De Sophie de Edimburgo a Camila: el resto de looks del acto de la Orden de la Jarretera
Las mujeres de la familia real británica han asistido al clásico acto de la Orden de la Jarretera con estilismos y uniformes a la altura de la ocasión
La familia real británica vive sus días más alegres. Las polémicas ya son conocidas lejanas y su agenda oficial se ha transformado en todo un despliegue de imagen para la institución. Después de celebrar el pasado sábado su reconocido Trooping the Colour, donde las mujeres de la institución volvieron a brillar por sus elecciones estilísticas, hoy han celebrado el mítico acto de la Orden de la Jarretera con el castillo de Windsor como escenario principal.
Un año más, el núcleo central royal del Reino Unido se ha congregado para celebrar la llegada de cuatro nuevos nombres a la organización creada por el rey Eduardo III en 1348, conocida por ser la orden de caballería más importante y antigua de la nación. Esta cuenta con 22 miembros, integrados por ocho caballeros y damas pertenecientes a la familia real del país y siete monarcas extranjeros, entre ellos don Juan Carlos, que recibió la distinción en 1988, o Felipe VI, que lo hizo el pasado 2017.
A pesar de que en este 2023 no se ha contado con invitados especiales, la relevancia del evento, que celebra el considerado el pináculo dentro del sistema de honores británico, lo ha convertido en un despliegue de looks de lo más inspiradores. En primer lugar, Kate Middleton, que, como de costumbre, ha sido una de las grandes protagonistas de este momento, ha lucido un vestido midi blanco de estampación de topos con ligero homenaje a una de sus apuestas más míticas en Ascot, pero también a la reina Letizia.
No obstante, la princesa de Gales, que ha acudido en calidad de acompañante, ya que su marido es uno de los miembros más importantes de la Jarretera, no ha sido la única mujer en brillar. Sophie de Edimburgo se ha hecho con todos los flashes al aparecer con un animado vestido midi de fondo blanco y con estampación floral rosa.
La pieza sin mangas, de cuello redondo y falda acampanada de vuelo se convertía en una exquisita representación de la época primaveral. Además, siguiendo el protocolo de vestimenta en este tipo de actos, la esposa del duque de Edimburgo remataba la prenda con un llamativo tocado ladeado a conjunto protagonizado por el volumen y los plisados, unos altísimos salones de tira cruzada en el frontal, chal a juego y collar de perlas.
Por otro lado, su cuñada Camila Parker Bowles, que obtiene el cargo de dama dentro de la Jarretera, ha tenido que posar, al igual que su cónyuge, el rey Carlos III, con el uniforme protocolario de la orden. De esta manera, la reina del Reino Unido entraba en el castillo de Windsor con la capa larga con ligera cola confeccionada en terciopelo de tonalidad azul marino y forrada por tafetán de color blanco, que posee la Cruz de San Jorge bordada en el hombro izquierdo.
Para finalizar portaba el sombrero bonete estilo tudor, también de terciopelo, aunque prendido con plumas de avestruz, que combinaban a la perfección con un vestido largo con falda a ras de suelo de silueta acampanada y guantes de ópera. Una apuesta similar a la de su cuñada la princesa Ana, otra de las damas de la Orden.
La familia real británica vive sus días más alegres. Las polémicas ya son conocidas lejanas y su agenda oficial se ha transformado en todo un despliegue de imagen para la institución. Después de celebrar el pasado sábado su reconocido Trooping the Colour, donde las mujeres de la institución volvieron a brillar por sus elecciones estilísticas, hoy han celebrado el mítico acto de la Orden de la Jarretera con el castillo de Windsor como escenario principal.
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