La reina Camila revela en Wimbledon su sorprendente trabajo de juventud
Mientras disfrutaba de los partidos de cuartos de final del clásico torneo de tenis, la esposa de Carlos III hizo una confesión muy curiosa sobre su pasado más deportivo
El exclusivo palco real del torneo de tenis de Wimbledon ha vuelto a tener una invitada de excepción. Si hace unos días era Kate Middleton la que aparecía radiante con una blazer verde de Balmain, en este caso ha sido la reina Camila la que ha ocupado el puesto de honor sobre la pista central del All England Lawn Tennis and Croquet Club de Londres. Acompañada durante toda la jornada, como en otras ocasiones, por su hermana Annabel Elliot, la esposa de Carlos III disfrutó de varios partidos de cuartos de final, entre ellos el que dio el paso a semifinales a nuestro Carlos Alcaraz.
Pero, además de contemplar las evoluciones sobre la hierba de los tenistas, la reina tuvo tiempo de hacer una sorprendente revelación sobre su pasado. Aunque su trabajo actual es llevar a cabo sus deberes reales junto al hijo de Isabel II, parece ser que de joven tuvo una ocupación que hasta ahora desconocíamos.
Lo hizo antes de que comenzaran los partidos, cuando la británica de 75 años conoció a varias personas cuyo trabajo es crucial para que el torneo se desarrolle sin problemas. Entre ellos charló un rato con los cuidadores de los perros del equipo de seguridad de Wimbledon, así como con varios de los recogepelotas que realizan un trabajo a veces poco apreciado atrapando las bolas errantes que vuelan alrededor de las canchas durante los partidos.
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Fue durante una charla con tres jóvenes recogepelotas llamados Larissa, Sean y Cassie cuando la reina Camila bromeó admitiendo que fue "hace cien años" cuando ella misma llevó a cabo este mismo papel en las pistas de tenis. "Tienes que ser muy ágil. Recuerdo haberlo hecho hace cien años en el torneo de Queen's Club", confesó antes de admitir que es "bastante difícil".
Curiosamente, como aperitivo del campeonato, Kate Middleton había grabado un divertido vídeo junto a Roger Federer en el que precisamente se pretendía destacar la importante labor que realizan los recogepelotas en cada torneo. "Ver la dedicación y la cantidad de tiempo que ponen para entrenarse y asegurarse de que todo sale bien el día que los campeones juegan en Wimbledon ha sido increíble", asegura la princesa de Gales en las imágenes.
Tras intercambiar unas cuantas palabras más con los jóvenes recogepelotas del torneo, demostró una vez más que es una gran amante de los perros cuando se acercó para acariciar a Flo, un miembro de la patrulla canina que trabaja como parte del equipo de seguridad del torneo. En declaraciones que recoge el 'Express', su adiestrador, Mark Mills, se mostraba entre divertido y avergonzado por haber hecho que la reina tuviera que agacharse para hacerle cariñitos al can.
"De repente pensé: 'Oh, Dios mío, hice que Su Majestad se inclinara para acariciarlo en lugar de hacer que se sentara para ello'. Estoy contento de que Flo se haya quedado como estaba. Puede ser temperamental", dijo en referencia al perro y no a la reina.
Junto a la esposa de Carlos III pudimos ver a otros asistentes notables en el palco real de Wimbledon. Entre ellos estaba un gran amante del tenis como es el príncipe Alberto de Mónaco, que en esta ocasión cambió a su esposa, la princesa Charlène, por su prima Mélanie-Antoinette de Massy.
También se dejaron ver por allí el hijo de la princesa Ana, Peter Phillips, que acudió al tenis junto a su novia, Lindsay Wallace. Más lejos, en las gradas, pudimos observar a la hermana de Peter, Zara Tindall, y a su esposo Mike, quienes se mostraron muy cariñosos entre raquetazo y raquetazo.
El exclusivo palco real del torneo de tenis de Wimbledon ha vuelto a tener una invitada de excepción. Si hace unos días era Kate Middleton la que aparecía radiante con una blazer verde de Balmain, en este caso ha sido la reina Camila la que ha ocupado el puesto de honor sobre la pista central del All England Lawn Tennis and Croquet Club de Londres. Acompañada durante toda la jornada, como en otras ocasiones, por su hermana Annabel Elliot, la esposa de Carlos III disfrutó de varios partidos de cuartos de final, entre ellos el que dio el paso a semifinales a nuestro Carlos Alcaraz.