Sonrisas, colores y unidad: analizamos el lenguaje corporal de la familia real danesa
La reina Margarita fue la viva imagen de la felicidad junto a sus ocho nietos en su regreso a la actividad pública tras su operación y las tensiones familiares recientes
La reina Margarita II de Dinamarca, que ha sido noticia en los últimos meses tras despojar a cuatro de sus nietos de sus títulos reales, hizo gala de un frente más unido que nunca con su familia en su primera aparición pública tras someterse a una operación de espalda y con motivo de la celebración ante sus súbditos de su 83 cumpleaños.
Por primera vez en el último lustro, la monarca apareció saludando y luciendo su mejor sonrisa en el balcón del palacio de Christian IX en Amalienborg junto a sus hijos, el príncipe heredero Federico y el príncipe Joaquín, y sus respectivas familias. En esta reunión también estuvieron presentes los ocho nietos de Margarita, entre ellos los hijos de Joaquín: Nikolai, de 23 años; Félix, de 20; Henrik, de 13, y Athena, de 11, que ahora son condes y condesas de Monpezat tras ser despojados de sus títulos de príncipe y princesa el pasado mes de enero.
Margarita II, la monarca más longeva de Europa tras la muerte de Isabel II, saludó emocionada a los miles de compatriotas que ondeaban banderas y se habían congregado ante el palacio para dar la bienvenida de nuevo a su soberana a la vida pública. Federico y su esposa, la princesa Mary, que pronto viajarán a Londres para asistir a la coronación del rey Carlos III, estaban acompañados por sus hijos: el príncipe Christian, de 17 años; la princesa Isabel, de 15, y los gemelos de 12 años, el príncipe Vicente y la princesa Josefina.
* Si no ves correctamente este formulario, haz clic aquí
Pero ¿qué nos cuentan las imágenes de la monarca y de su familia? Nuestro experto en lenguaje corporal, Cristian Salomoni, destaca en primer lugar que pese al protocolo inherente al acto, la escenografía propia de la comunicación política nos da mucha información. "Que ella entre primero, que luego salga la familia y que finalmente la vuelvan a dejar sola quiere marcar que ella es la reina, con un mensaje alto y claro: 'He vuelto y estoy bien", analiza Salomoni.
"El segundo mensaje es que todo está en paz tras los momentos convulsos con sus familiares y estamos muy unidos, como delatan las miradas felices. Aquí está la potencia de la comunicación no verbal", añade nuestro experto. También la ropa elegida para la ocasión tiene su importancia: "Sabemos que la reina Margarita es una experta en el simbolismo de la imagen personal, y también los colores repetidos en la ropa de su familia nos transmiten sensación de unidad, al igual que las parejas cuando están en sintonía se visten del mismo color sin darse cuenta".
Esta imagen de unión y sintonía se refleja también en la cercanía física entre ellos y "en el todos vamos a una con nuestra madre y nuestra abuela", como añade Salomoni, calificando toda esta puesta en escena como de "la coreografía de un baile muy bien orquestado".
Esta aparición pública familiar a gran escala –la primera desde que Margarita revocó los títulos de sus nietos– marca un paso importante en la recuperación de la reina, que permaneció más de una semana ingresada en el Rigshospitalet, una importante clínica de Copenhague, tras someterse el 22 de febrero a una "extensa" intervención programada en la espalda. Tras la cirugía pasó por un proceso de rehabilitación, que incluyó una estancia en el castillo de Fredensborg, a orillas del lago Esrum, donde hizo una inesperada aparición en presencia de sus súbditos.
El príncipe heredero Federico, de 54 años, ha ejercido de regente en ausencia de su madre. Sin embargo, se espera que la reina Margarita retome ahora sus plenas responsabilidades en un clima de aparente calma renovada.
Pocos días antes de su operación, la Reina había concedido una entrevista a la publicación danesa 'Weekendavisen', en la que habló de la línea de sucesión y explicó que había querido que la decisión de racionalizar la monarquía no estuviera en manos de su hijo y heredero. "Para mí ha sido importante que no le correspondiera a Federico tomar una decisión así. Era mejor que fuera yo", dijo. También compartió su confianza en las capacidades de su hijo: "Cuando suelto las riendas, él está ahí. Soy un eslabón de una cadena muy larga que continúa, y creo que él probablemente se dará cuenta".
La reina Margarita II de Dinamarca, que ha sido noticia en los últimos meses tras despojar a cuatro de sus nietos de sus títulos reales, hizo gala de un frente más unido que nunca con su familia en su primera aparición pública tras someterse a una operación de espalda y con motivo de la celebración ante sus súbditos de su 83 cumpleaños.