Victoria Federica y su buena relación con la infanta Elena y Jaime de Marichalar
La relación con sus padres fue fría durante una etapa, ya que tanto a Jaime de Marichalar como a la infanta les disgustaba que cada uno de sus actos tuviera repercusión mediática
Mucho se ha hablado de la relación que mantienen Victoria Federica y Felipe Juan Froilán, sobrinos del rey Felipe, con sus padres. Cuando eran pequeños, Jaime de Marichalar era más estricto que la infanta Elena con respecto a la educación de los hijos. La madre era mucho más permisiva. Quien sí estaba muy pendiente de los dos niños eran los abuelos reales. Doña Sofía de la niña Victoria que, cuando sus padres se separaron, tenía siete años. Su hermano, nueve.
Los dos sufrieron los desencuentros de los padres que no fueron muy agradables. Hay que recordar que la primogénita Borbón y Grecia salió de la vivienda familiar con sus dos hijos y se trasladó en aquella primera etapa en el Palacio de la Zarzuela. Días después de esta 'espantá' matrimonial, que no fue pública hasta tiempo después, la reina Sofía canceló un viaje institucional.
El 10 de noviembre de 2007, a tres días de la publicación del "cese temporal de la convivencia"’ de los duques de Lugo, la reina Sofía no acompañaba al rey Juan Carlos en el viaje oficial a la XVII Cumbre Iberoamericana de jefes de Estado que se celebró en Santiago de Chile, alegando estar indispuesta. En esa visita fue donde donde el ahora emérito acuñó la famosa frase de "¿Por que no te callas?". El 13 de noviembre del mismo año se confirmaba la base de la razón por la que la reina Sofía no había viajado hasta Chile. Y no era otra que ejercer de madre y de abuela.
Mientras que Froilán tuvo una adolescencia y primera juventud complicada, Victoria era todo lo contrario. Una niña tranquila, muy apegada a las dos abuelas, la materna y la paterna. La condesa viuda de Ripalda, igual que doña Sofía, estuvo muy pendiente de los dos hermanos. A diferencia de Froilán, que sólo estuvo un año en el internado del Reino Unido al no hacerse con el colegio, la pequeña Marichalar de Borbón pasó dos años feliz. A pesar de que quiso seguir los siguientes cursos hasta terminar el equivalente al bachillerato, sus padres prefirieron que volviera a España. Durante ese tiempo doña Sofía viajaba a menudo para visitarla y salir con ella el fin de semana. Tanto la infanta como Marichalar también se desplazaban, pero en menor medida que la abuela.
Victoria pasó de ser una adolescente retraída a todo lo contrario. Y comenzaron a surgir las complicaciones familiares, como sucede en todas las familias. Los padres quieren una cosa y los hijos otra. Al cumplir la mayoría de edad, se convirtió en personaje que fue alimentándose cuando ella misma dio visibilidad a sus redes sociales. Comenzó una vida publica apareciendo con su abuelo y con su madre en tardes taurinas y con el abuelo real en rutas gastronómicas.
La relación con los padres se enfrió en esa primera etapa. Tanto a Marichalar como a la infanta les disgustaba que cada uno de sus actos tuviera repercusión mediática y le aconsejaban que fuera más discreta. Pero sus idas y venidas aparecían día sí y día también en la prensa. Se saltó el confinamiento y durante la pandemia tampoco cumplía con las restricciones sanitarias.
Como era natural, todos estos desencuentros complicaron las relaciones paternofiliales, aunque con el tiempo se suavizaron. A pesar de lo que se ha dicho, 'Vic', como la llaman familiarmente, mantiene en la actualidad una relación muy buena con su madre, con la que vive en el domicilio familiar. Hace unos días cuando se comentaba que los lazos familiares con la duquesa de Lugo eran débiles, madre e hija almorzaba en un restaurante que también es el preferido de la reina Sofía. Y hace poco acudían al restaurante de El Corte Inglés junto a varias amigas de la infanta.
Victoria se encuentra este fin de semana en Sevilla donde ha acudido a los toros con su padre. Si hubo malos rollos de incomprensión juvenil, estos han desaparecido. Sí es cierto que tanto la abuela real como los padres insisten en que acabe la carrera que comenzó a los 18 años. Tampoco hay intención de Victoria de dejar España e instalarse en Abu Dabi o en Estados Unidos.
Mucho se ha hablado de la relación que mantienen Victoria Federica y Felipe Juan Froilán, sobrinos del rey Felipe, con sus padres. Cuando eran pequeños, Jaime de Marichalar era más estricto que la infanta Elena con respecto a la educación de los hijos. La madre era mucho más permisiva. Quien sí estaba muy pendiente de los dos niños eran los abuelos reales. Doña Sofía de la niña Victoria que, cuando sus padres se separaron, tenía siete años. Su hermano, nueve.