"Un momento muy tierno": un experto analiza el lenguaje corporal de los Reyes en Cádiz

Se ha hecho viral un vídeo en el que los Reyes, en su visita a Cádiz con motivo del IX Congreso Internacional de la Lengua Española, llegaban la tarde de este pasado lunes a los alrededores del Gran Teatro Falla. Allí tocaban un buen número de músicos el cajón flamenco, junto a algunos ciudadanos, esperando la llegada de don Felipe y de doña Letizia. Tras saludar a las autoridades, les cantaban ‘Ali Ali Oh’ a Sus Majestades y les invitaban a sentarse en dos cajones que quedaban libres en el centro de la plaza.

Primero se sentaba la Reina, con un bonito vestido en color negro de la firma Hugo Boss. Un diseño midi con clara inspiración flamenca con flecos en la parte superior y que estrenó en 2019.

Poco después, el Rey hacía lo propio y la Reina le animaba a que tocara con las palmas el cajón, algo que don Felipe no dudaba en hacer. Mientras doña Letizia le miraba divertida y sonreía, moviendo la cabeza al ritmo de la música y dando algunas palmas, el Rey se mostraba muy suelto en el arte de tocar el cajón, y cuando desde el escenario ante el micrófono se oye decir: “El primer Rey cajonero”, el monarca no puede evitar llevarse la mano a la cara, en señal de cierta vergüenza.

Ambos hablan en un momento dado y se nota el apoyo de la Reina a este gesto tan espontáneo del soberano, sonríe mirándole y comentan algo que no podemos escuchar. Al terminar la actuación, doña Letizia se lanza a un fuerte aplauso y Felipe también se arranca a aplaudir, para levantarse a continuación a saludar a varios de los músicos allí presentes. Gesto que replica su mujer, que también se pone en pie para saludar con la mano a los cajoneros presentes.

Dada esta estampa tan espontánea de los Reyes en Cádiz, hemos querido ponernos en contacto con Cristian Salomoni, psicólogo experto en comunicación no verbal para analizar los hechos. “Fue una actuación fantástica”, asegura Salomoni, quien opina que cree que “fue una decisión muy buena a nivel de comunicación no verbal política, hacer ese momento tan distendido, tan relajado, después de su agenda política”.

* Si no ves correctamente este formulario, haz clic aquí

Una imagen de los Reyes a la que no estamos tan acostumbrados como en otros países, como nos recuerda este profesional: “Fue totalmente un acierto, ya que la Casa Real es muchas veces demasiado protocolaria y controlada, cuando sí que hay momentos de naturalidad que siempre he echado en falta y este fue bastante natural, no fue forzado y fue un acierto”.

En su opinión experta, “la comunicación de la Casa Real española es muy diferente de la comunicación de las casas reales europeas, que son más naturales. Solo hay que ver la de Inglaterra, que es totalmente espontánea, y eso lo hemos visto durante la pandemia, la diferencia brutal que había, dos estilos de comunicación. Cómo pusieron a las Infantas y cómo pusieron a los hijos de Guillermo y Kate Middleton”.

Este experto en comunicación no verbal considera que “aquí siempre todo es forzado, los escenarios, los despachos… Durante el covid fue muy forzado”. Pero este acto tan espontáneo del Rey animándose a tocar el cajón siguiendo la música mientras doña Letizia movía la cabeza al ritmo le parece un “momento” que “ha sido como muy tierno” y en el que los Reyes se han mostrado “muy cercanos a la ciudadanía”, por eso ha resultado “muy natural, alegre”.

Cristian Salomoni incide en que “fue un acierto” y si tuviera que ponerle algún pero asegura que le “hubiera gustado que la Reina hubiera tocado un poco más las palmas, pero ha sido todo muy correcto”. Cree que este gesto tan espontáneo del Rey animado por la Reina supone “un acierto después de tantos años que faltaban estos momentos un poco más distendidos, naturales, espontáneos, más cercanos a la ciudadanía, que no sea saludar y estrechar manos”. Y concluye que “ha sido bastante auténtico”.

Sin duda, un gran momento que se hacía viral este martes y que demostraba el arte y el desparpajo de don Felipe uniéndose a ritmo de flamenco a tocar este instrumento de percusión. Un momento en el que doña Letizia prefería observar como público y en el que animaba a su marido a atreverse a ser de lo más espontáneo.