El imperio mediático de Harry y Meghan se enfrenta a un nuevo contratiempo legal

La intensa actividad que el príncipe Harry está desarrollando en los juzgados a un lado y otro del Atlántico está siendo un constante cara y cruz para el hijo de Carlos III. Si primero recibía un golpe de la Justicia británica, cuando se le impedía pagar por la protección policial durante sus visitas al Reino Unido, más tarde salía victorioso en el contencioso sobre la revisión de su visado en relación con sus declaraciones sobre el consumo de drogas.

Ahora los negocios de los Sussex han vuelto a sufrir un revés con la decisión de las autoridades estadounidenses de rechazar su solicitud para patentar la marca Archetypes, el nombre con el que Harry y Meghan bautizaban su exitosa serie de pódcast. La pareja presentó una solicitud para obtener los derechos exclusivos de este nombre, pero la Oficina de Patentes y Marcas norteamericana ha rechazado sus pretensiones sobre la base de una "probabilidad de confusión" con otra compañía ya existente.

Los royals pretendían reclamar los derechos de esta marca en ámbitos como "grabaciones de audio descargables y pódcast", y en todo lo que entrara en la categoría de "tratamiento cultural de la mujer y estereotipos sobre la mujer". Pero la solicitud ha sido denegada debido a la existencia de una firma en Arizona denominada Archetypes LLC, que buscó el uso exclusivo en 2015 para una serie de libros y artículos sobre "nutrición, fitness, sexualidad, automejora psicológica".

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Según informa el 'Daily Mail', la abogada de los Sussex, Marjorie Witter Norman, ha solicitado ahora tres meses más para volver a enviar con más detalle esta solicitud. Al parecer, Meghan Markle habría sufrido este mismo contratiempo al intentar reactivar la marca The Tig, el blog de estilo de vida que dirigió durante tres años antes de casarse con Harry.

Esta decisión se produce poco después de que Spotify publicara un comunicado conjunto con Meghan y Harry en el que anunciaban sus planes de separar sus caminos. La pareja había firmado un millonario acuerdo con el gigante del streaming a finales de 2020, apenas unos meses después de dejar de ser miembros de la realeza. Pero ahora su pódcast 'Archetypes' no ha sido renovado para una segunda temporada. El comunicado precisaba que habían "acordado mutuamente" poner fin al acuerdo y que estaban "orgullosos de la serie que hicimos juntos".

Mientras les llueven las críticas por parte de directivos de Spotify y también de quienes les acusan de falsear las entrevistas del pódcast, su imperio mediático podría verse afectado en otro importante flanco. Los rumores aseguran cada vez con más fuerza que su muy lucrativo acuerdo con Netflix se tambalea.

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Tras las desmentidas especulaciones de que Meghan Markle pudiera ser la nueva musa de Dior, ahora su reputación podría verse muy afectada si Netflix cancela su negocio de 100 millones de dólares con los Sussex. "La sensación es que el limón se ha exprimido por completo", señala una fuente anónima al diario 'The Sun' sobre este aspecto. Como parte de su acuerdo, los royals estrenaron a finales del año pasado su polémica docuserie 'Harry y Meghan', que seguía sus vidas desde el momento en que dejaron de ser miembros de la realeza en marzo de 2020.

Sobre este punto también han surgido recientes y sorprendentes informaciones. Estas señalan que los Sussex estarían considerando cambiar su apellido por el de la fallecida Lady Di. Es decir, abandonar el Windsor por el Spencer, en lo que significaría un importante cambio de imagen y un 'rebranding' completo.

Así al menos lo ha asegurado durante una intervención en 'GB News' el experto en la realeza británica Tom Bower, afirmando que "lo que es realmente interesante en el cambio de marca de los Sussex es que Meghan ha decidido que su verdadero objetivo en la vida era ser como Diana".

"Esa ha sido siempre su pasión. Así ella sería Meghan Spencer: la nueva Diana", añadía antes de decir que "lo han discutido no solo entre ellos, sino también con otras personas. Se trata de una ruptura. También renunciarían al título de Sussex porque en su lugar dispondrían de la nueva encarnación de Diana".