Kate Middleton se viste de novia con guiño a Lady Di en su estilismo

Tras meses de espera, organización y planificación, el día de la coronación de Carlos III ha llegado. El nuevo rey de los británicos, acompañado de la reina Camila, los príncipes de Gales, Guillermo y Kate, la princesa Ana, el príncipe Harry y el resto de miembros de la familia real, será coronado en una ceremonia de una hora de duración a la que, además de los ya mencionados, asistirán más de 2.000 invitados. El acto marcará la diferencia con respecto a la coronación de su madre, la reina Isabel II, y reflejará esa nueva monarquía más moderna que Carlos quiere implantar en su reinado.

Si anoche los royals británicos se reunieron con los líderes de estado y dirigentes de otros países en una breve recepción de bienvenida, hoy vuelven a juntarse para la coronación con un cambio de vestuario. En lo que a Kate Middleton respecta, del estreno con vestido azul Klein de Self-Portrait y melena con ondas pulidas al look que la princesa de Gales ha escogido para un día histórico.

Se esperaba mucho de Kate y ella no ha decepcionado. Ha llegado con un look impecable, tanto en vestuario como en otros aspectos beauty, sin dejar que el clima le obligara a modificar sus planes. Tal vez escogió llevar el cabello recogido ante la posibilidad de que el día fuera lluvioso, también de este modo quedan a la vista los pendientes de perlas y diamantes que lleva, que pertenecieron a Diana de Gales. Tienen una doble curva con varios cortes de diamante y reciben el nombre de 'Herradura y Laurel'.

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Si bien ya se había confirmado que la princesa de Gales, igual que el resto de invitadas, no llevaría tiara, ella ha encontrado el complemento perfecto para su estilismo, un tocado floral de plata y cristal con el que ha enmarcado su rostro, que ha lucido con un original recogido trenzado. Se trata de una diadema de Jess Collett para Alexander McQueen, con hojas bordadas en hilo de plata.

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Vanitatis

Ha innovado en algunos aspectos, pero en otros se mantiene fiel a sus elecciones habituales, pues como diseñador para esta cita clave ha escogido, una vez más, a Alexander McQueen. Este diseñador se ha convertido en uno de los preferidos para la princesa de Gales, que no duda en recurrir a sus diseños cuando busca acertar.

Para esta ocasión ha optado por un diseño en crepé de seda en color marfil, con bordados plateados con motivos florales, entre los que se pueden distinguir rosas, cardos, narcisos y tréboles.

Este look lo podemos ver muy parecido en su hija Charlotte, quien ha llevado un tocado similar, aunque más sencillo, elaborado por la misma firma, algo que también se repite en el vestido, también de McQueen, con los mismos bordados y rematado con una sencilla capa.

La capa, un guiño a Isabel II

En 2019, Isabel II le otorgaba a Kate Middleton una de las máximas condecoraciones posibles como regalo por sus ocho años como duquesa de Cambridge y por su servicio a la Corona. Kate ha querido tenerla muy presente en el día de hoy y por eso luce el manto de la Real Orden Victoriana. Esta fue creada por la reina Victoria como un homenaje y reconocimiento personal por los servicios prestados.

Se trata de un gran honor que la reina escoge entregar personalmente; por ejemplo, se la otorgó a Sofía de Wessex un año antes de hacer lo mismo con su propio hijo. Si bien a nivel institucional la Orden de la Jarretera es más importante, esta es solo masculina, por lo que entre las mujeres, la Orden Real Victoriana es la máxima distinción del reino.

Kate ha lucido el manto con los colores oficiales que también lleva en la banda oficial en las citas importantes, donde se puede ver el bordado de hilo de oro de la estrella de Dama de la Gran Cruz de la Real Orden, con la que fue reconocida.