La salida del hospital de François de Luxemburgo, con su hermano Charles como protagonista

Este jueves a mediodía, el gran duque heredero de Luxemburgo, Guillermo, y su mujer, Stéphanie, dejaban el Hospital Materno Gran Duquesa Charlotte, en el que el pasado lunes nacía el príncipe François. Lo han hecho en torno a las doce y media de la mañana y en compañía de su hijo mayor, el príncipe Charles, que se mostraba algo tímido y salía en brazos de su padre a sus largos dos años (cumple los tres en mayo).

Era la gran duquesa heredera la encargada de llevar al bebé en brazos a la salida del hospital y para la ocasión lucía un pantalón oscuro recto con zapato plano a tono y una blazer holgada a contraste en color crudo. Con el pelo recogido en una cola de caballo con volumen, Stéphanie abandonaba el hospital muy sonriente y se despedía de los médicos mostrando con orgullo a su bebé.

Imágenes que podíamos ver en directo gracias a la página oficial de Instagram del Gran Ducado de Luxemburgo, que mostraba la salida de la familia a sus seguidores. En los brazos de Stéphanie se encontraba plácidamente dormido su segundo hijo, François, del que el día anterior distribuían unas tiernas fotografías para presentarlo a sus tres días de vida. En esta ocasión llevaba un traje en color blanco con la parte superior de cuadros en azul celeste y beis y tenía cubierta la cabeza con un gorrito de bebé a juego en crudo.

Junto a la gran duquesa heredera se encontraba su marido, Guillermo, que se mostraba feliz en esta estampa tan familiar y estaba muy pendiente de su hijo mayor, al que unas veces llevaba en brazos y en otras ocasiones bajaba al suelo, dándole la mano. Una de las imágenes más tiernas que podíamos ver es cuando el príncipe Charles alargaba su mano, en brazos de su padre, y le tocaba dulcemente la cabeza a su hermanito pequeño.

Tras la salida del hospital de la familia, Stéphanie era la encargada de poner al bebé en su capazo homologado en una furgoneta que les esperaba en la puerta. Ahora comienza un nuevo periodo para esta familia que ha visto cómo ha aumentado el número de sus miembros, con la llegada del príncipe François el pasado lunes 27 de marzo.

Un bebé que nació pasadas las diez de la mañana y que pesó 3,575 kg y midió 53 centímetros. Tras unos días en el hospital, Stéphanie y su bebé recién nacido ya han vuelto a casa, donde damos por seguro que el gran duque heredero y su hijo Charles cuidarán de ellos. Madre e hijo se encontraban perfectamente y se esperaba que recibieran el alta, como finalmente han hecho, este jueves.

Guillermo daba una entrevista al día siguiente del nacimiento de su segundo hijo que se publicaba en Twitter por la Corte Gran Ducal de Luxemburgo. Frente a los medios, el gran duque heredero se mostraba feliz aún en el hospital y habló sobre François, del que dijo que parecía muy dulce. Habló también de la alegría que supone traer una nueva vida al mundo y de aumentar la familia. En dichas declaraciones explicaba Guillermo que cuando se dieron cuenta de que tenían que acudir al hospital porque François quería nacer, fue él mismo el que cogió el coche, recogió al príncipe Charles y lo dejó en casa de sus abuelos paternos, los grandes duques de Luxemburgo, que ya cuentan con un nuevo nieto.

Fueron, precisamente, el gran duque Enrique y su esposa, María Teresa, los encargados de llevar al hospital al príncipe Charles para que conociera por primera vez a su hermano pequeño. Un momento que, confesó, fue una de las alegrías más grandes que una familia puede compartir. Además, en esta ocasión pudieron disfrutar en familia de lo que supone este encuentro, algo que no pudieron hacer con el nacimiento de su primer hijo, que nació en plena pandemia, en mayo de 2020, cuando las restricciones sanitarias impedían hacer vida normal y no pudieron recibir visitas en el hospital.

Esta vez han podido quitarse esa espinita clavada y disfrutar en familia de todo lo bueno que supone el nacimiento de un bebé sano y deseado. Este jueves, la familia ha querido agradecer al equipo médico del hospital el trato recibido, al igual que hizo Guillermo en la rueda de prensa en la que alabó no solo la profesionalidad de los médicos, sino también el hecho de haber hecho su trabajo con “mucha compasión y amor”.