El golpe de efecto de Guillermo y Kate Middleton antes de la coronación: en metro hasta un pub de Londres

Hay que reconocerlo. Los Windsor saben hacerlo bien, muy bien. Todas sus apariciones están milimetradas: sus actos, sus movimientos, la gente con la que se reúnen. Y este jueves lo han vuelto a demostrar, dos días antes de la gran coronación de Carlos III. Una cita que pondrá de manifiesto ante el mundo todo el boato de la monarquía británica, y que está causando críticas en los sectores republicanos. Por ello, los príncipes de Gales han querido dar un golpe de efecto con un gesto muy cotidiano con el que intentan mostrar que, a pesar de todo, tienen los pies en la tierra.

Fue ayer cuando se anunció que Guillermo y Kate Middleton visitarían un pub en la zona del Soho. Lo que guardaban en secreto es que llegarían al Dog & Duck en metro. Como miles de londinenses hacen todos los días, la pareja ha usado el 'underground' para llegar a su destino. Eso sí, como es obvio, rodeados por miembros de la seguridad. Los príncipes se han subido a un vagón de la Elizabeth Line, que fue bautizada con el nombre de la difunta reina con motivo de su Jubileo de Platino el pasado año.

Los viajeros que habitualmente utilizan el metro se quedaban de piedra al ver que los futuros reyes accedían al aparato y se sentaban entre ellos. El viaje ha sido corto, de apenas 15 minutos, y se han apeado en la estación de Soho, a poquísimos metros del pub elegido para hablar de las celebraciones que están preparando de cara a la coronación. Y es que esa céntrica zona de Londres se convertirá en un hervidero los próximos días, sobre todo el sábado 6 de mayo, cuando se celebre la ceremonia en la abadía de Westminster.

Mientras conversaban con comerciantes de la zona, Guillermo y Kate han podido degustar una pinta, otro gesto con el que quieren acercarse al pueblo británico. Y es que no hay nada más típico de Londres que coger el metro para irse a tomar unas cervezas con amigos en el pub. Un plan de 10 que pone de manifiesto que nada se hacer al azar en la familia Windsor.

Para la ocasión, Kate Middleton ha repetido estilismo. La princesa ha recuperado de su armario un vestido blanco de la firma Suzannah con botonadura negra, que estrenó en Wimbledon en julio de 2019. Encima llevaba un abrigo rojo de Eponine. Lo ha combinado con unos salones blancos de Gianvito Rossi, bolso del mismo color de Mulberry y pendientes de perlas de Maria Black.

A pesar de que quedan menos de 48 horas para la coronación, sigue siendo aún un misterio el 'dress code'. En la de Isabel II, las damas vistieron vestido largo y tiara; sin embargo, parece que Carlos III ha querido relajar la etiqueta, haciendo que las mujeres vayan con diseños cortos y pamela o tocado, todas excepto las damas de la familia real británica, que, según varios medios, llevarán vestidos de gala blancos. Eso sí, no habrá tiaras. En cambio, Kate tiene pensado lucir una corona de flores.

Como no hay nada confirmado, son todo especulaciones, por lo que tendremos que esperar hasta el próximo sábado. Ya no queda nada. Tic, tac...