La reina Sofía y su plan de Jueves Santo en Mallorca junto a su hermana Irene

La madre del rey Felipe parece haberse puesto una misión durante los días que está pasando en Palma, intentando dar valor a las tradiciones de estas fechas, como ya ha hecho en otras ocasiones. Así que el plan de la reina Sofía para el Jueves Santo en Mallorca no podía ser otro que asistir a una de las profesiones que se celebran en una ciudad tan querida para ella y que siempre la recibe con los brazos abiertos. Y ha querido repetir tanto ubicación como compañía, ya que, de nuevo con su hermana Irene, estuvo junto al Cristo de la Sang.

Se trata de una de las imágenes más emblemáticas de las islas, ya que tiene al menos cinco siglos de historia, además de ser una de las más veneradas, especialmente desde 2002, cuando se partió en numerosos fragmentos que tuvieron que ser de nuevo colocados para su restauración. La reina Sofía sabe que es la procesión más concurrida de las Baleares y por eso es habitual su presencia, bien en la propia procesión, como ya hizo el año pasado junto a su hermana, bien de visita en la iglesia de la Anunciación de Palma, donde descansa cuando no está en la calle.

Es precisamente por lo que optó doña Sofía en esta ocasión, visitando el templo para esperar a la salida de la imagen para procesionar en la noche del Jueves Santo. Según cuentan los medios locales, llegó sobre las 10 de la noche y estuvo con algunos cofrades -la hermandad cuenta nada menos que con 20.000 miembros-, así como con el prior, que estuvo contando a la Reina emérita algunas de las curiosidades de la iglesia y las particularidades artísticas de la imagen, algunas marcadas por ese mencionado incidente de hace dos décadas por el que se tuvo que reconstruir el Cristo de la Sang casi en su totalidad.

Incluso, doña Sofía quiso hacerse una foto con la histórica escultura, por lo que varios de los cofrades no dudaron en sostenerlo erguido durante unos segundos para que los fotógrafos pudieran captar la deseada imagen, volviéndolo a situar en su lugar hasta que llegaba el momento de sacarlo en procesión. Sin duda, una manera de apotar esta tradición tan arraigada en Mallorca, potenciando así las costumbres y tesoros históricos y culturales de la isla tan querida por ella y a la que, de momento, permanece absolutamente fiel tanto en Semana Santa como en verano.

Precisamente, otra de las tradiciones a la que la reina Sofía no ha fallado estos días ha sido al concierto anual de Pascua a beneficio de Projecte Home Balears, que ofrece tratamientos para que las personas drogodependientes puedan vivir una vida libre de adicciones, una cita a la que rara vez ha fallado en los últimos años. La actuación era interpretada por la Orquesta Sinfónica Illes Balears, dirigida por Pablo Mielgo, y la Coral Universitat de les Illes, diriga por Joan Company, con 90 cantantes que interpretaban 'Un réquiem alemán', de Johannes Brahms.

Y otra con la que se espera que cumpla es la misa de Pascua en la Catedral de Palma, donde está previsto que reaparezca después de cuatro años. La última vez que la vimos fue en 2019, junto a los Reyes, la princesa Leonor y la infanta Sofía, pero este Domingo de Resurrección la imagen será mucho más minimalista. Y es que, al igual que el año pasado, don Felipe y doña Letizia no asistirán a esta cita que, hasta hace unos años, estaba marcada en rojo en el calendario de la familia real. Ahora, mientras para ellos es una tradición que ha acabado, sí se espera que la reina Sofía siga siendo fiel a ella y la veamos de nuevo.