El rey Juan Carlos llega a Sanxenxo: en mejor forma y recibido por su amigo Pedro Campos

Tres meses después de la última visita, el padre de Felipe VI ha vuelto a nuestro país y de nuevo para el que se ha convertido en el motivo habitual de sus regresos: el campeonato de vela organizado por el Real Club Náutico de Sanxenxo, presidido por su íntimo Pedro Campos. Así, y con la idea de participar en el torneo que tiene lugar este fin de semana, el rey Juan Carlos ha llegado a Galicia este mediodía, en un avión privado procedente de Emiratos y protagonizando una imagen similar a la de sus dos anteriores viajes.

Eran las dos de la tarde cuando el vuelo tomaba tierra en el aeropuerto de Vigo, el más cercano a la localidad gallega en la que pasará los próximos días. Un viaje del que se ha sabido la fecha de inicio, pero no la de fin, ya que fuentes del entorno del exmonarca confesaban a Vanitatis este martes que don Juan Carlos tiene intención de buscar una casa en la zona, para así no tener que ser el invitado perenne en la residencia de Pedro Campos, su anfitrión cada vez que está por allí y uno de sus amigos más fieles de hace décadas.

Precisamente, el propio empresario cubría el trayecto entre Sanxenxo y el aeropuerto de Vigo para, una vez más, recoger al Rey emérito a pie de pista para llevarlo a esa conocida residencia cerca de la playa de Nanín, uno de los puntos neurálgicos de la información en Sanxenxo estos días. Pero antes de meterse en el coche de su amigo, podíamos ver las primeras imágenes de don Juan Carlos en nuestro país, como en anteriores ocasiones bajando del avión con cierta dificultad por sus problemas de movilidad, aunque esta vez lo hacía sin ayuda, demostrando que está en mejor forma.

La diferencia con la primera ocasión en la que viajó a nuestro país, dos años después de instalarse en Emiratos Árabes, es que esta vez tampoco estaba la infanta Elena para recibirlo, convirtiéndose en su compañía inseparable durante aquella primera estancia en Sanxenxo, en la que se daba un auténtico baño de masas cada vez que aparecía en el Real Club Náutico de la localidad. Una imagen distinta a la del pasado abril, cuando la afluencia de público en el recinto marítimo para verlo fue infinitamente menor, algo que, previsiblemente, también sucederá esta vez.

Es la tercera vez que el Rey emérito viaja a España -al menos de forma pública- tras ese exilio mitad voluntario, mitad forzado a Abu Dabi. Aunque ya sería la séptima ocasión en la que sale del país que se ha convertido en su residencia oficial desde agosto de 2020, puesto que también viajó a Londres en septiembre del año pasado para asistir al funeral de la reina Isabel; en enero a Atenas para dar el último adiós a Constantino de Grecia; a París en febrero para presenciar cómo Mario Vargas Llosa era nombrado miembro de la Academia Francesa; y, más recientemente, a Ginebra para asistir a la graduación de su nieta Irene Urdangarin, en una reunión en la que incluso coincidió con Iñaki.

Casualmente y lo más interesante de su estancia en Sanxenxo será que coincidirá con la del rey Felipe en Mallorca y la llegada de la reina Letizia y sus hijas a la isla. Dos momentos de máxima expectación cada verano que harán que el paso de don Juan Carlos por la localidad gallega pase más desapercibido en los medios de comunicación, un objetivo perseguido por Zarzuela para seguir dando a este viaje un carácter estrictamente privado y desvincularlo del día a día y las informaciones oficiales concernientes a la Casa Real.