Por qué los Urdangarin fueron la ausencia más sonada de la fiesta de Irene

Andamos estos días a vueltas con la graduación de Irene Urdangarin y en todos los medios se destaca la unión familiar que ha provocado la fiesta de la joven. Pero si nos fijamos bien, esa unión desaparece al detenerse en los detalles. Porque, sí, estaban los Borbón casi al completo, pero no había nadie de la familia de Iñaki Urdangarin más allá de su madre, Claire Liebaert, quien hizo de tripas corazón y viajó hasta Ginebra para encontrarse con sus exconsuegros.

La relación de la familia Urdangarin con los Reyes eméritos, en especial con don Juan Carlos I, está rota desde hace años. Es mucho más que tensa, es malísima. Así que todos, al completo, decidieron no acudir a la graduación para no tener que enfrentarse a una reunión que pocos tenían ganas de mantener.

No estaba Ana Urdangarin, que es algo más que una tía para Irene. La hermana mayor de Iñaki ha estado siempre a su lado, y es además una de las grandes amigas de la infanta Cristina. Tampoco estaban ni Mikel ni Clara, piezas fundamentales en la vida del exmatrimonio, en especial cuando sufrieron por todo el proceso del caso Nóos. Mikel y Clara estuvieron en Palma de Mallorca durante los duros días del juicio, apoyando a su hermano y a su cuñada, a quienes abrazaban con cariño y sentimiento. Porque su cuñada, la infanta Cristina, ha sido siempre mucho más que eso.

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Una prueba evidente de todo ello es que el verano pasado, cuando Iñaki Urdangarin no pudo ir a las bodas de su sobrinos americanos -los hijos de Cristina Urdangarin Flood-, fue la infanta Cristina quien acudió. Allí, en Chicago, se divirtió arropada por toda su familia política. Con ella viajaron sus cuatro hijos, también Irene, claro, y se les vio divirtiéndose y bailando. Los primos Urdangarin al completo pasaron unos días juntos, algo que no han repetido este fin de semana en Ginebra.

Ni los primos

Ni siquiera Diego Urdangarin, hijo de Mikel, muy unido a Irene, ha estado en su graduación, aunque no vive demasiado lejos: como bailarín forma parte de un cuerpo de baile clásico en Alemania. Tampoco viajaron a Ginebra ninguno de los cinco hijos de Ana, los Gui, y eso que Carlota, una de estas primas barcelonesas, incluso vivió con la familia Urdangarin de Borbón en Ginebra durante una temporada.

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Así pues, ni los hijos de Ana ni los de Mikel: tampoco Arola, que se casó hace poco más de un año y allí estuvieron sus primos acompañándola… Ninguno de los hermanos de Iñaki Urdangarin, ni ninguno de los hijos de los hermanos de Iñaki Urdangarin han estado en Ginebra para estar junto a Irene.

En su momento, Vanitatis pudo saber que estaba planeado que muchos de ellos fueran a la graduación. Pero tras ver las imágenes en las que no aparecen ni sus sombras, hemos vuelto a preguntar y nos informan de que para ellos es difícil enfrentarse a la figura potente y enorme del rey Juan Carlos I. A él lo culpan, aunque sea de forma velada y en petit comité, de todos los males que ha sufrido Iñaki. Incluso de la separación de los exduques de Palma, una ruptura que ha dolido profundamente a todos los hermanos.

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El calvario de la prisión que sufrió el todavía marido de la Infanta es algo que sus hermanos, nos aseguran, no olvidarán nunca. Recordemos, además, que la hermana mayor de Iñaki, Ana, dijo aquella famosa frase de que "si mi padre viviera, ardería Zarzuela" tomando café un día con unas amigas.

Perfil de WhatsApp

Y cuando Felipe VI le dio la espalda a su hermana y se creó aquel famoso cordón sanitario en torno a su familia, fueron los Urdangarin quienes les apoyaron. Célebre es la fotografía que tenía Ana Urdangarin en su perfil de WhatsApp, en la que apoyaba a la expareja con la frase “con Iñaki y Cristina” escrita en varios idiomas.

La conexión entre la mayor y el pequeño no acaba aquí. Ana ha heredado la costumbre de pasar los veranos en Viladrau, un municipio del Montseny, costumbre que iniciaron sus padres. Y una vez los padres volvieron a Euskadi, Ana fue quien se responsabilizó de la casa. Puede que alguno recuerde que fue precisamente en ese pueblo en el que Cristina e Iñaki se escondían cuando empezaron su noviazgo. "El pueblo cómplice", lo bautizó la prensa. Y el pasado verano, sin ir más lejos, fueron muchos quienes vieron a Iñaki a lomos de su bicicleta por las carreteras y caminos de Viladrau.

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Pero no ha podido ser, esta vez la unión Borbón ha podido con la unión Urdangarin. La única que ha podido enfrentarse a la situación ha sido Claire, la matriarca de la familia, quien ha dado una lección de estilo y elegancia a todos al sentarse junto a su exnuera y aparecer en público junto a sus exconsuegros. Llegó hasta Suiza de la mano, literalmente, de su hijo, a quien apoya en todo lo que hace.