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Claves del lenguaje corporal de Charlène y Alberto de Mónaco: así era al principio de su relación y así es en sus últimas apariciones
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Claves del lenguaje corporal de Charlène y Alberto de Mónaco: así era al principio de su relación y así es en sus últimas apariciones

La complicidad del principio de su relación ha dado paso a una relajada convivencia que captan las cámaras. La madurez de la pareja se ve también en su relación

Foto: Charlène y Alberto de Mónaco, en el Día de Mónaco de 2022. (EFE/Daniel Cole)
Charlène y Alberto de Mónaco, en el Día de Mónaco de 2022. (EFE/Daniel Cole)

Los rumores de separación han sido una constante en la relación de Charlène y Alberto de Mónaco. La pareja ha tenido que enfrentarlos en momentos complicados, como la enfermedad de la princesa, que la mantuvo alejada del principado y también de su marido y sus hijos.

En ese momento fue Alberto en solitario quien tuvo que salir al paso y desmentir los rumores, dejando claro que la distancia para ellos no era un problema y que permanecían juntos y más unidos que nunca, algo que parecía confirmarse con el regreso de Charlène, primero a Mónaco y después a la vida pública.

placeholder Charlène y Alberto, en la cena oficial celebrada tras su boda civil en 2011. (EFE/Jochen Luebke)
Charlène y Alberto, en la cena oficial celebrada tras su boda civil en 2011. (EFE/Jochen Luebke)

No ha durado demasiado. Su ausencia en algunos actos, así como unas imágenes en las que aparece paseando por Milán con un look desenfadado, sin maquillar y sin su anillo de casada reavivaban los rumores. La pareja los desmentía comunicado mediante, dejando claro que no se están divorciando, pero también acudiendo juntos a una importante cita, el Premio Monaco Women Forum a la Mujer del Año.

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Cómplices y relajados al principio

Las relaciones cambian con el tiempo y no hay duda de que la de Charlène y Alberto lo ha hecho. No son iguales los principios de una relación que cuando ya está consolidada. El tiempo pasa para todo y en este caso también ha sido así. La pareja se conoció en el año 2000, cuando Alberto era el príncipe heredero, pero no comenzaron su noviazgo hasta el 2006, cuando se dejaron ver cómplices y cariñosos en los Juegos Olímpicos de Turín.

placeholder Alberto y Charlène, en 2009. (EFE/Christophe Karaba)
Alberto y Charlène, en 2009. (EFE/Christophe Karaba)

Las primeras imágenes con las que se confirmó la relación no dejaban lugar a dudas, entre ellos la complicidad era máxima, Charlène se mostraba sonriente, relajada y muy cariñosa, siempre pendiente de Alberto, buscando el contacto. Una actitud que se podía ver también en él, colocando una mano en su cintura o entrelazando los dedos al ir de la mano.

Para mostrar la atracción que sentimos por alguien, el contacto visual es esencial, tal y como recogen los expertos de Avance Psicólogos. Al sentir atracción hacia la otra persona tendemos a mirarla más, “no es necesario mirarla a los ojos constantemente, pero sí mantener el contacto visual”. Esto es algo que en las imágenes del principio de su relación era evidente, no solo se miraban mutuamente, también lo hacían cuando el otro no estaba atento o estaba pendiente de otra cosa.

La postura física también demostraba una gran comodidad y confort entre ellos, acercándose el uno al otro, buscándose e inclinándose para hablar: “Mantenerse muy cerca es una manera oficial de declarar interés”. La pareja solía dejarse ver cogidos de la mano, entrelazando los dedos, mostrando la conexión de su relación y lo cómodos que se sentían juntos.

placeholder Alberto y Charlène, en el Baile de la Rosa de 2011. (Getty/Pascal Le Segretain)
Alberto y Charlène, en el Baile de la Rosa de 2011. (Getty/Pascal Le Segretain)

Tanto entonces como ahora, a la hora de posar para las cámaras, prefieren optar por cogerse de la cintura, un detalle que demuestra cercanía, pero en algunas ocasiones también se entiende como un gesto de posesión, dejando claro que ‘pertenecen’ el uno al otro.

Ahora se muestran menos libres

Como decíamos antes, los rumores de crisis hace tiempo que rodean a la pareja, poco importa que se muestren cariñosos, se abracen o posen mirándose embelesados o que lo hagan manteniendo las distancias. Todo lo que hace la pareja es observado y analizado con gran interés y todo sucede a la vista del mundo.

Charlène hace tiempo que no se muestra tan natural como en los primeros años, ahora está menos relajada y parece más consciente de las consecuencias de todos sus movimientos. De hecho, cuando regresó a Mónaco tras su tiempo ausente, Judi James, experta en lenguaje corporal, explicó al ‘Daily Mail’ que parecía “necesitada y un poco insegura”. En su posado en Mónaco, “Charlène hace lo que parecen más bien señales excesivas para dejar claro su mensaje al resto del mundo, poniendo mucho más esfuerzo que su esposo en lucir emocionada y feliz”.

Puede que este tipo de detalles haya hecho que la pareja se relaje un poco y busque dar una imagen más natural, manteniendo un poco las distancias cuando se dejan ver el público. Al fin y al cabo, las salidas juntos ya no son citas entre ellos captadas por las cámaras (estas, de producirse, son alejadas de los focos), son actos, inauguraciones y citas oficiales, donde el protocolo manda. Parecen un poco más rígidos, menos cómplices.

Siguen posando unidos, la mano de Alberto sigue buscando la cintura de su mujer, en un gesto de cariño, pero también de apoyo, y en ocasiones también puede verse cómo se cogen de la mano. Existe una complicidad entre ellos que no siempre es sencillo captar con las imágenes, aunque en ocasiones se buscan con la mirada o comentan algún detalle del momento. Lo cierto es que la pareja es consciente de que todo el mundo está pendiente y las ausencias de Charlène no ayudan a disipar estos rumores.

Los rumores de separación han sido una constante en la relación de Charlène y Alberto de Mónaco. La pareja ha tenido que enfrentarlos en momentos complicados, como la enfermedad de la princesa, que la mantuvo alejada del principado y también de su marido y sus hijos.

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