Los motivos por los que los Middleton se deshacen de la empresa que les hizo millonarios
Carole y Michael Middleton, los padres de la princesa de Gales, han vendido su firma de artículos de fiesta tras asegurar que querían pasar más tiempo con sus nietos
Party Pieces, la empresa familiar de artículos de decoración para fiestas que los Middleton lanzaran en 1987 desde la mesa de su cocina y que les llevó a acumular una fortuna, ha cambiado finalmente de manos después de meses de rumores y de pérdidas económicas. Finalmente, Carole y Michael Middleton, los padres de Kate, han vendido la firma a James Sinclair, un empresario británico, en un acuerdo de rescate después de que cayera en suspensión de pagos.
Antiguo animador infantil, Sinclair también es propietario de varias cadenas de heladerías y parques de atracciones, y ha cobrado fama en su país en su faceta de conferenciante especializado en charlas de motivación centradas en cómo ganar dinero con los negocios y las propiedades, algo que sin duda le resultará útil en su intento de volver a hacer rentable a Party Pieces.
Esta venta, anunciada por los nuevos dueños a través de sus redes sociales y cuyo precio no ha trascendido, se produce tan solo siete meses después de que Carole Middleton lanzara su negocio de artículos para fiestas en Estados Unidos. Los administradores encargados de negociar este acuerdo han asegurado en un comunicado que "Party Pieces es una marca consolidada con una orgullosa herencia británica, pero como muchas otras empresas del sector minorista, se ha visto profundamente afectada por los efectos de la pandemia y las consiguientes restricciones a las reuniones sociales".
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En 2021 surgían los primeros informes de que la compañía había experimentado una importante pérdida financiera de más de 250.000 libras tras los efectos de la pandemia y el Brexit. A pesar de ello, la empresa insistió en que las pérdidas entraban dentro de lo previsto e incluso puso en marcha su expansión internacional. Los Middleton eran propietarios de algo más de la mitad de la empresa, mientras que dos inversores poseían el resto.
La noticia llega también pocas semanas después de que amigos de la pareja revelaran al 'Daily Mail' que los Middleton planeaban alejarse de la empresa para dedicar más tiempo "a sus nietos, a la jardinería y a los viajes". Estas fuentes añadían que "Carole se ha entregado en cuerpo y alma a Party Pieces y adora el negocio, pero tiene 68 años y está allí a tiempo completo todos los días. Es un compromiso demasiado grande".
La historia del auge y caída final de esta empresa es también la de la propia familia Middleton, ya que, además del matrimonio, sus tres hijos han trabajado para Party Pieces en algún momento. La empresa se fundó en 1987, cuando Carole estaba embarazada de James y buscaba platos de papel divertidos para el quinto cumpleaños de Kate. Sorprendida por la falta de opciones, decidió que ella podía hacerlo mejor.
Al principio, la empresa se limitaba a preparar bolsas de fiesta para los padres de los amigos del colegio de sus hijas, pero con el tiempo el negocio creció lo suficiente como para ocupar un cobertizo en su jardín y, más adelante, necesitar un local propio para luego despegar definitivamente. Antes de convertirse en miembro de la familia real británica, la ahora princesa de Gales trabajó como directora de proyectos para la firma de sus padres, pero dejó el trabajo antes de su boda en 2011 con el príncipe Guillermo.
Party Pieces, la empresa familiar de artículos de decoración para fiestas que los Middleton lanzaran en 1987 desde la mesa de su cocina y que les llevó a acumular una fortuna, ha cambiado finalmente de manos después de meses de rumores y de pérdidas económicas. Finalmente, Carole y Michael Middleton, los padres de Kate, han vendido la firma a James Sinclair, un empresario británico, en un acuerdo de rescate después de que cayera en suspensión de pagos.