De largo y con tiara: Amalia y Máxima paran sus vacaciones en Grecia para irse de boda

Gracias a 'Amalia', la biografía autorizada de la princesa de los Países Bajos, pudimos descubrir cuál fue su primer 'momento tiara', que ocurrió cuando la heredera al trono tenía tan solo 9 años. "Mi madre se estaba maquillando y yo me puse la tiara", se puede leer en la obra, donde podemos comprobar que la joya en cuestión era la tiara Mellerio de rubí de Máxima.

Ahora hemos podido ver a madre e hija lucir por sorpresa sendas tiaras con motivo de una inesperada y feliz ocasión: la boda del príncipe Ferdinand zu Schwarzenberg y Marie Friling, que ha tenido lugar en la pequeña localidad austriaca de Attersee, situada junto al lago Atter y cercana al río Danubio.

Si recientemente veíamos a la argentina protagonizar un duelo de estilo (y también tiaras) con la reina Matilde de Bélgica, en esta ocasión ha sido la princesa Amalia la que ha sido la perfecta compañera de su progenitora, ambas vestidas por Jan Taminiau, el diseñador fetiche de la esposa del rey Guillermo Alejandro.

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Máxima optó por repetir el vestido que ya le viéramos lucir durante la visita de Estado del presidente argentino Macri en 2017, mientras que Amalia eligió reciclar el look con el que recientemente apareciera en Jordania para la boda de los príncipes Hussein y Rajwa. Un evento al que acudieron miembros de la realeza europea de diversos países. Entre ellos, don Juan Carlos I y doña Sofía en representación de España, o Kate Middleton y el príncipe Guillermo por parte de Reino Unido.

Respecto a las tiaras que ambas lucieron en esta última boda en Austria, para la cual debieron interrumpir sus vacaciones en Grecia, indiscutiblemente las más largas de los royals europeos puesto que no se incorporarán hasta el 31 de agosto, la reina optó en esta ocasión por la bandeau, una joya con mucha historia y que es una de sus favortitas debido a su sencillez.

Los enormes diamantes que componen esta tiara formaban parte originalmente de un collar que fue regalado en 1879 por el pueblo holandés a la princesa Emma de Waldeck y Pyrmont con motivo de su boda con el rey Guillermo III de Holanda. La hija de Emma, la reina Guillermina, hizo que el collar de diamantes de su madre, originalmente engastado con treinta y cuatro piedras, se convirtiera en esta impresionante diadema en 1937.

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Por su parte, Amalia ha optado también por la misma que llevó en la boda jordana con el mismo vestido rojo de Taminiau: la tiara del pavo real, llamada así por su forma, que recuerda a la cola de este bello animal. Esta incluye, además de la diadema, un collar y un gran broche. La joya se realizó en 1897 para Guillermina, que iba a ser coronada al año siguiente. Para su fabricación se utilizaron rubíes de la herencia de la reina Sofía de Holanda y se encargó al joyero de Fráncfort E. Schürmann.

Respecto a los otros protagonistas del día, los novios, la pareja residente en Praga está formada por Ferdinand y Marie, suizo él, belga ella. El príncipe es el hijo menor del príncipe Friedrich Karl Joseph Johannes von Nepomuk y Regula Brigitta Schlegel. Su hermana mayor, la princesa María Elena, falleció en 2019 a los 33 años. Licenciado en Estudios Europeos y con un máster en Arte y Política Patrimonial por la Universidad de Maastricht, el joven royal es un alto ejecutivo en la división europea de Porsche.

Por su parte, su esposa es hija del belga Antoine Friling y de Nicole von Oswald. Tercera de cuatro hermanos, es descendiente del archiduque Juan Bautista de Austria por vía materna. La ya princesa trabaja en la industria de la moda y durante cinco años fue copropietaria y directora ejecutiva de Thelma & Louise, una marca de ropa femenina con sede en Amberes.