Nicolás de Dinamarca habla de la familia real en la portada de una revista: "Soy un alma libre"

Como cada verano, la familia real danesa está de vuelta en su castillo francés de Cayx. Los primeros día de asueto estival de los royals escandinavos los inmortalizaba desde su cuenta de Instagram el antiguo príncipe, ahora conde Nicolás, hijo del príncipe Joaquín, que compartía varios momentos de las vacaciones familiares en el sur de Francia, entre ellos una partida de bádminton, una copa de rosado en la terraza y un chapuzón en el río.

"Ha sido una semana estupenda", resumía el hijo mayor de Joaquín de Dinamarca y su exesposa Alexandra Manley en uno de sus posts junto a una serie de fotos donde aparecían otros miembros de la familia real, como su hermanastra Athena, que su padre comparte con su actual esposa, la princesa Marie.

Parece que el conde de Monpezat está disfrutando del verano en Francia con su novia Benedikte Thoustrup, a juzgar por la silueta de una joven al lado de Athena en la terraza del castillo familiar que domina el valle del Lot. Desde hace cinco años, el joven danés comparte su vida con la mujer que conoció en la escuela pública de Herlufsholm, no lejos de Copenhague. Y juntos emprenderán este otoño una aventura en la lejana Universidad Tecnológica de Sídney.

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Sobre este viaje a la tierra natal de su tía, la princesa heredera Mary, y otros muchos temas, ha hablado largo y tendido Nicolás desde la portada de la revista holandesa 'Numéro', para la que ha sido fotografiado en portada luciendo un look de lo más motero. El joven lleva trabajando en la moda desde hace varios años, pero hay líneas rojas que no ha querido cruzar en su carrera, como formar parte del anuncio de una cadena de hoteles, por respeto a su abuela, la reina Margarita.

Precisamente sobre cómo ha sido crecer siendo miembro de una familia real asegura que siempre ha sido algo "muy valioso" para él. "Mi educación ha estado llena de momentos alegres y he tenido una infancia relativamente 'normal'. Dicho esto, soy consciente de las circunstancias especiales en las que me crié y de la responsabilidad que ello conlleva. Creo que lo he llevado muy bien", asegura contundente y con orgullo el joven.

Ahondando en si su papel en la realeza le ha limitado alguna vez a la hora de seguir sus pasiones, responde que "siempre me he considerado un alma libre. Uno debe considerar sus opciones más sabiamente, tal vez, pero no me he sentido restringido para vivir mi vida".

El conde recuerda que su comienzo como modelo fue "muy repentino". El séptimo en la línea de sucesión al trono danés, que actualmente trabaja para la agencia francesa Elite Model World y para la firma con sede en Barcelona Sight Management, rememora sus inicios en la agencia que le descubrió, Scoop Models de Copenhague, cuando pasó de asistir a "una reunión para hablar de las posibilidades de seguir una carrera como modelo y no mucho después me encontré en las pasarelas de Londres y París".

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N.T.

Sin dejar el universo de las pasarelas, Nicolás elige a las dos personas que son su máxima inspiración en la moda. "Me vienen a la mente especialmente dos diseñadores. Kim Jones se ha convertido en un buen amigo mío a lo largo de los años y he trabajado varias veces con él en sus proyectos para Christian Dior. Pharrell Williams es otro diseñador al que admiro por su trabajo y su visión, también más allá de la moda. Espero trabajar con él algún día", asegura en las páginas de la revista holandesa.

Interrogado sobre sus pasiones en la vida, afirma que "me encanta vivir la vida al máximo" y está convencido de que "puedo ser la mejor versión de mí mismo y si el camino que recorro es mejor que cuando lo recorrí por primera vez, me doy por satisfecho". En cuanto a sus principales aficiones, se queda con deportes como el pádel y el fútbol ya que "adoro estar activo y cuidar mi cuerpo".

Sobre el semestre que pasará en Sídney junto a su pareja asegura que "es una aventura que estoy deseando empezar y estoy muy emocionado por volver a vivir en el extranjero. La elección recayó en Australia porque es muy exótico para un danés como yo. Nunca he estado tan lejos y creo que para ver ese rincón del mundo hacen falta más de dos semanas de vacaciones".

Mirando más allá en su futuro, sobre sus planes de quizá desarrollar una carrera más seria en la industria de la moda, de momento el conde se muestra cauto. "Aún no he decidido mi futuro", asegura enigmático antes de añadir que "tengo la mente muy abierta y no descarto trabajar en la moda. Me gustaría intentar trabajar en el extranjero y aprovechar mi titulación académica, pero por el momento no puedo ser más concreto".