La reaparición de Ana María de Grecia en Buckingham tras la muerte de Constantino

El rey Carlos III ha querido agasajar a los dirigentes extranjeros presentes en Londres para su coronación de mañana con una multitudinaria recepción en el palacio de Buckingham. En la tarde del viernes, buena parte de los reyes europeos o sus herederos y otros jefes de Estado venidos de todas partes del mundo se han dado cita en el palacio londinense, en un aperitivo de lo que será el sábado la ceremonia oficial de coronación del monarca británico.

Entre los numerosos invitados, como los reyes de España, Bután o Jordania, y los príncipes de Dinamarca, de Noruega o de Mónaco, ha destacado la presencia de una de las damas de la realeza más queridas, Ana María de Grecia. La esposa de Constantino de Grecia no se había dejado ver más que una vez desde que falleciera su marido el pasado mes de enero, y fue para celebrar la Pascua ortodoxa.

Pablo de Grecia y Marie-Chantal Miller han recibido a Ana María a las puertas del palacio de Buckingham con un cariñoso beso. Hay que recordar que la familia real griega vivió durante muchos años en Londres, hasta que pudieron volver a Grecia. Por este motivo y por sus lazos de sangre mantienen una relación entrañable con los Windsor.

Se trata del primer acto de este calibre al que la antigua reina de los griegos se ha animado a acudir tras la muerte de Constantino. El rey heleno falleció en enero tras sufrir un derrame cerebral que le mantuvo ingresado durante varios días. Junto a él en todo momento estuvieron su mujer, Ana María, y sus hijos, Alexia, Pablo, Nicolás, Teodora y Felipe. El hecho de que se hubieran reunido todos indicaba que no se trataba de un achaque cualquiera de salud como los que había sufrido en los últimos años.

Desde entonces solo se había dejado ver para celebrar la Pascua ortodoxa. Ha preferido pasar estos meses en su casa de Grecia y en la intimidad de su familia, hasta que su presencia en la recepción de Carlos III en el palacio de Buckingham ha roto ese luto en el que se había inmerso tras el fallecimiento de su marido. La ocasión es histórica. El sábado estarán presentes en la abadía de Westminster cerca de 100 jefes de Estado y habrá representantes de 203 países.

La cuñada de la reina Sofía lució un vestido verde oscuro con la falda plisada y joyas de familia. Marie-Chantal, por su parte, escogió el color blanco. Según ha podido saber Vanitatis, los príncipes griegos acudieron después de la recepción a visitar a su familia a la embajada de Dinamarca (Ana María de Grecia es hermana de la reina Margarita de Dinamarca).