El inminente regreso de Harry a Londres con motivo de un juicio: ¿se verá con su padre?

El príncipe Harry tiene previsto volver a su país natal el próximo lunes, para afrontar un nuevo capítulo en la larga lista de frentes legales que tiene abiertos en este momento. Se espera que el duque de Sussex aterrice en Londres el próximo lunes y al día siguiente declare como testigo en el juicio entablado contra Mirror Group Newspapers por él y otras tres personas por presunta recopilación ilegal de información, incluida la piratería telefónica.

El esposo de Meghan Markle llega a este juicio después de perder un recurso contra el Ministerio del Interior británico sobre la seguridad de su familia y tras el anuncio de que deberá responder ante un tribunal federal en Estados Unidos acerca de sus declaraciones sobre el consumo de drogas que aparecieron en su polémica autobiografía, publicada el pasado mes de enero.

En una circusntancia prácticamente inédita en este siglo, esta será la primera vez en más de 20 años que un miembro de la familia real testifique ante un tribunal, desde que lo hiciera la tía de Harry, la princesa Ana, en 2002.

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En aquella ocasión, la hermana de Carlos III se declaró culpable después de que su perro Dotty, un bull terrier inglés, mordiera a dos niños en el Parque de Windsor. La princesa entonces fue multada con 500 libras por el incidente y condenada a pagar 250 libras en concepto de indemnización y 148 más en concepto de costas, mientras que a Dotty se le ordenó someterse a varias sesiones de adiestramiento.

Harry es uno de los cuatro demandantes de alto perfil cuyos casos han sido seleccionados para el juicio. Los otros son los actores de la longeva serie inglesa 'Coronation Street', Michael Turner y Nikki Sanderson, y la exmujer del cómico Paul Whitehouse, Fiona Wightman.

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El viaje del duque de Sussex a Inglaterra se producirá inmediatamente después de que su hija menor, la princesa Lilibet, cumpla dos años este domingo. La última vez que el royal estuvo en Inglaterra fue para asistir a la coronación de su padre y de la reina Camila, el pasado 6 de mayo, aunque se marchó inmediatamente después de la ceremonia, sin asistir a ningún acto de celebración ni al concierto de coronación, quizá en parte porque el evento se celebró el mismo día que el cuarto cumpleaños de su hijo Archie.

En esta ocasión, es muy poco probable que Harry tenga la oportunidad de reunirse con el soberano, ya que este tiene planeado un viaje a Transilvania, donde se alojará en su remota y rústica granja del pequeño pueblo de Viscri, que compró en 2006. Se espera que pase al menos una semana en la localidad rural, pero también tendrá la oportunidad de reunirse con el presidente del país, Klaus Iohannis, en una cita que está programada para mañana.

Gran aficionado a la naturaleza, Carlos III tiene la tradición de pasar unos días al año en la zona y la casa de huéspedes se alquila luego al público. Se la conoce como la Casa Azul, al igual que la que fuera propiedad de Lucía Bosé en Segovia, y cuenta con siete habitaciones dobles con baño, un salón-comedor, una sala de estar y una cocina. También tiene su propio granero y un enorme horno para hacer pan.

La reina Camila permanecerá durante esos días en su residencia campestre de Ray Mill en Wiltshire, mientras que Meghan Markle se quedará junto a sus hijos en su mansión de la soleada Montecito, en California. Su residencia, valorada en 14 millones de dólares, es el oasis privado de la pareja, y se han retirado allí desde que asistieron a la gala Woman of Vision 2023 en Nueva York a principios de este mes, donde la duquesa fue galardonada con un prestigioso premio y posteriormente sufrieron una dramática persecución, desde la que han adoptado un perfil bajo sin apariciones públicas.