El lenguaje corporal de Leonor y Sofía en la confirmación de la Infanta

Esta mañana de jueves, todos los medios españoles estaban pendientes de la cita que tenía lugar en la parroquia de Nuestra Señora de Aravaca pasado el mediodía. Una cita en la que no hemos parado de ver muestras de afecto y cariño entre la mayor parte de miembros de la familia real, también con sus abuelos.

Pero si algo ha destacado, además de los numerosos abrazos y gestos de cariño entre todos ellos este jueves en Aravaca, es la estrecha y cercana relación entre las dos hermanas, la princesa Leonor y la infanta Sofía.

Ambas en tonos fucsias llegaban a esta celebración tan especial para la pequeña de la familia, que se ha adelantado un año, para que pueda celebrarla con sus compañeros del colegio Santa María de los Rosales, con los que ha compartido toda su infancia, y antes de partir al UWC Atlantic College.

Leonor sabía perfectamente que hoy la protagonista era su hermana pequeña, por eso, a pesar de ser la heredera, esperaba a la infanta Sofía en la puerta y la dejaba pasar la primera, tocándole con su mano la espalda, como en un gesto de apoyo y de empuje.

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Un cariñoso gesto que ha sido el primero de muchos, pues entre ambas hemos visto la complicidad que suelen demostrar en los actos públicos, en los que se apoyan frente a los medios de comunicación, a los que están más que acostumbradas, pero que siempre infunden cierta timidez.

Hemos visto a Sofía cogerla a su hermana mayor de la mano y caminar con ella de esta manera, un cariñoso gesto que demuestra que ha echado mucho de menos a la heredera, que ha pasado los dos últimos cursos en Gales, sacándose el título de Bachillerato Internacional.

Muy sonriente y radiante, la joven de 16 años se muestra feliz de tener a su hermana de vuelta en nuestro país, con la que podrá compartir confidencias hasta que ambas retomen de nuevo sus obligaciones. Sofía, con su marcha a Gales, y Leonor, con su formación militar.

Mientras tanto, tienen varias semanas por delante para estar juntas, pues demuestran en cada ocasión que las hemos visto que se llevan a las mil maravillas y prueba de ello es que no han dejado de cogerse la mano o el brazo en varias ocasiones.

Ambas se han mostrado tranquilas en un día de lo más feliz para la familia, que han podido disfrutar con tres de sus cuatro abuelos, con los que también se han dejado ver la mar de cariñosas, especialmente la Princesa con la reina Sofía.