Más allá de Leonor: los Princesa de Girona, unos premios que cambian vidas

Llegadas estas fechas, los que nos dedicamos a seguir la actualidad del mundo royal, tenemos esta semana de julio marcada en el calendario, especialmente desde que la hija mayor de los Reyes asumiera un papel protagonista en la jornada que nos ocupa hoy. Pero esta cita va mucho, muchísimo, más allá de Leonor: los Princesa de Girona son unos premios que cambian vidas. Y no lo decimos nosotros, nos lo dicen cinco personas que, por su ingenio, talento y ganas de hacer que el mundo sea un poquito mejor, fueron considerados merecedores de estos galardones.

Mucho más acostumbrados a que se hable más de los Premios Princesa de Asturias o, salvando las distancias y fuera de nuestras fronteras, de los Nobel, hemos querido acercarnos un poco más a lo que significa recibir un Premio Princesa de Girona. A lo que supone que el jurado crea en ese talento, esos proyectos o esas iniciativas que contribuyen a mejorar la sociedad.

Miriam Reyes Oliva, Premio FPdGi Social 2017

Una de ellas es Miriam Reyes, que recibió este reconocimiento en 2017. Su mérito, copiando el fallo del jurado de la Fundación Princesa de Girona, fue "su trayectoria personal enfocada a la solidaridad y al impacto social buscando la igualdad de oportunidades y soluciones en un ámbito complejo como el autismo". Algo que hacía y sigue haciendo a través de herramientas y aplicaciones interactivas que promueven una educación inclusiva que permite a los niños desarrollar todo su potencial. Actualmente, sus aplicaciones son utilizadas por más de un millón de niños en todo el mundo.

Como los otros premiados con los que hemos hablado, reconoce que la consecución del galardón ha sido un punto de inflexión: "A nivel personal, fue un momento superespecial. Ver reconocido todo el trabajo que estábamos haciendo me dio mucha energía, mucha fuerza para seguir trabajando y para seguir creando ese impacto positivo. Fue un punto de inflexión porque se veía lo que estábamos haciendo. Estábamos haciéndolo bien y queríamos hacer más. Poco después de recibir el premio, dimos el salto a trabajar dentro de la educación infantil y primaria y fundamos 'Escuelas visuales', que es un programa que lo que estamos buscando es la inclusión educativa en estos cursos a través de herramientas visuales", nos dice.

Son herramientas, tal y como nos cuenta, muy fáciles de aplicar en el aula para los maestros, pero que tienen un beneficio supergrande en todos los niños. Solo en el último curso, ha habido 50 escuelas participantes en su programa. Escuelas que van desde un centro pequeño rural a colegios con más de 1.200 alumnos. Y eso supone muchos maestros que también se han formado en este tipo de comunicación visual para llegar a todo su alumnado.

"El Premio Princesa de Girona fue un punto de transición", asegura Miriam. "Nosotros hemos ganado muchos premios, pero este galardón es especial. Formamos una pequeña familia con todos los premiados, con todos los que forman parte de la fundación y hay un apoyo muy amplio en muchos sentidos. No se limita solo al día de la entrega, sino que a lo largo de los años nos volvemos a encontrar con el patronato, con personas que quieren apoyar a los premiados y se van viendo los resultados. Por ejemplo, nosotros ahora estamos en un momento muy interesante porque hemos probado un modelo que sirve, somos capaces de hacerlo, queremos que crezca y estamos buscando por eso más fundaciones u organizaciones que se sumen a Fundación Orange -su principal patrocinador-. Y ahora ya estamos iniciando determinadas conversaciones que pueden hacer que se impulse mucho más el proyecto. Lo interesante de esto es que al final es un 'título' que te acompaña a lo largo del tiempo y que esas oportunidades te van ayudando", añade.

A nivel informativo, suelen compararse con los Premios Princesa de Asturias, dado que es Leonor la encargada de entregarlos. Pero tanto en el fondo como en la forma son muy distintos, algo que apunta la propia Miriam. Una de las características de estos galardones es que se entregan a menores de 35 años. Es decir, en momento vital y profesional muy distinto y en el que tener este premio supone un gran impulso para las diferentes carreras y proyectos.

Guillermo Martínez Gauna-Vivas, Premio FPdGi Social 2020

Precisamente, Miriam Reyes era la encargada de anunciar en 2020 que el premiado de ese año era Guillermo Martínez Gauna-Vivas, con el que hablamos ya hace dos años tras recibir el reconocimiento de manos de la princesa Leonor. Dos años desde que lo recibió, tres desde que fue anunciado como ganador -no se pudo entregar en la edición correspondiente a causa de la situación de pandemia-, en los que su organización, Ayúdame 3D, y su trabajo han sido cada vez más conocidos, expandiéndose incluso a otros países.

El fallo del jurado dijo entonces que Guillermo ganaba el premio "por tener una trayectoria inspiradora y acercar la revolucionaria tecnología 3D a personas vulnerables". Tan vulnerables como que son personas mutiladas o con la ausencia de algún miembro y que gracias a la tecnología desarrollada por él pueden tener una vida más fácil. En su caso, tiene claro cómo el Premio Princesa de Girona repercutió de forma muy positiva en su labor: "A mí me ha ayudado a seguir existiendo, básicamente. En 2020 yo estaba en medio de Kenia y me iba a volver a España. Yo estaba en paro y no sabía qué iba a ser de mi vida. Y gracias a eso, ahora somos 12 trabajadores, un equipo de ingeniería biomédica y estamos ayudando a más de medio millar de personas. Te hablo de la parte económica porque es un empuje espectacular, 20.000 euros que te dan para preparar un poco los proyectos, para delegar en una persona de comunicación, para invertir en una persona de ingeniería biomédica o en comprar más impresoras 3D, por ejemplo".

Pero para Guillermo hay mucho más que los 20.000 euros de dotación económica que tienen los Premios Princesa de Girona: "También está la parte divulgativa. La parte de que sepan que existimos, que por ejemplo de Cruz Roja nos conozcan para otros proyectos más grandes, que desde los medios de comunicación veáis estos proyectos que a lo mejor de otra manera no ibais a conocer. Y también está la parte de validación: yo puedo ser el chaval que hace brazos en su habitación o puedo ser el chaval que hace brazos en su habitación y que es Premio Princesa de Girona. Y eso es brutal. Al final tienes ese sello de que un jurado profesional ha confiado en tu proyecto, que una institución como es la Casa Real ha valorado tu proyecto como algo que está cambiando el mundo. Y eso abre muchas puertas para vender productos y servicios a empresas grandes o buscar patrocinadores para financiar proyectos sociales".

Solo en los dos últimos años, desde que recogió el Premio Princesa de Girona, puede hablar del impacto del galardón con cifras concretas: "Como te decía antes, lo primero es ser un equipo ya de 12 personas con un departamento de ingeniería biomédica que estamos creando dispositivos que nunca han existido. Hemos llegado a medio millar de personas. Y también estamos haciendo laboratorios en otros países en vez de mandar las prótesis. Enseñamos desde España a personas de México, Kenia o Sierra Leona para que puedan ayudar allí mismo, lo que tiene varias ventajas: se abaratan costes, se reduce la huella de carbono y se potencia la educación en cada país. Cuando un estudiante aprende impresión 3D en una zona de estas, luego pueden trabajar para empresas grandes de sus propios países o viajar fuera. Al final es una educación muy potente que también queremos ofrecer".

Claudia Tecglen, Premio FPdGi Social 2022

Claudia es, sin duda, la galardonada más diferente a todos los nombres que han hecho historia dentro de los Premios Princesa de Girona. Porque fue la primera -y hasta ahora única- con discapacidad. Tiene una parálisis cerebral infantil que nunca la ha dejado atrás y que ha convivido con su talento y las ganas de trabajar y ayudar a los demás. En la actualidad, es la presidenta de Convives con Espasticidad, constituida en 2008 para ayudar a las personas que conviven con la espasticidad, un trastorno motor asociado a múltiples enfermedades y discapacidades que provoca un aumento del tono muscular dificultando total o parcialmente el movimiento de los músculos afectados.

Su principal objetivo, como ella misma nos cuenta, es acabar con una brecha que existe en la actualidad: "La discapacidad es cara y empobrece el acceso a la educación superior. Hay una tasa de desempleo cercana al 74% y el contexto actual de la crisis no hace más que agravar a los colectivos más vulnerados, entre los que se encuentran las personas con discapacidad". Entre sus proyectos, la primera escuela online de afrontamiento activo de la discapacidad, en la que todos los materiales son accesibles a personas con discapacidad visual e intelectual, reduciendo así la brecha tecnológica que existe en muchas personas con discapacidad. Y es que, como nos dice, "la accesibilidad no es un privilegio, sino un derecho". Otro de los proyectos que ha llevado a cabo para salvar esta brecha es el cuento 'No tengas miedo, cuentas conmigo', en el que pone el acento en la salud mental, o el pódcast 'Los convivientes', en el que se muestra que la discapacidad y el talento conviven de forma natural. Se puede ver en YouTube y cada vez tiene más oyentes.

Como los dos anteriores, para Claudia la consecución del Premio Princesa de Girona supuso un punto de inflexión en su carrera: "Este premio me ha dado la oportunidad de ser la voz de Convives con Espasticidad o, en este caso, que mi voz representando a Convives con Espasticidad llegue a otros foros que nunca ha llegado. Pero además de un reconocimiento, de un 'título' que te abre las puertas a patrocinadores y a personas influyentes que realmente pueden cambiar las cosas por vías mucho más rápidas que nosotros, es mucho más", nos dice.

"En mi caso -continúa-, ayuda a romper el estereotipo que sufrimos las personas con discapacidad y nuestras familias. El premio a una joven psicóloga comunicadora con discapacidad demuestra que no es un impedimento para poder contribuir a construir un mundo mejor y, sobre todo, a cumplir tus sueños. Pero ¿qué se necesita para ello? Que te den una oportunidad. Porque ciertamente no partimos de la misma base. Y la Fundación Princesa de Girona me la ha dado. No solo por el premio, sino porque pasa el tiempo y siguen respondiendo para que pueda participar en diferentes eventos en igualdad de oportunidades que mis compañeros. Entonces, resumiendo, la Fundación Princesa de Girona es un gran empuje. Nos ha dado una gran oportunidad para crecer como organización. Queremos pasar a fundación y estamos en proceso de ello. Ahora toca aprovechar esa oportunidad para que no se quede en el premio, para que esto sea un generador de oportunidades que se vaya alargando en el tiempo".

Claudia Tecglen también reconoce la importacia de que desde Casa Real se apoyen e impulsen estos premios: "El hecho de que se respalden este tipo de iniciativas muestra una intención de de no querer dejar a nadie atrás. Y los medios de comunicación sois nuestros grandes aliados para mostrar la imagen real de la discapacidad, que no somos ni superhéroes ni pobrecitos. Solo somos personas con talentos que desarrollamos por caminos distintos, con apoyos y que necesitamos una oportunidad".

Ousman Umar, Premio FPdGi Social 2021

Ousman nació en Ghana y no tardó en querer conocer Europa. Su experiencia durante años como inmigrante, una vez en nuestro país, lo llevó a escribir el libro 'Viaje al país de los blancos', una obra que él mismo reseña así: "Necesito contar esta historia hasta que no haya más historias como esta que contar". Ousman es el fundador de Nasco Feeding Minds, una ONG desde donde se desarrollan proyectos educativos y aulas informáticas en zonas rurales de África, con el objetivo de poner soluciones al fenómeno migratorio desde la base. Un trabajo que vio reconocido el año pasado, cuando fue uno de los galardonados en la categoría social.

Pero, además de ver reconocido su trabajo, también ha visto como su proyecto ha experimentado un gran impulso que ha repercutido de forma muy positiva en las diferentes iniciativas que lleva a cabo: "Desde que empecé el proyecto hace diez años, ha habido una gran diferencia con los dos últimos. Me ha aportado credibilidad, porque mucha gente y empresas se dan cuenta de que la solución que existe para solventar el problema de la inmigración es desde el origen. También he encontrado más plataformas para divulgar mi mensaje, para dar a conocer realmente la voz que siempre he querido ser, que es ser la voz de todos aquellos que no llegan con vida para poder contar su historia, pero también los que llegan".

En su caso, también nos puede hablar de cifras concretas que ha conseguido tras recibir el Premio Princesa de Girona: "Pasamos de tener 11 salas informáticas a tener 17 y de tener unas 30 escuelas a tener 58 ahora. Son casi 60.000 niños y niñas que ya han tenido acceso a la educación digital. Gracias a eso, este curso tenemos 6.350 alumnos sin subvención pública en ningún país ni local. Viene de aquí, es decir, que mucha más gente nos han conocido. Hoy hemos pasado de tener un presupuesto de 140.000 euros a casi 300.000".

"Así que me siento profundamente agradecido, porque si no hubiera sido gracias al premio, no nos hubiera conocido tanta gente, no nos hubieran hecho donaciones y no hubiéramos conseguido tantos socios. Y lo más importante de todo, entender que el asunto de la migración es posible cambiarlo, pero cambiando la estrategia, no solo con la ayuda humanitaria o caridad. Mi propuesta va mucho más allá de la colaboración, casi en contra de la cooperación internacional, con lo cual no era nada fácil abrir el camino. Es como luchar contra Goliat. Pero he podido abrir camino para poder comunicar y he tenido la plataforma para poder dar a conocer mi misión, mi propuesta, a pesar de que de alguna forma a las grandes entidades no les gusta mi filosofía".

Otra de las consecuencias tangibles de conseguir el Premio Princesa de Girona ha sido la creación de Nasco Tech, fundada en 2021 gracias al galardón: "Mucha gente empezó a darse cuenta de que el talento no tiene color y que puede haber un chico o una chica desde Ghana trabajando telemáticamente para empresas de aquí, evitando así tener que subirse a la patera. Hoy ya contamos con 19 personas en Ghana trabajando para siete empresas diferentes".

"Es absolutamente cierto que si los Reyes no estuvieran dando su apoyo a la fundación y a los premiados, no tendrían tanta visibilidad. El hecho de que ahora sea la princesa Leonor la encargada de entregarlos ha sido culminante y fundamental para el impacto que los premiados tenemos, no solo en la prensa, sino también en los patronos que rodean a la fundación y las grandes compañías. Siempre he tenido presentes a los Reyes mucho más allá de la foto. Si los Reyes me hubieran dado un millón de euros, no tendría hoy el impacto que he tenido gracias a este reconocimiento. La gente tiene que reconocer que esos premios van mucho más allá que una cantidad de dinero que te pueden donar y de la Casa Real como tal. Se tiene que reconocer la gran fuerza y la importancia de esos jóvenes y sobre todo el gran esfuerzo y tiempo que dedica la Casa Real para respaldarlos, para organizar todos los eventos necesarios para poder dar a conocerlos. Va más allá del dinero. El dinero se acaba. En cambio, este premio da alas para volar".