La razón que ha dado la infanta Elena para no participar en el concurso hípico Comunidad de Madrid

El fin de semana pasado, la infanta Elena tenía previsto participar en la Copa Comunidad de Madrid en la prueba 1.300 metros. El concurso se inauguró el pasado 28 de abril y finalizará el próximo domingo. Ese mismo viernes, como ya informó Vanitatis, la duquesa de Lugo aparecía en el listado de concursantes como “no presentada”. Ese día aún se desconocía la información publicada por los periodistas José María Olmo y David Fernández en su libro 'King Corp. El imperio nunca contado de Juan Carlos I’, de la que El Confidencial dio un adelanto. En uno de los capítulos se daba información sobre una hija secreta del Rey emérito. Se daban datos que durante años habían formado parte de ciertos rumores que circulaban en el mundo social y empresarial. Hubo un tsunami informativo con titulares en la prensa nacional e internacional. Todo esto sucedía el jueves pasado y la competición comenzaba el viernes.

A falta de explicación oficial, comenzaron las especulaciones y cavilaciones sobre la ausencia de la amazona real. Desde los que aseguraban que no quería enfrentarse a la prensa hasta el comentario sobre un toque que habría de Zarzuela para no dejarse ver. Segun confirman a Vanitatis desde el círculo más cercano a la hija de Juan Carlos I, la razón de que no participara en la Copa Comunidad de Madrid tenía una explicación más sencilla. Su caballo, Jordano, había sufrido una lesión en los entrenamientos y de ahí que la duquesa se diera de baja en unas de las competiciones más atractivas para los jinetes, dotada con un premio de 50.000 euros al ganador.

Jordano es un caballo al que doña Elena tiene mucho cariño. Es hijo de la yegua Emma y ha sido criado, desde que nació, por la propia hija del Rey emérito.
La infanta Elena lleva montando a caballo desde que era pequeña. Es su gran afición, heredada de su abuela, la condesa de Barcelona. En el mundo hípico, doña María de las Mercedes estaba considerada como una experta amazona. Y esa imagen de la dama de la Real Maestranza de Caballería, vestida con traje de campo a lomos de Vive le Roi, es la que los ciudadanos que pasean por la zona recuerdan con viveza.

Para la infanta Elena, la hípica ha sido siempre su deporte favorito y si no hubiera sido hija del jefe del Estado seguramente habría desarrollado una carrera profesional en este ámbito. Un dato que confirmaba el duque de Aveyro cuando se le preguntaba por las características deportivas de la duquesa de Lugo: “Es muy buena, lo que sucede es que hay que dedicarle tiempo y ella no lo tiene”. Este comentario lo hacía cuando la primogénita Borbón Grecia aún pertenecía a lo que ahora se llama núcleo duro de la familia real.

Tenía menos tiempo para entrenar, pero sí participaba en concursos que casi siempre tenían lugar en España, preferentemente en Sevilla y en Madrid. Esta afición familiar que también le llegó por línea materna no la han continuado ni Victoria Federica ni Froilán. La hija sí suele montar a caballo en el Club de Campo y su hermano dejó de hacerlo desde muy pequeño porque descubrieron que era alérgico a los caballos. A Vic, como la llaman en familia, sí se la ha visto en muchas ocasiones acompañando a su madre, aunque no ha llegado a competir en concursos como sí hacía doña Elena desde muy joven.