El importante paso de Haakon como futuro rey y el curioso look de Mette-Marit para recibir al presidente de Italia

El heredero del trono de Noruega, el príncipe Haakon, tendrá un papel protagonista en la visita de Estado a su país del presidente de Italia, Sergio Mattarella, que se desarrolla entre hoy y mañana. El royal ha dado un paso adelante en su futuro al frente de la monarquía de su país, al sustituir en esta ocasión a su padre, el rey Harald, después de que este fuera hospitalizado por una infección que le mantendrá ingresado varios días más.

El monarca, de 86 años, fue ingresado en el hospital del Reino de Oslo y su estado "es estable", según un comunicado oficial. Esta circunstancia ya le impidió participar el lunes pasado en las celebraciones del Día de la Liberación de la ocupación alemana, en las que también fue sustituido por el príncipe heredero Haakon.

Harald ha sido hospitalizado en varias ocasiones en tiempos recientes, la última vez, en diciembre de 2022, también debido a una infección. El monarca noruego fue operado por última vez en 2021 de un ligamento en la rodilla y un año antes se le había reemplazado la válvula en el corazón implantada en 2005, dos años después de serle extirpado un tumor en la vejiga.

Así las cosas, su hijo hará las veces de anfitrión en esta visita del mandatario italiano, que ha llegado acompañado de su hija Laura. Junto a ellos hemos podido ver también a la reina Sonia y a la princesa Mette-Marit. En esta ocasión, la esposa de Haakon ha llevado un curioso look alejado de los que ha lucido, por ejemplo, durante los actos de la coronación de Carlos III.

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Recordemos que en la recepción, apostando por moda británica y, por ende, haciendo un guiño al país del homenajeado, la princesa lucía un look firmado por Alexander McQueen que resultó tan original como llamativo. Para el gran día en la abadía de Westminster se decantó por el rosa, con un vestido midi de manga larga con bordados. Un diseño de cuello redondo con un gran lazo a un lado que incluye un cinturón a juego para enmarcar la cintura.

Para esta visita oficial, no obstante, ha optado por la discreción, al igual que la reina Sonia, ataviada con abrigo gris, pañuelo y un llamativo sombrero, lista para combatir las no muy agradables temperaturas en Oslo, donde hoy se esperan lluvias.

La visita a Noruega del presidente Mattarella y su hija ha comenzado con una ceremonia en la que han depositado unas coronas de flores en el Monumento Nacional de la Fortaleza de Akershus. Posteriormente encararán una intensa tarde de compromisos que incluye una visita al Museo Nacional de Oslo.

Por la noche, tras un paseo en barco por el fiordo de Oslo, cuyo tema será el desarrollo urbano ecológico y respetuoso con el clima, el príncipe heredero y la reina Sonia ofrecerán un banquete de Estado en honor de sus invitados. A él acudirán también la princesa Mette-Marit y la princesa Astrid.

En el segundo día de su estancia en el país escandinavo, Haakon y Mette-Marit, junto a la ministra de Asuntos Exteriores, Anniken Huitfeldt, acompañarán al mandatario italiano en diversas visitas que incluyen contemplar la catedral de Nidaros, en Trondheim, donde tradicionalmente se corona a los reyes noruegos. Según informa la Casa Real, esta visita sirve para demostrar una vez más la estrecha relación entre las dos naciones europeas, y para devolver la que ya hiciera Noruega a Italia en 2016.