta, los últimos reyes franceses, antes de ser asesinados en la revolución de 1789 en la guillotina. Un palacio construido por el conocido como el rey Sol, Luis XIV, que aún representa la riqueza, ostentación y el privilegio de los miembros de la realeza antes de la Revolución francesa.

Pero las últimas protestas han llevado a los encargados de seguridad a cambiar estos planes. De hecho, la policía de París ha detenido a cientos de personas estos días por tumultos y destrozo de mobiliario urbano.

Las manifestaciones no solo se están dando en la capital, también ha habido protestas dispersas en otras ciudades de Francia que han provocado violencia en las calles a lo largo de toda la semana. Pero en París es donde se han provocado los principales altercados, pues se han prendido montones de basura que, debido a la huelga de los recolectores, se habían acumulado.

El proyecto de ley que desencadenó las protestas aún debe ser revisado por el Consejo Constitucional antes de que pueda convertirse formalmente en ley, pero Macron quiere evitar que la visita de Estado del nuevo monarca británico se vea ensombrecida por los tumultos. Los sindicalistas y otros manifestantes se habían comprometido a interrumpir todos los eventos a los que asistiera el monarca británico, y Versalles habría sido el primer objetivo. Por eso finalmente se ha aplazado esta visita.