Pablo Urdangarin triunfa en el amor y en el deporte: "Podría ser mejor que su padre"

Uno de los sueños de Pablo Urdangarin ha sido siempre jugar en la selección española. Y ahí está ahora, trabajando para lograrlo. Su posición en el Barça está más que consolidada y su vida en la capital catalana es ya una realidad. La ciudad es aquella en la que que el hijo de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin ha vuelto a sentirse en casa. Para llegar a este punto, el sobrino de Felipe VI ha contado con su nueva novia como punto de anclaje. Según cuentan a este medio, Pablo ha ‘adoptado’ a la familia de su pareja como propia y pasa largas horas en la casa de sus ‘suegros’. Allí es uno más.

La vida del joven en Barcelona ha cambiado en los últimos meses, desde que empezó su relación con la chica de origen alemán a quien conoció de pequeño en el Liceo Francés, donde ambos estudiaban. Entre ellos hablan en inglés, una lengua que manejan ambos de forma fluida, y se les puede ver juntos tanto en el club de voleibol de ella, en Esplugues, como en el Barça.

Con todo, y pese a la intensidad de los primeros meses de relación, Pablo mantiene su ritmo de entrenamientos y vive centrado en mejorar su rendimiento para poder, como decíamos, optar a ser seleccionado por la Roja. Ser hijo de Iñaki Urdangarin no sirve de mucho en este punto, aunque cabe señalar que son unos cuantos los hijos de estrellas del pasado que ahora batallan por entrar en la selección. “Es muy difícil”, nos dice un técnico relacionado históricamente con los Hispanos, porque “la española es una de las mejores selecciones del mundo y a Pablo le queda tiempo para lograrlo, si es que lo logra”.

La gran familia

“El balonmano español es una gran familia”, nos dice un exjugador, amigo de Iñaki desde joven y padre también de un jugador de nueva hornada. “Nuestros hijos han mamado el deporte desde pequeños y es normal que estén enamorados del balonmano, se lo hemos inculcado nosotros. Por eso, las nuevas generaciones llevan los mismos apellidos; no es una cuestión de herencia, de enchufes, es una cuestión de educación”.

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Los nombres que suenan a pasado y ahora también a futuro son muchos. Barrufet, Barbeito, Grau, Reguant y, claro, Urdangarin. Son todos amigos entre ellos, como lo eran sus padres; se llaman por teléfono, comentan sus jugadas y se animan para lograr lo que todos sueñan: entrar en la selección española.

“El que por ahora tiene más potencial es Ian Barrufet, el hijo de David, ese niño tiene muchas posibilidades, es buenísimo, es el que más destaca y ha jugado en las categorías inferiores desde hace años”, nos cuenta la misma fuente. ¿Y Pablo? “Es muy distinto a su padre, es zurdo, tiene una izquierda muy potente, es más alto que Iñaki y, si sigue así, podría ser incluso mejor. Pero necesita mucho tiempo todavía para alcanzar ese sueño. Eso sí, te puedo asegurar además que está feliz en Barcelona; es un chaval muy noble, muy majo, ya vistéis cómo se comportó cuando sus padres se separaron, y así es en todos los ámbitos, todos le quieren”.

Hablamos con la selección española de balonmano, pero oficialmente no pueden dar información sobre sus jugadores y menos sobre sus intenciones de fichar o no a alguien. Conseguimos, no obstante, hablar con una de las personas relacionadas con el equipo español para que valore el perfil de Pablo Urdangarin y lo tiene tan claro como el resto: “Le falta todavía tiempo, tiene que entrenar duro, como está haciendo, tiene mucho potencial y mucha fuerza, pero es muy pronto aún”.

Termina contrato

En el Barça tampoco pueden hablar del futuro de sus jugadores. La sección de balonmano es como el resto: no quieren especular ni dar nada por hecho. Aseguran, ‘sotto voce’, que la figura del hijo de la infanta Cristina es un valor seguro en el segundo equipo del club aunque recuerdan que este junio termina contrato. Deberá renovar para el Barça Atlètic (antes Barça B) o buscar un equipo en el que lo quieran fichar en la primera liga. El debate en su cabeza está claro: en Barcelona ha vuelto a casa y ha encontrado el amor, pero podría hallar su futuro profesional en otra ciudad.

Es el mismo debate en el que se encuentra la nueva hornada de jugadores de balonmano: seguir en España o buscarse la vida fuera. Con los mismos apellidos que aquel Dream Team, cuentan incluso con la ayuda del mismo médico que trató a la generación anterior. Josep Antoni Gutiérrez, médico que trabaja en el balonmano del Barça desde hace 25 años, es uno de los apoyos de Pablo dentro del balonmano. Su amistad con Iñaki y Cristina ha ido más allá del campo, y una de las visitas de la expareja a Barcelona, hace un tiempo, fue para ir a la boda de una de las hijas del doctor. Llamado Guti por sus amigos, sus visitas a Ginebra han sido constantes y su amistad con la hermana de Felipe VI es inquebrantable.

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Pablo Urdangarin quiere labrarse un futuro sólido paralelo al balonmano y para ello sigue matriculado en la escuela de negocios EU, a la que acude muy de vez en cuando, por sus compromisos deportivos, aunque trata de estudiar siempre que puede. No parará hasta que logre la titulación de Sports Management, de la que se matriculó en la European University. Para Pablo es complejo combinar los dos ámbitos de su vida, aunque sigue yendo a clase y trata de sacarse los exámenes.

Deporte, estudios y novia

Estudia esta versión de Administración y Dirección de Empresas (ADE) de gestión deportiva, una carrera que hace poco tiempo que existe en España y que le permitiría poder seguir vinculado a su pasión una vez finalice su paso por el deporte profesional. Aunque, visto lo visto, le queda un largo recorrido por delante como jugador de balonmano de primera línea.

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De los cuatro hermanos Urdangarin de Borbón, es quien más enfocado tiene su futuro. Porque además cuenta con el apoyo incondicional de su novia, una amiga de toda la vida con quien ha dado un paso más. Cuando aparecieron las primeras imágenes de ambos en prensa, la pareja entró en una crisis de pánico, en especial Pablo. Tuvo miedo de que su novia, ajena al mundo de exposición pública continua, pudiera agobiarse por la persecución de los medios y la relación se terminara.

Por eso, el hijo de la Infanta pidió clemencia a la prensa y la consiguió. Pocas son las imágenes que hemos visto de ambos en las últimas semanas. Y ni el nombre ni la cara de la joven han aparecido en la mayoría de medios. En Vanitatis hemos preferido preservar su identidad, sin dar su nombre o publicar su imagen.

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Sí podemos contar que la pareja está muy unida, que Pablo está muy enamorado y que pasa muchas horas con la familia de su novia. Viven en una gran casa en un municipio pegado a Barcelona, una población de alto nivel adquisitivo en la que la familia de la joven tiene una casa con jardín y piscina con bonitas vistas al mar. La novia de Pablo tiene una hermana, amiga también del deportista y de su familia. Porque tanto la infanta Cristina como Iñaki Urdangarin conocen a la pareja de su hijo y a la familia de esta desde hace años.