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Las claves del lenguaje corporal de Charlène y Alberto de Mónaco en su última aparición
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DISTINTAS ACTITUDES

Las claves del lenguaje corporal de Charlène y Alberto de Mónaco en su última aparición

Alberto de Mónaco y Charlène viven rodeados de rumores de crisis en su matrimonio y cada aparición pública es analizada al detalle, esta última también

Foto: Alberto y Chàrlene de Mónaco, en el Masters de Montecarlo. (EFE/EPA/Sebastien Nogier)
Alberto y Chàrlene de Mónaco, en el Masters de Montecarlo. (EFE/EPA/Sebastien Nogier)

Era una cita familiar y también la ocasión perfecta para que Charlène y Alberto de Mónaco pusieran fin a los nuevos rumores que apuntan, una vez más, que entre la pareja las cosas no marchan bien. Estos rumores les acompañan desde que se casaron y, a lo largo del tiempo, ellos siempre los han negado.

En esta ocasión, una escapada de Charlène a Milán en la que se dejaba ver sin su anillo de casada, así como su ausencia en el Baile de la Rosa, hacían saltar todas las alarmas. Tal vez por ello, esta aparición era de las más esperadas, aunque lo cierto es que no pudieron evitar que sus hijos les robaran todo el protagonismo.

placeholder Alberto y Charlène de Mónaco, en el Masters de Montecarlo. (EFE/Sebastien Nogier)
Alberto y Charlène de Mónaco, en el Masters de Montecarlo. (EFE/Sebastien Nogier)

Los pequeños se mostraron espontáneos y divertidos, dejando salir su lado más gamberro sin llegar a saltarse las normas. Como los niños que son, disfrutaron del partido de tenis que acudieron a ver, comentando todos los detalles con sus primos. También su look se convirtió en un detalle a mencionar, pues ambos hicieron gala de un gran estilo a pesar de su juventud (tienen 8 años).

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El lenguaje corporal de Alberto y Charlène

De blanco impoluto llegaba Charlène, que añadía un toque de color con el rojo de sus labios y sus uñas, un color que transmite confianza, que eleva el ánimo de la gente de su alrededor y que da a los demás la impresión de que estás fresco y tranquilo. Esto encaja perfectamente con la actitud de la princesa, que se mostró calmada, aunque no completamente relajada.

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Alberto y Chàrlene de Mónaco, en el Masters de Montecarlo. (Reuters/Eric Gaillard)

Mientras que Alberto intentaba acercar posturas, comentando algunos detalles con su mujer y lo hacía con el cuerpo al completo, Charlène se mostraba menos dispuesta a comentar lo que estaba sucediendo.

Esta manera de comunicar, girando el cuerpo hacia la persona con la que hablamos, denota cercanía, una postura con la que simboliza un acercamiento. Esto se “caracteriza por inclinarse hacia delante, el tocar, la proximidad física, la mirada, la orientación directa y la apertura de brazos y piernas”, explica la psicóloga Esther Blanco, para la Clínica de Psicoterapia y Personalidad Persum. “Las posturas que reducen la distancia y aumentan la apertura hacia el otro son cálidas, amigables, íntimas”, añade.

La postura corporal no es el único rasgo al que podemos prestar atención para poder ver lo que ellos no quieren contar con palabras. También los gestos del rostro y las miradas son importantes, aunque en este caso no son sencillas de ver, porque debido al sol de la jornada, ambos lucieron gafas de sol.

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Alberto y Charlène de Mónaco, en el Masters de Montecarlo. (Reuters/Eric Gaillard)

Sí que destacan sus sonrisas: mientras que Alberto intenta mantener un gesto relajado y cercano, Charlène apenas consigue transmitir esa sensación, respondiendo a sus intentos con sonrisas cerradas y breves.

Sí que podemos ver una actitud un poco más abierta cuando la pareja baja a la pista para entregar los premios. Charlène se quita las gafas de sol y el hecho de mostrar su mirada dulcifica su gesto. Incluso en un momento determinado llegan a cogerse de la mano, un gesto que cuenta mucho más de lo que parece a simple vista.

Es la mano de Alberto la que queda por encima de la de ella, en un gesto de protección, pero que también puede indicar que es él quien toma la iniciativa. Caminar cogidos de la mano, él un poco por delante de ella, se suele asociar con cierta dominancia, pero también puede ser una forma de otorgarle su protagonismo, como si la 'escoltara un guardaespaldas'.

placeholder Alberto y Charlène de Mónaco, en el Masters de Montecarlo. (Reuters/Eric Gaillard)
Alberto y Charlène de Mónaco, en el Masters de Montecarlo. (Reuters/Eric Gaillard)

Detalles que hacemos de manera inconsciente, pero que aportan información sobre el tipo de relación que tienen. Cogerse de la mano es un gesto que denota intimidad y confianza.

Era una cita familiar y también la ocasión perfecta para que Charlène y Alberto de Mónaco pusieran fin a los nuevos rumores que apuntan, una vez más, que entre la pareja las cosas no marchan bien. Estos rumores les acompañan desde que se casaron y, a lo largo del tiempo, ellos siempre los han negado.

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