El inesperado (y modesto) invitado a la coronación de Carlos III

Mientras la coronación de Carlos III se acerca de modo inexorable, ya conocemos el nombre de prácticamente todos los invitados más ilustres que serán parte de los dos mil asistentes que presenciarán el histórico momento en primera persona en la abadía de Westminster el próximo 6 de mayo. En un solemne evento en el que destacará la anunciada ausencia de Meghan Markle y la sorprendente presencia de Andrew Parker-Bowles, el primer marido de Camila y el padre de sus dos hijos, estarán numerosos líderes mundiales así como destacados miembros de la realeza de todo el planeta.

Pero entre ellos también ocuparán su lugar algunos nombres mucho más modestos, desconocidos para el gran público, pero con méritos sobrados para ser testigos de la primera coronación en Gran Bretaña en las últimas siete décadas. Este es el caso del reverendo Matthew Price, que lleva siendo vicario desde 2018 de la iglesia Mary Magdalene de Gorleston-on-Sea, una pequeña localidad de 25.000 habitantes situada en el condado inglés de Norfolk.

En declaraciones que recoge la revista 'People', Price se declaró "encantado y sorprendido" en el momento en el que recibió una invitación del Palacio de Buckingham, solicitando su asistencia a la próxima coronación del rey Carlos y la reina Camila.

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"Recibí un correo electrónico hace unas semanas, así que sabía que la carta iba a llegar, pero me quedé boquiabierto por la belleza de la invitación cuando llegó, ¡es impresionante!", relata desde su casa situada a unas tres horas de la capital británica. "La idea de estar allí en persona es simplemente extraordinaria: es un momento histórico, ¡algo que no hemos visto en 70 años!".

Price, de 45 años, ha sido invitado a asistir al histórico acto tras ser condecorado con la Medalla del Imperio Británico, un honor que recibió en 2020 como resultado de su incansable labor en favor de su comunidad en plena pandemia de coronavirus.

"Nuestra iglesia se convirtió en un centro enorme de reparto de alimentos, proporcionando comida a personas que no podían abastecerse por sí mismas", explica Price al medio norteamericano. "En el momento de máxima actividad, enviábamos más de cien paquetes de alimentos cada semana y trabajábamos con un equipo de unos cien voluntarios".

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N.T.

Tras recibir la distinción, él y su esposa fueron invitados a una fiesta en el jardín de Buckingham el verano pasado. "Es como un regalo que no se acaba nunca", bromea el vicario, y añade que su esposa se alegra mucho por él, a pesar de haber sido invitado en solitario.

De hecho, toda su comunidad está entusiasmada con el hecho de que pueda alternar con la realeza aunque sea durante unas pocas horas. "Incluso la cartera se emocionó cuando me entregó la invitación. Me dijo: '¡Creo que es del Rey!', ya que tenía el monograma de Carlos III en una esquina del sobre".

Todo un acontecimiento en la pequeña localidad, los vecinos de su parroquia se han turnado para sacar fotos de la pesada y dorada invitación y enviárselas a sus familias. "Lo asombroso es que vivo y trabajo en una comunidad bastante desfavorecida y la idea de que alguien de nuestra comunidad vaya a asistir a este acontecimiento es simplemente extraordinaria", afirma por último Price.

Debido a lo temprano de la celebración de la ceremonia, los invitados tendrán que estar sentados en la abadía a las 7:30 de la mañana, tres horas y media antes de que empiece la coronación. Por eso, Price tiene planeado pasar la noche en Londres y, por supuesto, lucir con orgullo su medalla.