El rey Felipe VI ya tiene las fechas para la celebración de la regata en Palma

El rey Felipe VI tiene dos aficiones deportivas que practica desde que era muy pequeño. Una es el esquí y la otra la vela, que ha compartido desde siempre con su familia en los veranos mallorquines. Y lo que no falla es su participación en la Copa del Rey, que se celebra desde hace cuarenta años en la bahía de Palma.

Este año, las fechas de esta competición ya están cerradas. Comienza el 29 de julio y finaliza el domingo 6 de agosto. Esa tarde de domingo, don Felipe entregará la copa al equipo ganador y también se encargará de repartir el resto de trofeos menores a los participantes.

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N.Tiburcio

La única vez que se canceló fue en el año de la pandemia. El 27 de mayo del 2020, el Consejo Superior de Deportes anulaba la convocatoria por cuestiones sanitarias. En aquel momento, el covid estaba en su máximo apogeo y por lo tanto las restricciones sanitarias eran máximas. Los Reyes tampoco se instalaron ese verano en Son Vent, su casa en el recinto de Marivent.

La presencia del rey Felipe en estas convocatorias marineras se convierte en un importante atractivo económico y deportivo para la isla. El Club Náutico es el centro de operaciones en esa semana de regatas. El monarca disfruta con el resto de los regatistas de su pasión por el mar. No solo con sus compañeros de barco, sino también con los socios. Es habitual que una vez que finaliza la jornada marinera cambie impresiones en el bar del náutico tomando una cerveza o un gin-tonic. Mantiene una rutina que no varía en lo esencial. Lo único que cambia es el tiempo que tarda en regresar a Son Vent con su familia.

Felipe VI suele llegar al recinto sobre las diez de la mañana con el uniforme marinero de bermudas y camiseta, común al resto del equipo. El resto de estilismo se compone de mochila, gorra y gafas. Suele tomar un café acompañado de un pincho de tortilla, igual que hacía su padre, con el resto de la tripulación.

En esos momentos de relax, el Jefe del Estado se comporta con naturalidad y se deja hacer selfies. El monarca es uno de los tripulantes del Aifos (Sofía al revés). Se trata de un modelo que se conoce como TP52, al que se le considera un Fórmula 1 en este tipo de navegación deportiva. No es de nueva construcción, sino que la Armada ha recuperado un velero que fue botado en 2005.

Durante varias temporadas, el Rey llegaba a la isla días antes del inicio de la regata para participar directamente en los entrenamientos previos. Lo hizo el año pasado y puede que en esta edición también lo haga. La coincidencia con la celebración del Atlántida Festival Film, del 23 al 30 de julio, al que siempre acude la reina Letizia, hace posible que el Rey y su familia pasen esas semanas ya en Palma. Después llegarán las vacaciones privadas, que este año serán más cortas.

El 17 de agosto, la princesa de Asturias debe incorporarse a la academia de Zaragoza donde comenzará su instrucción militar. Y la infanta Sofía viajará en fechas parecidas al internado de Gales. Ninguna de las hijas reales ha participado en estas regatas ni tampoco se las conoce afición al deporte de la vela. Al menos en España. Hace unos años, al preguntarle los periodistas al rey Felipe por esta cuestión, fue la infanta Sofía la que dio la noticia: “En el campamento sí lo hacemos”. Se refería a su estancia en Estados Unidos, donde acudieron las hermanas varios veranos para participar en unas convivencias internacionales.

La relación de Felipe VI con el mar comenzó cuando tenía siete años y en el Club de Mar de Calanova. Acudía con sus hermanas Elena y Cristina, los primos griegos y los hijos de la infanta Pilar a las clases teóricas y prácticas y participaban en pequeñas regatas. La afición la heredaron el príncipe Felipe y sus hermanas de su padre, y este a su vez del conde de Barcelona, que antes de que le diagnosticaran cáncer pasaba más tiempo navegando en el Giralda que en tierra firme. El rey Felipe disfruta de Palma y no sólo por la tradición marinera, sino porque se encuentra con sus amigos, muchos de los cuales forman parte de su tripulación.

Además de sus salidas al mar, don Felipe tiene también su ruta de amigos que no suele compartir con la reina Letizia. Al menos así ha sido durante estos últimos años. Un grupo del que forman parte militares de carrera de la Comisión Naval de Regatas de la Armada y Jaime Anglada. En este caso, el cantautor y su mujer, que mantiene una buena relación con la consorte real, también comparten tardes y noches en Son Vent.