Rose Hanbury, mujer relacionada con el príncipe Guillermo, asistió a la coronación de Carlos III (y con dardo a Kate Middleton)

Tras un fin de semana de ensueño, la polémica vuelve a llamar a las puertas de Buckingham Palace. Cuatro días después de la celebración de Carlos III, las agencias de fotografías han decidido desvelar un dato hasta ahora desconocido. Rose Hanbury, la mujer con la que se ha relacionado en numerosas ocasiones al príncipe Guillermo y que, además, ha sido nombrada por los medios británicos como la enemiga número 1 de Kate Middleton, asistió al acto celebrado el pasado sábado en la abadía de Westminster.

Las imágenes han desencadenado un sinfín de titulares. No es para menos, porque esta visita inesperada de la marquesa de Cholmondeley también ha incluido un mensaje indirecto a la princesa de Gales.

24 horas después de que la futura reina de Inglaterra incluyese en su armario unos de los zapatos favoritos de doña Letizia, los Bow Tie Pump de Aquazzura, durante la comida con los primeros ministros de la nación, Hanbury decidía utilizarlos para finalizar su estilismo escogido para tal acontecimiento histórico. De esta manera, le hacía saber a la que fue una de sus mejores amigas que sigue atenta a cada uno de sus pasos.

Sin embargo, este gesto no es lo único que ha llamado la atención dentro de estas fotografías. La marquesa de Cholmondeley, considerada por los expertos como una de las invitadas mejor vestidas del evento, también encontró en el vestido bicolor de la de Gales una clara inspiración. De hecho, lució un dos piezas blanco y negro vintage del mítico modisto británico Ossie Clark, conformado por una blusa con lazada al cuello y mangas ligeramente abullonadas con estampación de rayas, acompañada por una falda midi, cinturilla alta, corte evasé y ligero vuelo a juego.

El diseño, que refleja claramente las referencias del diseñador más conocido en el Reino Unido en la década de los 60 y 70, como Bianca Jagger o Twiggy, fue completado por una diadema ancha con redecilla en color negro, un anillo de zafiro y unos pendientes de brillantes y perlas con broche en conjunto en forma de flor.

¿Por qué fue invitada?

Tras tal revelación, numerosos fanáticos han cuestionado la decisión de la Casa Real británica. No obstante, existen motivos de peso por los que Rose Hanbury contaba con un asiento en la abadía. El primero es que está casada con David Rocksavage, el séptimo marqués de Cholmondeley; y, por lo tanto, forma parte de la aristocracia del país.

Por otro lado, según desveló el ‘Daily Mail’, su marido fue designado recientemente por Carlos III como lord-in-waiting permanente, un rol que le asigna una posición de primera línea en la monarquía y en el que entre sus obligaciones se encuentra la de acudir a los eventos más importantes e incluso representar al monarca en actos oficiales si fuese necesario.

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Por último, el mayor de sus tres hijos con el noble, Oliver, al igual que el príncipe George, fue uno de los pajes de honor que acompañaron en todo momento al rey de Inglaterra en su estancia en Westminster.

El motivo del escándalo

Los rumores de la supuesta relación entre Rose Hanbury y el príncipe de Gales se remontan al año 2019, cuando el diario ‘The Sun’ publicó unas imágenes en las que el primogénito de Carlos III y la marquesa de Cholmondeley aparecían en una actitud muy cómplice durante una fiesta privada. Además, el tabloide aseguraba que ambos habían sido vistos en más de una ocasión acudiendo juntos a la iglesia de Sandringham y que por ello Kate Middleton había cortado el trato y vetado a la que hasta entonces era una de sus mejores amigas.

Todas las informaciones fueron retiradas de los medios con el paso del tiempo, pero escasos meses atrás la historia se repitió. El pasado 19 de febrero, la prensa nacional recuperaba esta teoría asegurando que Hanbury y Guillermo cenaron juntos en Londres por el Día de San Valentín. Sin embargo, tal y como desvelaba en exclusiva Vanitatis, dicha noticia desaparecía por completo dentro de las fronteras británicas.

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Entonces, comenzaba el caso Williamgate, bautizado así por nuestro propio medio. Este se concretaba en la hipótesis de que Buckingham Palace podría haber recurrido a la llamada 'super-injunction', una eficaz herramienta legal utilizada por las personas y las corporaciones más poderosas cuando quieren silenciar a los tabloides.

Hoy, al igual que en tiempos pasados, ninguno de los diarios del Reino Unido se hace eco de la información de la asistencia de Rose Hanbury a la coronación de Carlos III.