Letizia luce la tiara floral (como nunca antes la había llevado) para su cena de gala con Colombia

Primera cena de gala en el Palacio Real de Madrid de este 2023 y puede que la única, ya que los meses venideros serán complicados a nivel político. El histórico edificio se ha engalanado este miércoles para albergar el banquete de Estado que los Reyes han ofrecido en honor al presidente de Colombia y a su esposa, quienes se encuentran de visita en España. Echábamos de menos, y mucho, este tipo de veladas, ya que desde el año pasado no se celebraba ninguna. Por fin hemos podido ver a la Reina vestida de largo y con una valiosa tiara del joyero de los Borbón.

Doña Letizia ha echado mano de la tiara favorita de su época como Princesa de Asturias. Hablamos de la floral, realizada con diamantes que forman flores, de ahí su nombre. Fue un regalo del dictador Francisco Franco a la reina Sofía en nombre del pueblo español, con motivo de su boda. Su origen se remonta a finales del siglo XIX. Esta joya puede utilizarse también como gargantilla. Así la lució, de hecho, la soberana emérita en la gala previa a su boda. La infanta Cristina llevó esta joya en su boda con Iñaki Urdangarin, pero desde que dejó de formar parte de la Casa Real, ha sido doña Letizia la que la ha usado con más asiduidad.

Sin embargo, y a pesar de las muchas ocasiones en las que ha lucido esta joya, esta es la primera vez que la vemos llevándola de un modo distinto, más como diadema que como tiara. La Reina la ha colocado más atrás de lo habitual; además, al contrario de lo que suele hacer cuando corona su cabeza, ha decidido prescindir de moños y recogidos, optando por el pelo suelto, que llevaba peinado hacia atrás y con la raya en el centro.

La tiara floral no ha sido la única joya que ha brillado con fuerza, ya que la Reina ha decidido sujetar la banda de la orden colombiana de Boyacá con un broche muy especial, que no había lucido nunca. Se trata de una pieza en forma de lazo realizada con diamantes. Perteneció a la reina regente María Cristina de Austria. Fue heredada por Alfonso XIII, quien se la legó a su hijo don Juan. De hecho, la condesa de Barcelona la llevó en numerosas ocasiones y también la reina Sofía, quien la lució en la boda de don Felipe y doña Letizia en 2004, sujetando su mantilla negra.

Aparte de la tiara floral y el broche en forma de lazo, la Reina llevaba unos pendientes de botones realizados en oro blanco y diamantes. Muchas veces cuelga de estas piezas las perlas australianas; sin embargo, esta vez ha preferido dejarlas en casa, optando únicamente por la parte superior y ofreciendo una imagen más sobria que en otras veladas de este tipo.

Es una auténtica alegría ver a doña Letizia luciendo tiara, algo que no sucedía desde finales de octubre de 2021, cuando los Reyes realizaron una visita de Estado a Suecia. En aquella ocasión combinó su vestido negro de H&M con la tiara de la Flor de Lis. Eso fue en el extranjero. Para encontrar una imagen de Su Majestad con tiara en el Palacio Real tenemos que remontarnos hasta inicios de octubre de 2021, cuando recibió al presidente de Italia y a su hija. Sin embargo, el uso obligatorio de la mascarilla deslució su estilismo, formado por un vestido negro de Armani y la tiara rusa.

Por lo que para encontrar una foto de la Reina con tiara, y sin mascarilla, en el histórico edificio madrileño, tenemos que viajar hasta febrero de 2019, antes de la pandemia, cuando los Reyes recibieron al entonces presidente de Perú. Curiosamente, doña Letizia eligió la misma tiara que ha llevado esta misma noche. Es cierto que en 2022 se celebró una cena de gala en el Palacio Real con la estancia en España del jeque de Qatar. Sin embargo, por deferencia a la jequesa, que no suele llevar este tipo de joyas, la Reina decidió hacer lo mismo. Un gesto que solo tiene con otras familias reales, no con esposas de presidentes de república, como es el caso.

Toca el turno ahora de hablar del vestido, un diseño de corte limpio, en un color rojo intenso. Presenta detalles de péplum en la zona de la cintura y decoración en los hombros. Lo cierto es que con este diseño y su color volvemos a encontrarnos con aquella Letizia que, hace ya casi 20 años, desfiló en Copenhague con un maravilloso Caprile en la boda de Federico y Mary de Dinamarca. Y aunque ahora siente predilección por el rosa, está claro que el rojo sigue teniendo sitio en su armario.