De la coronación a los festejos y los looks: el gran fin de semana de Carlos y Camila, en imágenes

Un acontecimiento histórico. Estas tres palabras han sido las más repetidas durante el fin de semana en medios de comunicación de todo el mundo que intentaban resumir al máximo posible lo vivido con motivo de la coronación de Carlos III. Las últimas 72 horas en el Reino Unido han sido frenéticas, especialmente para la familia real británica. Comidas, recepciones oficiales, conciertos, festejos callejeros y un sinfín de actos, con el evento de la abadía de Westminster como protagonista, han colmado su agenda oficial. Gracias a dicha celebración, los fanáticos del universo royal han disfrutado de sus días más intensos y felices, donde los looks, las fotografías y los titulares se sucedían de manera continua y, aunque pareciese a ratos imposible, a cada cual mejor que el anterior.

Este viernes 5 de mayo arrancaba el marco de eventos con la notable ausencia de Camila Parker Bowles. Por ello, eran los príncipes de Gales, Kate Middleton y Guillermo, los encargados de acompañar al rey de Inglaterra al almuerzo con los gobernadores generales y primeros ministros del reino (Inglaterra, Irlanda del Norte, Escocia y Gales) celebrado en el palacio de Buckingham, donde la esposa del primogénito de Lady Di añadió a su armario los mismos zapatos de Aquazzura que Letizia.

Precisamente, nuestra reina fue la principal protagonista del acto posterior gracias a su elección fashion. La mujer de Felipe VI asistió a la recepción oficial de invitados extranjeros con un diseño verde de mangas acampanadas y drapeado en el abdomen firmado por Victoria Beckham, decorado con un broche de la reina Sofía.

Pasados unos minutos, la complicidad entre los Borbón y los Windsor se hizo latente. El monarca español y la futura reina consorte del Reino Unido tuvieron una distendida charla frente a las cámaras, que finalizó en un caluroso abrazo.

Más allá de los principales rostros de las Casas Reales europeas, tal acto destacó por el estreno de dos jóvenes a nivel internacional. Amalia de Holanda y Elisabeth de Bélgica se trasladaron hasta Buckingham Palace para representar a sus países acompañadas por su abuela y sus padres, respectivamente. Todo un gesto de futuro para el universo royal.

Mientras la princesa heredera de los Países Bajos posó con un traje de chaqueta negro firmado por la marca italiana Marina Rinaldi, la belga apostó por un modelo en tonalidad azul marino de corte midi, con manga larga y cuello a la caja de Giorgio Armani.

Tan solo 12 horas después, los focos se trasladaban hasta la abadía de Westminster con motivo del acto de coronación de Carlos III. Allí la cantante estadounidense Katy Perry protagonizaba un divertido momento, ahora viral en redes sociales, al no encontrar su asiento en el templo religioso. Sin embargo, pudo aprovechar su búsqueda para hacerse un selfie con algunas fans que también estaban invitadas.

Entre los rostros más destacados que ocuparon los bancos de tal joya arquitectónica también se encontró Rania de Jordania. La reina del país de Oriente Medio ocupó numerosos titulares gracias a su elección fashion. Un vestido midi amarillo pálido de Tamara Ralph con escote bardot, rematado por lazo bajo, con manga larga y cuello alto semitransparente.

Máxima de Holanda fue una de sus grandes rivales dentro del listado de las mejores vestidas del evento al seleccionar una pieza de alta costura de su diseñador de confianza, el holandés Jan Taminiau. La esposa de Guillermo Alejandro encandiló a los expertos de las tendencias con una prenda de corte midi blanco, confeccionado en crepé con forro de organza, protagonizado por una parte superior de diseño floral bordado.

Nuestra reina, Letizia Ortiz, tampoco se quedó atrás en el terreno de las tendencias y conquistó a los allí presentes con un traje rosa de inspiración años 40 de Carolina Herrera con silueta peplum y un tocado de impresión de la firma Balel Madrid capitaneada por Isabel Terroso, que revolucionó las redes sociales.

No obstante, la gran llegada a la abadía de Westminster fue ofrecida por la familia de los príncipes de Gales, acompañados por sus pequeños Louis y Charlotte. Aunque Kate Middleton se hizo con todos los focos al recrear su vestido de novia con un diseño de Alexander McQueen, acompañado por un tiara de cristal en forma de laurel y unos pendientes en homenaje a la mismísima Lady Di.

Además, los hijos de Middleton y Guillermo obtuvieron un rol protagonista dentro del acontecimiento histórico. Charlotte recreó en miniatura el look de su madre mostrando su faceta más tierna, mientras que las muecas de su hermano pequeño hicieron aumentar los disparos de los flashes de los fotógrafos.

George, el primogénito, no pudo estar junto a ellos, ya que participó como uno de los pajes reales de su abuelo, Carlos III. Algo que también hizo Oliver Cholmondeley, hijo de Rose Hanbury, la mujer a la que se ha relacionado en múltiples ocasiones con el príncipe de Gales.

Las polémicas no se resumieron en este gesto. El príncipe Harry fue sentado en la tercera fila de la abadía de Westminster detrás de su tía Ana, que casualmente portaba el uniforme oficial con un sombrero rematado por una pluma roja, que tapaba la cara del duque de Sussex en las retransmisiones televisivas. Un hecho tremendamente comentado en las redes sociales.

También llamó la atención la salida exprés del pelirrojo tras el fin de la ceremonia de coronación de Carlos III. El segundo hijo de Lady Di pasó tan solo 28 horas y 42 minutos fuera de su casa de Montecito, a donde regresó de ipso facto para celebrar el cuarto cumpleaños de su hijo Archie.

Por otro lado, su hermano Guillermo fue fundamental dentro del desarrollo del acto al jurar lealtad a su padre bajo las palabras: "Yo, Guillermo, príncipe de Gales, te prometo mi lealtad y te daré fe y verdad, como tu señor, hombre de vida y miembro. Que Dios me ayude".

Posteriormente, Carlos III era fotografiado con los grandes símbolos de la monarquía británica, como son, además de las coronas de San Eduardo y la Imperial de Estado, el cetro o el orbe, que representa el poder terrenal del monarca.

Algo que también sintió Camila Parker Bowles, a la que ya podemos quitar el habitual 'consorte' que le ha acompañado desde hace ocho meses. La ya reina de Inglaterra protagonizó una imagen histórica con un diseño de Bruce Oldfield, uno de los modistas preferidos de Lady Di, y la corona de la reina madre.

Juntos posaron horas más tarde desde el balcón principal del palacio de Buckingham. Los monarcas del Reino Unido protagonizaron una instantánea para el recuerdo ante cientos de fieles que se reunieron ante el edificio.

Por allí también pasó el núcleo principal de la familia real británica, conformado por los príncipes de Gales, los duques de Edimburgo y su descendencia, para ser fotografiado. Este gesto dejó claro a los ciudadanos quiénes ocuparán un rol activo en esta nueva etapa de la Casa Real.

Una declaración de intenciones que cobró más sentido que nunca el pasado domingo, cuando las hermanas York, Beatriz y Eugenia, fueron sustituidas en una decisión de última hora por Kate Middleton y Guillermo para ser los anfitriones de la ‘Big Lunch’ celebrada en la ciudad de Windsor. Las hijas de Sarah Ferguson y el príncipe Andrés acudieron acto horas más tarde y quedando en un segundo plano.

Por último, todos los miembros de la Casa Real asistieron en conjunto al concierto de clausura de la coronación de Carlos III. De los príncipes de Gales a Sus Majestades, pasando por los duques de Edimburgo e incluso el príncipe Andrés y su ex mujer Sarah Ferguson.